Jerzy Plutowicz

1947 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

imagen del mundo

Te despierta el batir de las alas, o tal vez el batir de una venda
al viento. El tiempo es una gota de mercurio. Esta mujer

recoge del suelo un trozo de espejo roto, o tal vez un trozo
de hielo del barreño que de noche colocaste bajo

el techo con goteras. Recoge una aguja plateada, un negro
hilo que enrolla en su dedo -hilo para coser la herida-. Si

susurraras una pregunta para no producir eco, para no apagar
la antorcha que proyecta dos sombras. Esta mujer contestará

con la danza sobre el fondo de la imagen del mundo. Para
     consolidar tu sueño.

Fotogramas y collages de El espejo de Andréi Tarkovsky y La cueva de los sueños olvidados Werner Herzog

Bezsenność

Budzi cię łopot skrzydeł, a może łopot bandaża
na wietrze. Czas jest kroplą rtęci. Ta kobieta

podnosi z podłogi odłamek lustra, a może odłamek
lodu z miednicy, którą podstawiłeś nocą pod

przeciekający strop. Podnosi srebrną igłę, czarną
nić nawija na palec – nić do zszywania rany. Gdybyś

zapytał szeptem, by nie wywołać echa, nie zdmuchnąć
pochodni, która rzuca dwa cienie. Ta kobieta odpowie

tańcem – na tle obrazu świata. Żeby utrwalić twój sen.

Jerzy Plutowicz

1947 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

insomio

Un sueño con la muerte del mundo, en una casa hecha
de sombra, hecha de idea pura, adonde lleva una senda,
la empinada senda del pasado. Hecha bajo el cielo,
barbecho y desierto del cielo. Piedra, o quizá cristal,
que alguien, sin rostro, sin nombre, tiró a la ventana,
la ventana nocturna. ¿Qué hace la lámpara? Ilumina
la isla de las tinieblas, ilumina las alas de la sombra
que sobrevuela la casa en medio de la noche. El sabor
nocturno del agua del grifo. Algo como el mercurio
de un termómetro roto, la descomposición, el óxido.

Fotogramas de Stalker de Tarkovsky y Short fairy tale y Largo viaje hacia la noche de Bi Gan

Bezsenność

Sen o śmierci świata, w domu, który zbudowano
z cienia, zbudowano z czystej idei, do którego
prowadzi ścieżka, stroma ścieżka czasu przeszłego.
Zbudowano pod niebem, ugorem, pustynią nieba.
Kamień, a może kryształ, który ktoś, bez twarzy,
bez imienia, rzucił w okno, nocne okno. Co czyni
lampa? Ona oświetla wyspę mroku, oświetla
skrzydła cienia, który krąży nad domem pośród
nocy. Nocny smak wody z kranu. Coś jak rtęć
z pękniętego termometru, rozpad, rdza.

Jerzy Plutowicz

1947 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Regresa

Rodará una moneda, falsa, con dos águilas*. Se atascará en una grieta en el suelo, justo al lado de la estufa. Abrirás el libro del Apocalipsis, marcarás un párrafo con la uña. Todavía en tu mano se posa una secular mariposa, anterior a la catástrofe. Todavía cruje el eje de la tierra. Todavía en la palangana, olvidada sobre el tronco para trocear la carne, se sumerge el cielo. Regresa aquí, habita entre los tuyos. Regresa, sacúdete de la chaqueta el polvo de estrellas, responde a la pregunta planteada en un sueño. Regresa, esta ilusión viva es apenas una aproximación, apenas un columpio que se mece sobre el abismo. Apenas un balón para jugar al quemado que cae por las escaleras de buhardilla. Cuando la casa está tan desierta como un depósito de papeles viejos. Libro y música. Libro y arco iris sobre el huerto -son la señal-.

*el águila se encuentra en el anverso de la moneda polaca, esloty.

Fotogramas de Eleni (2004), I parte de la inacabada trilogía de Theo Angelopoulos (1935-2012)

Wróć

Potoczy się moneta, fałszywa, o dwóch orłach. Ugrzęźnie
w szczelinie podłogi, tuż obok pieca. Otworzysz księgę
z opisem Apokalipsy, zaznaczysz paznokciem akapit. Jeszcze
na dłoń siada motyl, wiekowy, sprzed katastrofy. Jeszcze
skrzypi ziemska oś. Jeszcze w miednicy, co na pniaku do
rąbania mięsa, zanurza się niebo. Wróć tu, zamieszkaj wśród
samych swoich. Wróć, otrzep marynarkę z gwiezdnego pyłu,
odpowiedz na pytanie zadane we śnie. Wróć, ta jawa jest
ledwie przybliżeniem, ledwie huśtawką, która kołysze się
nad otchłanią. Ledwie piłeczką do gry w zabijanego, która
spada ze schodów, co prowadzą na piętro. Gdy dom jest
bezludny jak skład makulatury. Księga i muzyka. Księga
i tęcza nad sadem – na znak.

Stanisław Lem

1921-2006, Polonia

Trad. Matilde Horne y F. A.

Solaris

Dime, ¿tú crees en Dios?
Snaut me echó una mirada inquieta.
—¿Qué?… ¿Quién cree todavía?…
Yo adopté un tono desenvuelto.
—No es tan sencillo. No se trata del Dios tradicional de las religiones de la Tierra. No soy especialista en historia de las religiones y tal vez no haya inventado nada. ¿Sabes, por casualidad, si existió alguna vez una fe en un dios… imperfecto?
Snaut frunció las cejas.
—¿Imperfecto? ¿Qué quieres decir? En cierto sentido, todos los dioses eran imperfectos, una suma de atributos humanos magnificados. El Dios del Antiguo Testamento, por ejemplo, exigía sumisión y sacrificios, y tenía celos de los otros dioses… Los dioses griegos, de humor belicoso, enredados en disputas de familia, eran tan imperfectos como los hombres.
Lo interrumpí.
—No, no pienso en dioses nacidos del candor de los seres humanos, sino en dioses de una imperfección fundamental, inmanente. Un dios limitado, falible, incapaz de prever las consecuencias de un acto, creador de fenómenos que provocan horror. Es un dios… enfermo, de una ambición superior a sus propias fuerzas, y él no lo sabe. Un dios que ha creado relojes, pero no el tiempo que ellos miden. Ha creado sistemas o mecanismos, con fines específicos, que han sido traicionados. Ha creado la eternidad, que sería la medida de un poder infinito, y que mide sólo una infinita derrota.
Snaut titubeó, pero ya no me mostraba esa desconfiada reserva de los últimos tiempos.
—El maniqueísmo, antaño…
Lo interrumpí.
—Ninguna relación con el principio del Bien y del Mal. Este dios no existe fuera de la materia, quisiera librarse de la materia, pero no puede…
Snaut reflexionó un instante.
—No conozco ninguna religión de ese tipo. Esta especie de religión nunca fue… necesaria. Si te comprendo, y temo haberte comprendido, piensas en un dios evolutivo, que se desarrolla en el tiempo, crece, y es cada vez más poderoso, aunque sabe también que no tiene bastante poder. Para tu dios, la condición divina no tiene salida; y habiendo comprendido esa situación, se desespera. Sí, pero el dios desesperado ¿no es el hombre, mi querido Kelvin? Es del hombre de quien me hablas.. Tu dios no es sólo una falacia filosófica, sino también una falacia mística.
—No, no se trata del hombre —insistí—. Es posible que en ciertos aspectos el hombre se acomode a esta definición provisional, y también deficiente. El hombre, a pesar de las apariencias, no inventa metas. El tiempo, la época, se las imponen. El hombre puede someterse a una época o sublevarse; pero el objeto aceptado o rechazado le viene siempre del exterior. Si sólo hubiese un hombre, quizá pudiera tratar de inventarse una meta; sin embargo, el hombre que no ha sido educado entre otros seres humanos no llega a convertirse en hombre. Y el ser que yo… que yo concibo… no puede existir en plural ¿comprendes?
Snaut señaló la ventana.
—Ah —dijo—, entonces…
—No, él tampoco. En el proceso de desarrollo, habrá rozado sin duda el estado divino, pero se encerró en sí mismo demasiado pronto. Es más bien un anacoreta, un eremita del cosmos, no un dios… El océano se repite, Snaut, y mi dios hipotético no se repetiría jamás. Tal vez esté ya en alguna parte, en algún recoveco de la Galaxia, y muy pronto, en un arrebato juvenil, apagará algunas estrellas y encenderá otras… Nos daremos cuenta al cabo de un tiempo.
—Ya nos hemos dado cuenta —dijo Snaut con acritud—. ¿Las novas y las supernovas serían entonces los cirios de un altar?
—Si tomas lo que digo al pie de la letra…
—Y Solaris es quizá la cuna de tu divino infante —continuó Snaut, con una sonrisa que le multiplicó las arrugas alrededor de los ojos—. Solaris es tal vez la primera fase de ese dios desesperado… Quizá esta inteligencia pueda desarrollarse inmensamente… Todas nuestras bibliotecas de solarística pueden no ser otra cosa que un repertorio de vagidos infantiles…
—Y durante un tiempo —proseguí— habremos sido los juguetes de ese bebé. Es posible. ¿Tú sabes lo que acabas de hacer? Has ideado una hipótesis enteramente nueva sobre el tema de Solaris. Felicitaciones. De pronto, todo se explica, la imposibilidad de establecer un contacto, la ausencia de respuestas, el comportamiento extravagante; todo corresponde a la conducta de un niño pequeño…
De pie frente a la ventana, Snaut refunfuñó:
—Renuncio a la paternidad de la hipótesis…
Contemplamos un rato las olas tenebrosas; una mancha pálida, oblonga, se dibujaba al este, en la bruma que velaba el horizonte.
Sin apartar los ojos del desierto centelleante, Snaut preguntó de pronto:
—¿De dónde sacaste esa idea de un dios imperfecto?
—No sé. Me parece muy verosímil. Es el único dios en el que yo podría creer, un dios cuya pasión no es una redención, un dios que no salva nada, que no sirve para nada: un dios que simplemente es.

Ciclo dedicado al Universo de Lem. 5-8 de abril en Cineteca de Madrid, 7-16 de junio en Planetario de Madrid.

Solaris

Powiedz mi, czy… wierzysz w Boga? Spojrzał na mnie bystro.
– Co ty? Kto wierzy jeszcze dziś… W jego oczach tlał niepokój.
– To nie jest takie proste – powiedziałem umyślnie lekkim tonem – bo nie chodzi mi o tradycyjnego Boga ziemskich wierzeń. Nie jestem religiologiem i może niczego nie wymyśliłem, ale nie wiesz przypadkiem, czy istniała kiedyś wiara w Boga… ułomnego?
– Ułomnego? – powtórzył unosząc brwi. – Jak to rozumiesz? W pewnym sensie bóg każdej religii był ułomny, bo obarczony ludzkimi cechami, powiększonymi tylko. Bóg Starego Testamentu był na przykład żądnym czołobitności i ofiar gwałtownikiem, zazdrosnym o innych bogów… greccy bogowie przez swą kłótliwość, waśnie rodzinne byli nie mniej po ludzku ułomni…
– Nie – przerwałem mu – mnie idzie o Boga, którego niedoskonałość wynika nie z prostoduszności jego ludzkich stwórców, ale stanowi jego najistotniejszą, immanentną cechę. Ma to być Bóg, ograniczony w swojej wszechwiedzy i wszechmocy, omylny w przewidywaniu przyszłości swoich dzieł, którego bieg ukształtowanych przezeń zjawisk może wprawić w przerażenie. Jest to Bóg… kaleki, który pragnie zawsze więcej, niż może, i nie od razu zdaje sobie z tego sprawę. Który skonstruował zegary, ale nie czas, jaki odmierzają. Ustroje czy mechanizmy, służące określonym celom, ale one przerosły te cele i zdradziły je. I stworzył nieskończoność, która z miary jego potęgi, jaką miała być, stała się miarą jego bezgranicznej klęski.
– Niegdyś, manicheizm… – zaczął wahając się, Snaut. Podejrzliwa rezerwa, z jaką zwracał się do mnie w ostatnim czasie, znikła.
– Ale to nie ma nic wspólnego z pierwiastkiem dobra i zła – przerwałem mu natychmiast. – Ten Bóg nie istnieje poza materią i nie może się od niej uwolnić, a tylko tego chce…
– Podobnej religii nie znam – powiedział po chwili milczenia. – Taka nie była nigdy… potrzebna. Jeśli cię dobrze rozumiem, a obawiam się, że tak, to myślisz o jakimś bogu ewoluującym, który rozwija się w czasie i dorasta, wznosząc się na coraz to wyższe piętra potęgi, do świadomości jej bezsiły? Ten twój Bóg to istota, która weszła w boskość jak w sytuację bez wyjścia, a pojąwszy to, oddała się rozpaczy. Tak, ale Bóg rozpaczający to przecież człowiek, mój drogi? Chodzi ci o człowieka… To nie tylko kiepska filozofia, to nawet kiepska mistyka.
– Nie – odpowiedziałem z uporem – nie chodzi mi o człowieka. Może być, że pewnymi rysami odpowiadałby tej prowizorycznej definicji, ale to tylko dlatego, że jest pełna luk.
Człowiek wbrew pozorom nie stwarza sobie celów. Narzuca mu je czas, w którym się urodził, może im służyć albo buntować się przeciw nim, ale przedmiot służby czy buntu jest dany z zewnątrz. Aby doświadczyć całkowitej wolności poszukiwania celów, musiałby być sam, a to się nie może udać, gdyż człowiek nie wychowany wśród ludzi nie może się stać człowiekiem. Ten… mój to musi być istota pozbawiona liczby mnogiej, wiesz?
– Ach – powiedział – że ja od razu… I wskazał ręką za okno.
– Nie – sprzeciwiłem się – i on nie. Najwyżej jako to, co ominęło w swoim rozwoju szansę boskości, zbyt wcześnie zasklepiwszy się w sobie. On jest raczej anachoretą, pustelnikiem kosmosu, a nie jego bogiem… On się powtarza, Snaut, a ten, o którym myślę, nigdy by tego nie zrobił. Może powstaje właśnie gdzieś, w którymś zakątku Galaktyki, i niebawem zacznie w przystępie młodzieńczego upojenia gasić jedne gwiazdy i zapałać inne zauważymy to po jakimś czasie…
– Jużeśmy zauważyli – rzekł kwaśno Snaut. – Novae i Supernovae… czy to są według ciebie świeczki jego ołtarza?
– Jeżeli chcesz to, co mówię, traktować tak dosłownie…
– A może właśnie Solaris jest kolebką twego boskiego niemowlęcia – dorzucił Snaut. Coraz wyraźniejszy uśmiech otoczył jego oczy cienkimi zmarszczkami. – Może on jest właśnie w twoim rozumieniu pierwociną, zalążkiem Boga rozpaczy, może jego witalne dziecięctwo przerasta jeszcze o góry jego rozumność, a to wszystko, co zawierają nasze biblioteki solarystyczne, jest tylko wielkim katalogiem jego niemowlęcych odruchów…
– My zaś przez pewien czas byliśmy jego zabawkami – dokończyłem. – Tak, to możliwe. I wiesz, co ci się udało? Stworzyć zupełnie nową hipotezę na temat Solaris, a to naprawdę nie byle co! I od razu masz wytłumaczenie niemożliwości nawiązania kontaktu, braku odpowiedzi, pewnych – nazwijmy je tak – ekstrawagancji w postępowaniu z nami; psychika małego dziecka…
– Rezygnuje z autorstwa – mruknął stając przy oknie. Przez dłuższą chwilę patrzyliśmy w czarne falowanie. U wschodniego horyzontu rysowała się we mgle blada, podługowata plamka.
– Skąd ci się wzięła ta koncepcja ułomnego Boga? – spytał nagle, nie odrywając oczu od zalanej blaskiem pustyni.
– Nie wiem. Wydała mi się bardzo, bardzo prawdziwa, wiesz? To jedyny Bóg, w którego byłbym skłonny uwierzyć, którego męka nie jest odkupieniem, niczego nie zbawia, nie służy niczemu, tylko jest.

Eiléan Ní Chuilleanáin

1942 – , Irlanda

Trad. Juan Arabia

El Prisionero Piensa en las Estrellas

La parte exterior de las estrellas
está cubierta de costras, su luz está llena
de cadáveres de polillas.

Y moviéndose al ritmo que producen
alas de polilla rígidas y sibilantes
ahogan el diapasón universal.

Cantan como ballenas sobre las cárceles,
casi golpean el tejado.

Tłum. Ada Trzeciakowska

Więzień myśli o gwiazdach

Od zewnętrznej strony gwiazdy
pokryte są strupami, a ich światło przyćmione
jest martwymi ciałami ciem.

Poruszając się do dźwięku, który wydają
świszczące i sztywne skrzydła ciem
tłumią uniwersalny kamerton.

Śpiewają niczym wieloryby nad murami więzień
niemalże uderzają w dach.

The Prisoner Thinks about the Stars

The outsides of stars
Are crusted, their light fretted
With dead bodies of moths.

And moving the sound they make
Sibilant stiff moth wings
Drowns the universal tuning-fork.

They sing like whales over the prisions,
They almost bump the roof.

Louise Glück

1943 – , Estados Unidos

Trad. Andrés Catalán

La terquedad de Penélope

Un pájaro llega a la ventana. Es un error
considerarlos solamente
pájaros, muy a menudo son
mensajeros. Por eso, una vez
se precipitan sobre el alfeizar, se quedan
perfectamente quietos, para burlarse
de la paciencia, alzando la cabeza para cantar
pobrecita, pobrecita, un aviso
de cuatro notas, para volar luego
del alfeizar al olivar como una nube oscura.
¿Pero quién enviaría a una criatura tan liviana
a juzgar mi vida? Tengo ideas profundas
y mi memoria es larga; ¿por qué iba a envidiar esa libertad
cuando tengo humanidad? Aquellos
que tienen el corazón más diminuto son dueños
de la mayor libertad.

Fotografía de Laura Makabresku

Tłum. Ada Trzeciakowska

Upór Penelopy

Ptak podleciał do okna. To błąd
uważać go
za ptaka, tak często są przecież
posłańcami. Dlatego opadłszy
na parapet, siedzą
idealnie nieruchome, podnosząc główkę by zaśpiewać
biedulko, biedaczynko, swoje trzynutowe
ostrzeżenie, a potem sfruwają
jak czarna chmura z parapetu do gaju oliwnego.
Ale kto mógłby wysłać tak nieważkie stworzenie
by osądzić moje życie? Myśli moje są głębokie
a pamięć długotrwała; jaki powód mam by zazdrościć mu wolności
jeśli dane mijest człowieczeństwo? Ci,
których serca są najmniejsze
największą cieszą się wolnością.

Fotografías de Laura Makabresku

Penelope’s Stubbornness

A bird comes to the window. It’s a mistake
to think of them
as birds, they are so often
messengers. That is why, once they
plummet to the sill, they sit
so perfectly still, to mock
patience, lifting their heads to sing
poor lady, poor lady, their three-note
warning, later flying
like a dark cloud from the sill to the olive grove.
But who would send such a weightless being
to judge my life? My thoughts are deep
and my memory long; why would I envy such freedom
when I have humanity? Those
with the smallest hearts
have the greatest freedom.

Blaga Dmitrova

1922-2003, Bulgaria

Trad. Zhivka Baltadzhieva

Dimensiones o cruz

De ala a ala,
abierta,
la medida del ave
para el horizonte.

De mano a mano,
en la cruz clavada,
la medida del hombre
para el Universo.

Tłum. Seweryn Pollak

Ukrzyżowanie czyli wymiary

Od skrzydła do skrzydła
rozpięci –
miara horyzontu
dla ptaka.

Od dłoni do dłoni
przygwożdżeni –
miara wszechświata
dla człowieka.

Hazlo tú mismo escultura que se encuentra en la fachada de la iglesia de Santa Isabel, cerca de la Plaza Mