Mario Míguez

1962-2017, España (Madrid)

Forja

Son golpes silenciosos: nada se oye.
Uno es la incomprensión, otro el desprecio,
otro la humillación, otro el maltrato,
repetidos con ritmos desiguales.
Mi sufrimiento se ha hecho incandescente.
Cómo siento el martillo, y cómo vibra
este yunque, la dura soledad,
y duelen las tenazas del Herrero.
E ignoro cuál habrá de ser mi forma…

Fotogramas de Godland (2022) de Hlynur Palmason 

Tłum. Ada Trzeciakowska

Kuźnia

To ciche uderzenia: nic nie słychać.
Wpierw niezrozumienie, dalej pogarda,
potem upokorzenie i dręczenie,
powtarzane w niejednakowych rytmach.
Moje cierpienie tli się rozżarzone.
Jak silnie czuję młot i jak wibruje
to kowadło, najdotkliwsza samotność,
a szczypce Kowala sprawiają mi ból.
I nie wiem, jaka ma być moja postać…

Annie Ernaux

1940 – , Francia

Trad. Lydia Vázquez Jiménez

Los años

Más que nunca las mujeres constituían un grupo vigilado, cuyos comportamientos, gustos y deseos eran objeto de un discurso asiduo, de una atención inquieta y triunfante. Tenían fama de haber «obtenido todo», de «estar en todas partes» y de «alcanzar en la escuela mejores resultados que los chicos». Como de costumbre, los indicios de su emancipación se buscaban en sus cuerpos, en su audacia vestimentaria y sexual. Que digan «ligarme a un tío», que desvelen sus fantasmas y se pregunten en Elle si «tenían buen rollo en la cama» era la prueba de su libertad y de su igualdad con los hombres. La ofrenda perpetua de sus pechos y sus muslos en la publicidad tenía que ser apreciada como un homenaje a su belleza. El feminismo era una vieja ideología vengadora y carente de humor, que las jóvenes no necesitaban ya, que ellas mismas contemplaban con condescendencia, pues ya no dudaban ni de su fuerza ni de su igualdad. (Pero seguían leyendo más novelas que los hombres como si tuvieran que dar una forma imaginaria a sus vidas.) «Gracias a los hombres por amar a las mujeres», titulaba un periódico femenino. El olvido de sus luchas era total, única memoria que no fue recuperada oficialmente.
Con la píldora, se habían convertido en las dueñas de la vida, pero eso no se aireaba.
Nosotras que habíamos abortado en las cocinas, que nos habíamos divorciado, que habíamos creído que nuestros esfuerzos servirían para liberar a las demás, nos sentíamos cansadas. Ya no sabíamos si se había producido la revolución de las mujeres. Cincuenta años después seguíamos pendientes de la sangre pero ya no tenía el mismo color ni el mismo olor, era como una sangre ilusoria. No obstante, esa segmentación regular del tiempo que podíamos mantener hasta la muerte nos daba confianza. Llevábamos vaqueros y mallas, camisetas como las chicas de quince años, decíamos como ellas «mi chico» para hablar de nuestro amante de tumo. A medida que envejecíamos dejábamos de tener una edad. Escuchábamos Only you o Capri c’est finí en Radio Nostalgie, una juvenil dulzura nos invadía, el presente se estiraba hasta nuestros twenties. En comparación con nuestras madres, encerradas en sí mismas y sudorosas en su menopausia, teníamos la impresión de ganarte la batalla al tiempo.
 (Las mujeres jóvenes soñaban con encontrar al hombre de su vida, las de más de cincuenta que ya habían tenido uno no querían más.)
 A los hijos, los varones sobre todo, les costaba mucho abandonar el domicilio familiar, el frigorífico lleno, la ropa lavada, el ruido de fondo de las cosas de la infancia. Hacían el amor con toda inocencia en el dormitorio contiguo al nuestro. Se instalaban en una prolongada juventud, el mundo no los esperaba. Y nosotros, al alimentarlos, al seguir ocupándonos de ellos, teníamos la impresión de seguir en la misma época, sin ruptura.
Es la foto de una mujer tomada de frente hasta las caderas en un jardín lleno de maleza. La melena larga rubia-pelirroja cae suelta sobre el cuello de un abrigo negro, amplio, ostentoso. Una parte de la bufanda rosa pastel extrañamente estrecha para ese abrigo, cae por encima de su hombro izquierdo. Tiene en brazos un gato blanco y negro de la especie más común y sonríe al objetivo, con la cabeza ligeramente inclinada, en una actitud de ternura seductora. Los labios están muy sonrosados, sin duda realzados por un brillo a juego con la bufanda. La raya más clara que separa los cabellos indica un crecimiento de la raíz. El rostro oval y lleno, los pómulos elevados contrastan por su juventud con las ojeras y el fino entramado de arrugas en la frente. La amplitud del abrigo no permite determinar la complexión pero las manos y las muñecas que asoman por las mangas para sostener el gato son finas, con las articulaciones marcadas. Es una foto de invierno, con la luz de un sol pálido sobre la piel de la cara y las manos, los matorrales de hierbas secas, las ramas deshojadas delante de un fondo borroso de vegetación y una línea lejana de edificios. En el dorso, Cerg y. 3 de febrero 1992.
Se desprende de ella una impresión de dejadez controlada, de «plenitud» como dice la prensa femenina para las mujeres entre cuarenta y cincuenta y cinco años. La foto ha sido tomada en el jardín de la casa donde vive sola con el gato, en realidad una gata de un año y medio. Hace diez años vivían aquí su marido, dos adolescentes, su madre de vez en cuando. Era el centro de un círculo que no habría podido funcionar sin ella, desde la decisión de cuándo lavar las sábanas a las reservas de hoteles para las vacaciones. Su marido está lejos, se ha vuelto a casar y ha tenido un hijo, su madre se ha muerto, sus hijos se han independizado. Constata esa desposesión serenamente, como una trayectoria ineluctable. Cuando hace las compras en Alcampo, no necesita coger un carro, le basta con una cesta. Solo recupera su función de madre nutricia los fines de semana cuando sus hijos vuelven a casa. Aparte de sus obligaciones laborales, clases y corrección de exámenes, dedica su tiempo a la gestión de sus gustos personales y de sus deseos, lectura, cine, teléfono, correspondencia y aventuras amorosas. La constante inquietud material y moral por los demás que caracterizaba su vida conyugal y familiar se ha alejado de ella. Un interés por las causas humanitarias la ha sustituido, más liviano. Sumida en esa disolución de las obligaciones y esa apertura de posibles, se siente coincidente con el movimiento de la época tal como lo presentan Elle o Mane Claire para las mujeres treintañeras de clase media alta.
A veces se observa desnuda, en el espejo del cuarto de baño, el torso y el pecho menudos, la cintura muy marcada, el vientre ligeramente abombado, los muslos pesados con una hinchazón justo encima de las rodillas, el sexo bien visible ahora que el vello le clarea, una raja pequeña en comparación con las exhibidas en las películas X. Pequeños surcos azules cerca de la ingle, huella de las estrías de sus embarazos. Se asombra: es el mismo cuerpo desde que dejó de crecer, alrededor de los dieciséis años.
En ese momento en el que está mirando con ternura el objetivo (sin duda es un hombre el que hace la foto), se piensa como una mujer que ha vivido hace tres años una pasión violenta por un ruso. Su estado de deseo y de dolor ha desaparecido, sigue sintiendo la forma, pero la figura de ese hombre le resulta cada vez más lejana y penosa. Querría acordarse de cómo pensaba en él cuando se fue de Francia para siempre, qué ola de imágenes suyas la sumergía y encerraba su presencia dentro de ella como en un tabernáculo.

Fotograms de El tercer hombre de Carol Reed

Tłum. Krzysztof Jarosz i Magdalena Budzińska

Lata

Kobiety bardziej niż kiedykolwiek podlegały nadzorowi, ich zachowania, upodobania i pragnienia stanowiły przedmiot zażartych dyskusji, niespokojnej i triumfującej uwagi. Twierdzono, że „dostały wszystko”, „są wszędzie”, a w szkole „osiągają lepsze wyniki niż chłopcy”. Jak zawsze oznak ich emancypacji dopatrywano się w ich ciele, w zuchwałych ubiorach i zachowaniu seksualnym. To, że mówią „podrywać chłopców”, opowiadają o swoich fantazjach i na łamach „Elle” zastanawiają się, czy są „dobre w łóżku”, było dowodem ich wolności i równouprawnienia. Bezustanne wykorzystywanie w reklamach ich piersi i ud miało być doceniane jako hołd składany ich pięknu. Feminizm był starą, mściwą i pozbawioną poczucia humoru ideologią, której młode kobiety już nie potrzebowały, patrzyły na nią pobłażliwie, nie wątpiąc o swojej sile i równości. (Ale ciągle czytały więcej powieści niż mężczyźni, jakby potrzebowały nadać swojemu życiu wyimaginowaną formę). Dzięki wam, mężczyźni, że kochacie kobiety – taki tytuł zamieści pewna kobieca gazeta. Ich walkę pokrywał cień zapomnienia, jedyna pamięć, której oficjalnie nie podsycano.
Wraz z pigułką stały się paniami życia, lecz tego się nie rozgłaszało.
Nas, które przeszłyśmy aborcje w kuchniach, rozwiodłyśmy się i łudziłyśmy, że nasze wysiłki zmierzające do wyzwolenia samych siebie posłużą też innym, ogarniało wielkie znużenie. Nie wiedziałyśmy już, czy rewolucja kobiet naprawdę się odbyła. Po pięćdziesiątce wciąż jeszcze krwawiłyśmy. Ta krew nie miała już tej samej barwy ani zapachu co przedtem, była jakby iluzoryczna, uspokajała nas jednak regularność odmierzania czasu, którą można było utrzymać aż do śmierci. Nosiłyśmy dżinsy, legginsy i T-shirty jak piętnastoletnie dziewczyny, jak one mówiłyśmy „mój chłopak” na naszego stałego kochanka. Gdy w Radiu Nostalgia słyszałyśmy Only You czy Capri, c’est fini, ogarniało nas młodociane rozmarzenie, teraźniejszość rozszerzała się wstecz aż na lata, gdy byłyśmy po dwudziestce. W porównaniu z naszymi matkami, zamkniętymi w sobie i pocącymi się w swojej menopauzie, my miałyśmy wrażenie, że wygrywamy z czasem.
(Młode kobiety marzyły o tym, żeby się związać z mężczyzną, czego nie chciały już te po pięćdziesiątce, które kiedyś były w stałym związku).
Dzieci, zwłaszcza chłopcy, niechętnie opuszczały gniazdo rodzinne, pełną lodówkę, czyste ubrania, znane od dzieciństwa domowe odgłosy. Niewinnie kochały się w pokoju sąsiadującym z naszym. Mościły w przedłużonej młodości, świat na nie nie czekał. A my karmiłyśmy je, w dalszym ciągu troszczyłyśmy się o nie, miałyśmy wrażenie, że żyjemy ciągle w tym samym nieprzerwanym czasie.
Oto kobieta sfotografowana od głowy po biodra w ogrodzie pełnym krzewów. Jej długie rudoblond włosy leżą na kołnierzu grubego, czarnego, obszernego płaszcza, który wygląda na drogi. Na lewe ramię zarzuciła koniec landrynkowo różowego szalika, dziwnie wąskiego w zestawieniu z płaszczem. Na rękach trzyma czarno-białego kota pospolitej rasy, uśmiecha się, spoglądając w obiektyw, i przechyla głowę w pozie pełnej uwodzicielskiej słodyczy. Wargi ma bardzo różowe, bez wątpienia uwydatnione błyszczkiem dobranym pod kolor szalika. Jaśniejszy pas włosów wzdłuż przedziałka sygnalizuje odrosty. Kształtny, młody owal jej twarzy i wysokie kości policzkowe kontrastują z workami pod oczami i delikatną siatką zmarszczek na czole. Obszerny płaszcz nie pozwala określić figury, lecz dłonie wystające z rękawów i trzymające kota są chude, z widocznymi ścięgnami. To zdjęcie zrobiono zimą: blade światło słoneczne na skórze twarzy i dłoni, kępy suchej trawy, bezlistne gałęzie na tle niewyraźnej roślinności, w oddali linia bloków. Na odwrocie: „Cergy, 3 lutego ’92”.
Emanuje z niej wrażenie powściąganego rozluźnienia, aura kobiety „spełnionej”, jak kolorowe magazyny określają panie między czterdziestym a pięćdziesiątym piątym rokiem życia. Zdjęcie zrobiono w ogrodzie koło domu, w którym mieszka sama z półtoraroczną kotką. Dziesięć lat temu mieszkali tu jej mąż, dwóch dorastających synów i od czasu do czasu także jej matka. Kobieta była osią koła, które bez niej nie mogło się obracać – od podjęcia decyzji o zrobieniu prania po rezerwację hotelu na wakacje. Jej mąż jest teraz daleko, ożenił się powtórnie i ma dziecko, matka zmarła, synowie mieszkają gdzie indziej. Spokojnie akceptuje swoją samotność jako nieunikniony etap życia. Gdy robi zakupy w Auchan, nie musi już brać wózka, wystarcza jej koszyk. Funkcję żywicielki odzyskuje tylko w weekendy, gdy synowie wracają do domu. Poza obowiązkami zawodowymi, prowadzeniem lekcji i poprawą prac pisemnych, swój czas poświęca na zaspokajanie osobistych upodobań i pragnień, lekturę, filmy, telefonowanie, korespondencję i przygody miłosne. Nie musi już przejawiać bezustannej materialnej i moralnej troski o innych, co charakteryzowało jej życie małżeńskie i rodzinne. Zastąpiło ją mniej absorbujące zainteresowanie działalnością humanitarną. Ten zanik poczucia obowiązku i otwarcie na nowe możliwości sprawiają, że czuje się w zgodzie z trendami epoki, wyrażanymi w „Elle” czy „Marie Claire”, magazynach czytanych przez ponadtrzydziestoletnie kobiety z klasy średniej i wyższej.
Zdarza się jej obserwować siebie nagą w łazienkowym lustrze, szczupły tors i drobne piersi, wcięta talia, brzuch lekko zaokrąglony, ciężkie uda z wypukłością nad kolanami, płeć dobrze widoczna teraz, gdy włosy łonowe są rzadsze, szpara mała w porównaniu z tymi, które pokazują w filmach pornograficznych. Dwa podłużne niebieskie rowki blisko pachwin, ślady rozstępów po ciążach. Dziwi się: to jest to samo ciało, odkąd mniej więcej w wieku szesnastu lat przestała rosnąć.
W tej chwili, gdy zalotnie spogląda w obiektyw – bez wątpienia zdjęcie robi mężczyzna – myśli o sobie jako o kobiecie, która trzy lata wcześniej przeżyła namiętny związek z pewnym Rosjaninem. Stan pożądania i bólu, w jakim się wtedy pogrążyła, zniknął. Kobieta czuje ciągle jego zarys, lecz twarz tego mężczyzny staje się coraz bardziej odległa i zniekształcona. Chciałaby sobie przypomnieć, jak o nim myślała, gdy opuścił Francję, przywołać ciąg obrazów, który wypełniał ją całkowicie i sprawiał, że jego obecność była w niej zamknięta niczym w tabernakulum.

Annie Ernaux, collage propio

Dariusz Suska

1968 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

invierno

Recuerda el invierno: carboneros caían como carámbanos
sus cuerpos se rompían en mil piezas
se quebraban sus plumas de cristal sentíamos que el sol
era una casualidad tal vez graznábamos muerta 
está la materia clara y la oscura al contrario
queríamos que se apiadara de los pájaros carpinteros
muertos que se apretaron contra el espino prunifolio:
 
¿vas a decir algo sobre el tiempo una palabra al menos?
 
o recuerda la muerte en invierno: la primera vez en enero
cuando nos perdimos en la nieve negra y purísima
muertos navegábamos en témpanos en trineos
de dos en dos de tres en tres de una orilla sin orilla
pienso en ello todos los días porque tal vez sea Dios
la materia oscura y tal vez sea bueno lo que supondría
una cosa más preciosa en el mundo: ¿brincos de elefantillos?  
 
dime algo sobre el tiempo di una palabra al menos
 
o recuerda la noche en verano: lo escasa que parecía
junto a hogueras que acerezadas se estaban extinguiendo
alrededor del alba que amanecía blanquecina
cuando espoleaba el látigo de los días vividos contigo 
no entiendo nada de ellos -ni la vida ni la muerte
con más exactitud: la vidamuerte la inmateria de las horas-
si tú las entiendes conocerás la impotencia de los poemas:
 
¿vas a decir algo sobre el tiempo una palabra buena al menos?

de «100 poemas de Ucrania y Polonia» (Instituto de Literatura de Polonia y Editorial Austeria, 2022)

Fotografías de Arno Rafael Minkkinen

Dzień po świętach

Przypomnij zimę: sikorki spadały jak sople
na tysiąc kawałków tłukły się ich ciałka
szklane pióra pękały czuliśmy że słońce
może być przypadkiem krakaliśmy martwa
jest jasna materia ta ciemna na odwrót
chcieliśmy żeby współczuła zamarłym dzięciołom
które się wtuliły w śliwolistny głóg –
 
powiesz coś o czasie zdradzisz chociaż słowo?
 
lub przypomnij śmierć w zimie: pierwszy w styczniu raz
gdy się zgubiliśmy w czystym czarnym śniegu
zmarli płynęliśmy na sankach na krach
we dwójkę we trójkę do brzegu bez brzegów
myślę o tym codziennie bo może jest Bogiem
ciemna materia i dobrym to by oznaczało
coś ładnego w świecie – błotne harce słoniąt?
 
zdradź mi coś o czasie powiedz jedno słowo
 
lub przypomnij noc latem: jak było jej mało
przy ogniskach które gasły na wiśniowo
naokoło świtu wschodzącego biało
gdy szło w ruch wędzisko dni przeżytych z tobą
nic z nich nie rozumiem – życia ani śmierci
ściślej: życiaśmierci niematerii godzin
jeśli ty rozumiesz znasz bezradność wierszy –
 
powiesz coś o czasie jedno dobre słowo?

Aurora Luque

1962 – , España

Los puentes inflamables

A punto de cruzar
ese puente del medio del camino
cuando vas eligiendo malgré toi
los llamados placeres sencillos de la vida
-sabiendo que, en el fondo, te eligen a ti ellos,
te suman a su séquito caduco-
simplificas el cálculo del mundo: hasta de la belleza
que presumías tan incalculable.
Y descubres que todo se reduce
a viajar de lo mucho a lo muy menos,
de lo poblado al viento del desierto,
del exceso a lo escaso,
a declinar palabras consabidas
o a declinar sin más, intransitivamente,
a cambiar los magníficos plurales
por un acorralado singular
enarbolando alguna resistencia…

Los puentes inflamables
del medio del camino de la vida.

Foto propia

Tłum. Ada Trzeciakowska

Łatwopalne mosty

Przekroczywszy prawie
ów most w połowie drogi
kiedy wybierasz malgré toi
tak zwane proste przyjemności życia
– w głębi rzeczy świadom, że to one wybierają ciebie,
dodają cię do swej przebrzmiałej świty –
upraszczasz rachubę świata: nawet piękna
które brałeś za niemierzalne.
Odkrywasz, że wszystko ogranicza się
do podróży od wiele do o wiele mniej,
od zaludnionych ulic do pustynnego wiatru,
od nadmiaru do niedoboru,
do odmiany przez przypadki znajomych słów
lub do zaniku po prostu, nieprzejednanie,
do wymiany okazałych liczb mnogich
na osaczoną liczbę pojedyńczą
wywieszającą flagi oporu.

Łatwopalne mosty
na środku drogi życia.

Anna Janko

1957 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

en el umbral que queda

No soy yo
es una sucesión de mujeres cada vez más mayores
corriendo a través del cuerpo una tras otra
de la más grande y deseada
a la más pequeña y superflua
en exceso de la hospitalaria piel
 
No recuerdo cuál de ellas se fue a vivir contigo
no me hago responsable de lo que gritó al pasar
                                                            que prometía una vida
daba la que no era suya
Hace tiempo que murió
empujada hacia fuera por mí
                                        por mí
                                        por mí

La fotografía analógica de Davis Ayer

Na progu który pozostał

To nie ja
to szereg coraz starszych kobiet
przebiegają przez ciało jedna za drugą
od największej pożądanej
do najmniejszej zbędnej
w nadmiarze gościnnej skóry
 
Nie pamiętam która z nich z tobą zamieszkała
nie odpowiadam za to że wykrzyknęła w przelocie
                                                                        że obiecała życie
dawała nie swoje
Teraz już dawno nie żyje
wypchnięta przeze mnie
                      przeze mnie
                      przeze mnie

Transl. Regina Grol

At the Threshold Which Remained

That’s not me
it’s a succession of women getting older and older
they run through the body following one another
from the biggest the desired one
to the smallest the dispensable
in the surplus of the hospitable skin

I can’t remember which one settled down with you
I’m not responsible for her outcry in flight
                                                 nor her promise of a life
it wasn’t hers to give
Now she is long dead
pushed out by me
                     by me
                     by me



Marcin Świetlicki

1961 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Mediodía (el sur)

Del jardín encendido al sótano: noche.
Todo coincide: aquí en el sótano las flores
ya se han cerrado, las hojas se han teñido de negro.
Algo hay debajo de la noche, debajo del sótano, algo.
La madurez definitiva.

Imágenes de Pinterest, faltan datos del autor.

Południe

Z rozpalonego ogrodu do piwnicy: noc.
Wszystko się zgadza: tu w piwnicy kwiaty
już się zamknęły, liście zaszły czernią.
Coś jest pod nocą, pod piwnicą, coś.
Ostateczna dojrzałość.

Jerzy Skolimowski

1938 – , Polonia

*Skolimowski es director de cine, guionista, escritor, poeta, dramaturgo, pintor quien trabajó varios años en Los Angeles, Italia, Inglaterra, Francia. Director de profundos dramas psicológicos, con una puesta en escena vanguardista. En el año 2016 premiado con el León de Platino honorífico en reconocimiento de su obra. Miembro de jurado de festivales en Venecia, Cannes, San Sebastián.

Trad. Ada Trzeciakowska

Con la soga al cuello

Date la vuelta, deja ver la cara
retrocede hasta aquellos días,
cuando pudiste ir a Dios sabe dónde,
cuando pudiste ser Dios sabe quién.

Ahora él, después de los días malos,
después de algo como la juventud,
algo como el amor,

con la soga al cuello quiere arreglarlo.
quiere volver a ser Dios sabe quién.
Con la soga al cuello quiere arreglarlo,
quiere volver a ir a Dios sabe dónde

y arregla la corbata…

Z ręką na gardle

Odwróć się odsłoń twarz
Cofnij się w tamte dni
Gdy mogłeś być Bóg wie gdzie
Gdy mogłeś być Bóg wie kim

Teraz on po złych dniach
Albo po czymś takim jak młodość
Albo miłość

Z ręką na gardle chcę to naprawić
Pragnie znów być Bóg wie kim
Z ręką na gardle chcę to naprawić
 Pragnie znów być Bóg wie gdzie

I poprawia krawat

Fotogramas de la película de Jerzy Skolimowski Barrera (1966). Skolimowski escribió letra de esta canción y Krzysztof Komeda (músico de jazz, compositor de bandas sonoras que trabajó con Roman Polanski) compuso la música. Cantó recientemente fallecida Ewa Demarczyk, el ángel negro dela escena musical polaca.

Con la soga al cuello cantada por Ewa Demarczyk

David Gilmour/Pink Floyd

1946 – , Gran Bretaña

Una profunda reflexión sobre el paso del tiempo y cambio de la percepción y perspectiva que provoca el desengaño y la pérdida inscritas en nuestra existencia. El vídeo es una obra de arte que profundiza y refleja metafóricamente la decepción y la nostalgia.

Trad. A. Trzeciakowska a partir de OurBside

Grandes esperanzas

Más allá del horizonte donde vivíamos cuando éramos jóvenes
En un mundo de imanes y milagros
Nuestros pensamientos deambulaban sin ataduras
El toque de la campana de la división* ha comenzado

Siguiendo el Largo Camino, por debajo de la Senda
¿Todavía se reúnen en el Cruce?

Había una banda harapienta que seguía nuestros pasos
Corriendo antes de que esos tiempos ahogaran nuestra fantasía
Dejando a una miríada de diminutas criaturas que intentaban atarnos al suelo
A una vida consumida por un lento decaer

La hierba era más verde
Las luces más brillantes
Rodeado de amigos
Noches de maravillas incesantes

Mirando más allá de las brasas incandescentes de puentes cruzados
Vislumbrando lo verde que era el otro lado
Pasos dados hacia delante y sonámbulamente desandados
Arrastrados por una marea interior

A más altura con la bandera desplegada
Alcanzábamos con vértigo ese mundo soñado

Cargados por siempre del deseo y la ambición
Persiste un anhelo por satisfacer
Nuestros fatigados ojos siguen perdidos en el horizonte
Aunque hayamos recorrido este camino tantas veces

La hierba era más verde
Las luces más brillantes
Los sabores más dulces
Noches de maravillas incesantes
Rodeado de amigos
El rocío del alba brillando
El agua fluyendo
El río sin fin

Por siempre y para siempre

*Division Bell es también el nombre de la campana utilizada en el Parlamento del Reino Unido que indica que se va a llevar a cabo una votación. El baterista Nick Mason comentó más sobre esto en 1994, diciendo que «sí tenía algo de significado. Trata sobre que la gente tome decisiones, sí es o no es».

Tłum. Alexandrine

Wielkie nadzieje

Za linią horyzontu miejsca, gdzie żyliśmy gdy byliśmy młodzi,
W świecie magnesów i cudów.
Nasze myśli błądziły stale i bez granic,
Oto rozbrzmiał Dzwon Podziału*.

Wzdłuż Długiej Drogi i dalej nabrzeżem,
Czy oni wciąż się tam spotykają?

Istniała banda obdartusów, która podążała z naszymi krokami,
Gnaliśmy, nim czas odebrał nam nasze marzenia,
Zostawiając miriady stworzeń, próbujących przywiązać nas do ziemi,
Do życia trawionego powolnym rozkładem.

Trawa była zieleńsza,
Światło było jaśniejsze,
Otoczeni przyjaciółmi,
W pełne cudów noce.

Patrząc wstecz na żar płonących za nami mostów,
Na przelotnie wspomnienie, jak zielono było tam po drugiej stronie,
Kroczymy naprzód, lecz lunatykujemy wstecz,
Ciągnięci mocą wewnętrznego pływu.

Na większej wysokości, z rozpostartą flagą,
Osiągnęliśmy zawrotne szczyty, o jakich marzył świat.

Obarczeni na wieki pragnieniami i ambicją,
Wciąż odczuwamy niezaspokojony głód.
Nasze znużone oczy wciąż błądzą po horyzoncie,
Mimo, że jest to droga, którą już tyle razy szliśmy.

Trawa była zieleńsza,
Światło było jaśniejsze,
Smak był słodszy,
Noce zastanowień
Otoczeni przyjaciółmi,
Mgła świtu błyszczała,
Woda płynęła
Niekończącą się rzeką.

Na zawsze i bez końca

*Tekst mówi o przemijaniu i rozczarowaniu niespełnieniem młodzieńczych marzeń. Tytuł albumu «Division Bell», z którego pochodzi utwór, został zaczerpnięty z tekstu piosenki, a dzwon wzywający do głosowania w Izbie Gmin jest tutaj symbolem przemijającego beztroskiego dzieciństwa i zbliżającej się dorosłości. Więcej tu

High hopes

Beyond the horizon of the place we lived when we were young
In a world of magnets and miracles
Our thoughts strayed constantly and without boundary
The ringing of the division bell had begun

Along the Long Road and on down the Causeway
Do they still meet there by the CutThere was a ragged band that followed in our footsteps
Running before times took our dreams away
Leaving the myriad small creatures trying to tie us to the ground
To a life consumed by slow decay

The grass was greener
The light was brighter
With friends surrounded
The nights of wonder

Looking beyond the embers of bridges glowing behind us
To a glimpse of how green it was on the other side
Steps taken forwards but sleepwalking back again
Dragged by the force of some inner tide

At a higher altitude with flag unfurled
We reached the dizzy heights of that dreamed of world

Encumbered forever by desire and ambition
There’s a hunger still unsatisfied
Our weary eyes still stray to the horizon
Though down this road we’ve been so many times

The grass was greener
The light was brighter
The taste was sweeter
The nights of wonder
With friends surrounded
The dawn mist glowing
The water flowing
The endless river

Forever and ever

Solveig von Schoultz

1907-1996, Finlandia

Trad. Ada Trzeciakowska

Tres hermanas

La mujer se agachó y recogió a su hijo
y el cabello cayó sobre su rostro
y dentro de ella una viejecita
marchita y de ojos claros
se agachó con la cabeza temblorosa
para recoger su ovillo de lana
y dentro de ella
una niña se agachó para recoger su muñeca
con manos tiernas
tres hermanas
que jamás se verían unas a otras

Fotografías de Tony Luciano

Tłum. Ada Trzeciakowska

Trzy siostry

Kobieta pochyliła się i podniosła dziecko
a włosy opadły jej na twarz
a wewnątrz niej drobna stara kobieta
przywiędła i o jasnych oczach
pochyliła się z drżącą głową,
by podnieść robótkę
a w niej
młoda dziewczyna pochyliła się, by podnieść lalkę
czułymi rękami
trzy siostry
którzy nigdy się nie zobaczą

Transl. David McDuff

Three sisters

The woman stooped down and picked up her child
and her hair fell over her face
and inside her a little old woman
withered and clear-eyed
stooped down with trembling head
to pick up her knitting
and inside her
a young girl stooped down to pick up her doll
with tender hands
three sisters
who would never see one another.

Dariusz Suska

1968 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Día después de la Navidad

Cada vez más tengo la sensación de ser un sueño.
A veces me temo poder ser un sueño
de nadie – en una antigua casa alemana
de ladrillo carmín donde fluía
la transparente sangre de los fantasmas y yo
ni siquiera supe que estabas tú.

Pero estabas. Unas colinas deshojadas detrás del arroyo
parecían unos erizos durmiendo. Cada hora
pasaba un coche -por mucho tiempo creí
que sus luces no tenían fin-.
Es día después de la Navidad pero nadie vio
a ese niño que había nacido.

Nada era una interpretación y nada era
un vacío. Justo iba a convertirme en
una nota explicativa a la infancia justo iba
a vivir y no vivir al mismo tiempo. Hasta ahora
solo vivía antes del anochecer cogiendo
agrietadas grosellas negras que quedaron del verano.

Fotos propias

Dzień po świętach

Coraz częściej czuję się snem.
Czasami boję się że mogę być snem
nikogo – w poniemieckim domu
z karminowej cegły gdzie płynęła
przezroczysta krew duchów a ja
nawet nie wiedziałem że jesteś.

Ale byłaś. Bezlistne góry za potokiem
przypominały śpiące jeże. Raz na godzinę
przejeżdżał samochód – długo wydawało
się że jego światła nie mają końca.
Dzień po świętach ale nikt nie zobaczył
tego dziecka które się urodziło.

Nic nie było interpretacją i nic nie było
nicością. Dopiero miałem stać się
przypisem do dzieciństwa dopiero miałem
żyć i nie żyć równocześnie. Na razie
tylko żyłem przed nocą zrywając
pozostałe z lata spierzchnięte czarne porzeczki

Diane Wakoski

1937 – , Estados Unidos

Trad. Ada Trzeciakowska

Leche agria

No puedes hacer
que vuelva a ser
dulce.
             Una vez
fue de un color inocente
como las flores de las fresas silvestres,
y la textura era tan simple
que pasaba a través de un trozo de gasa,
el sabor era fresco.
Y ahora
sin más culpable que el paso del tiempo
para reprocharle,
la misma sustancia
se volvió agria y grumosa.

La leche cortada
sirve para hacer masas deliciosas e interesantes,
se la puede llevar a un nivel superior de acción bacteriana
para crear platos nuevos,
puede considerársela
compleja en sí misma y de textura más interesante
para quien la estudie de cerca,
se parece a un mapamundi.

Pero
para la mayoría de nosotros:
se echó a perder.
Está agria.
La echamos,
por el desagüe -no en el del patio de atrás-
con cuidado de no volcar nada
porque el olor es fuerte.
Un buen cocinero
estaría escandalizado
con semejante desperdicio.
Pero no vivimos en un mundo de buenos cocineros.

Yo soy la leche.
Pasa el tiempo.
No me puedes volver
a hacer
dulce.
Me siento llena de culpa en el estante del frigorífico,
temblando con la esperanza de un cocinero
que sueñe con barquillos,
con biscochos, con empanadillas
y otros deliciosos panes,
aterrada del ama de casa moderna que
va a bajarme del estante y con un diestro giro
de muñeca
… ya sabes cómo continua.

Tú eres la leche.
Cuando llegue tu turno
acuérdate:
no hay nada que podamos reprocharte
más que el paso del tiempo.

Tłum. Ada Trzeciakowska

Zsiadle mleko

Nie możesz sprawić
by znów było
słodkie.
             Kiedyś
miało niewinny kolor
kwiatów poziomek,
i jego struktura była prosta
przelatywało przez czysty prostokąt gazy,
miało świeży smak.
A teraz
choć zawinił tylko upływający czas
i jemu tylko można robić wyrzuty
ta sama substancja
stała się kwaśna i pełna grudek.

Z zsiadłego mleka
można zrobić interesujące i pyszne ciasta,
można się wznieść na wyżyny działań bakteryjnych
by stworzyć nowe potrawy,
a samo w sobie może być uważane
za skomplikowane i o ciekawszej strukturze
gdy przyjrzeć się mu z bliska,
podobnie jak mapa świata.

Jednak
dla większości z nas:
jest zepsute.
Kwaśne.
Wylewamy je
do zlewu -nie do ogródka-
ostrożnie by nie rozlać ani kropli
ze względu na ostry zapach.
Dobry kucharz
zdenerwowałaby się
takim marnotrawstwem.
Ale nie żyjemy w świecie dobrych kucharzy.

Ja jestem mlekiem.
A czas płynie.
Nie możesz sprawić
by znów była
słodka.
Stoję przepełniona winą na półce lodówki,
drżąca i z nadzieją, że znajdzie się kucharz
marzący o waflach,
biszkoptach, pierogach
i innych pysznych wypiekach,
drżąc ze strachu przed nowoczesną panią domu
która ściągnie mnie z półki i sprawnym ruchem
nadgarstka
… wiesz jak dalej się potoczy.

Ty jesteś mlekiem.
Kiedy przyjdzie kolej na ciebie
pamiętaj:
jedyne co możemy ci wyrzucić
to upływ czasu.

Sour Milk

You can’t make it
turn sweet
again.
           Once
it was an innocent color
like the flowers of wild strawberries,
and its texture was simple
would pass through a clean cheese cloth,
its taste was fresh.
And now
with nothing more guilty than the passage of time
to chide it with,
the same substance
has turned sour and lumpy.

The sour milk
makes interesting & delicious doughs,
can be carried to a further state of bacterial action
to create new foods,
can in its own right
be considered complicated and more interesting in texture
to one who studies it closely,
like a map of all the world.

But
to most of us:
it is spoiled.
Sour.
We throw it out,
down the drain –not in the back yard—
careful not to spill any
because the smell is strong.
A good cook
would be shocked
with the waste.
But we do not live in a world of good cooks.

I am the milk.
Time passes.
You cannot make it
turn sweet
again.
I sit guiltly on the refrigerator shelf
trembling with hope for a cook
who dreams of waffles,
biscuits, dumplings
and other delicious breads
fearing the modern houswife
who will lift me off the shelf and with one deft twist
of a wrist. . .
you know the rest.

You are the milk.
When it is your turn
remember.
there is nothing more than the passage of time
we can chide you with.

W. S. Merwin

1927-2019, EE. UU

Trad. Ada Trzeciakowska

Esta vez

Muchas cosas parece que quise hacerlas al revés
de pequeño quería ser mayor
ahora intento recordar por qué
y qué es lo me imaginaba
día tras día veía lugares que
que no reconocí hasta mucho después
cuando ya no quedaba nada de ellos
había encuentros y despedidas que pasaban
en ese momento como ventanillas del tren con los días
escurriéndose en ellas y mucho después
al darme cuenta de su significado se quedaban
abrasados los rostros conocidos aquellos años
y los empecé a sentir cercanos justo cuando
desaparecieron y había épocas de
angustia que recuerdo con afecto
alegrías perdidas sin advertir y buscadas más tarde
sin rastro que indicara cuándo estuvieron conmigo
la última vez y el amor considerado
una cosa de la juventud y que encontré
seguro que era eso que era eso cuando
acudía a él una vez más y más a veces
sin darme cuenta a veces insistiendo
en vano en el nombre pero llegué a
lo mejor de él al final y pensé que a lo mejor así era
más breve pero estoy tan contento
siempre sería demasiado corto
ya que mucho de lo que había encontrado pronto
se perdió cuando me abría camino
a lo que iba a saber después.

W. S. Merwin con Paula Schwartz en 2015 en su casa en Haiku (Hawái). Paula murió en 2017, William Stanley dos años después.

Tłum. Franek Wygoda

Tym razem

Wydaje się że wiele rzeczy robiłem na odwrót
jako dziecko chciałem być starszy
teraz próbuję przypomnieć sobie dlaczego
i co ja sobie wyobrażałem
każdego dnia widziałem miejsca których
nie rozpoznawałem dopiero później
gdy już nic z nich nie zostało
spotkania i rozstania mijały mnie
wtedy jak okna pociągu dni
przemykały się w nich i długo potem
ich chwila i znaczenie docierały do mnie
parząc twarze które znałem latami
ale ich bliskość zaczęła się dopiero
gdy ich zabrakło i były czasy
smutku które ciepło wspominam
radości nieopatrznie stracone i szukane później
bez śladu wskazującego kiedy ostatnio były
ze mną i była miłość uważana
za sprawę młodości i znalazłem ją
byłem pewien że to było to gdy
wracałem do niej wciąż od nowa czasem
bezwiednie czasem upierając się
na próżno przy imieniu ale doszedłem
do najlepszego w niej na koniec i choć może
być krótsza teraz rad jestem że tak jest
zawsze byłaby za krótka
i wiele z tego co znalazłem wcześnie
zostało stracone gdy zmierzałem drogą do tego
co jest tym co miałem wiedzieć później

This time

Many things I seem to have done backward
as a child I wanted to be older
now I am trying to remember why
and what it was like to have to pretend
day after day I saw places that I
did not recognize until later on
when nothing was left of them any more
there were meetings and partings that passed me
at the time like train windows with the days
slipping across them and long afterward
the moment and sense of them came to me
burning there were faces I knew for years
and the nearness of them began only
when they were missing and there were seasons
of anguish I recalled with affection
joys lost unnoticed and searched for later
with no sign to show where they had last been
there with me and there was love which is thought
to be a thing of youth and I found it
I was sure that was what it was as I
came to it again and again sometimes
without knowing it sometimes insisting
vainly upon the name but I came to
the best of it last and though it may be
shorter this way I am glad it is so
it would have been too brief at any time
and so much of what I had found early
had been lost as I made my way to this
which is what I was to know afterward

Linda Gregg

1942-2019, EE.UU.

Trad. Bernardo Gómez (con algún cambio mío)

Adulta

A la tierra donde crecí feliz regresé 
cambiada. Ya no siento el opresivo peso de la pasión.
Me pregunto qué ocupará el lugar del deseo.
Yo podría ser el fantasma de mi propia vida que retorna
a los lugares donde mejor vivió. Que camina aquí y allá
asintiendo cuando veo algo que antes me importaba profundamente.
Ahora, desde mi casa escucho el ulular de los búhos
y me pregunto si lentamente encarnaré de nuevo.

Foto propia

Tłum. Czesław Miłosz

Dorosła

Wróciłam w okolice, gdzie byłam szczęśliwa,
Już odmieniona. Nie udręcza mnie już namiętność.
Ciekawe, co przyjdzie na miejsce pożądania.
Mógłby to być duch mego własnego życia
Odwiedzający miejsca, gdzie było mu najlepiej,
Chodzący to tu i tam, witający skinieniem
Wszystko, co było mu najbardziej bliskie.
Teraz jestem w moim domu, słucham, jak krzyczą sowy
I myślę, czy powoli znów się ucieleśnię.

Adult

I’ve come back to the country where I was happy 
changed. Passion puts no terrible strain on me now. 
I wonder what will take the place of desire. 
I could be the ghost of my own life returning 
to the places I lived best. Walking here and there, 
nodding when I see something I cared for deeply. 
Now I’m in my house listening to the owls calling 
and wondering if slowly I will take on flesh again.

A %d blogueros les gusta esto: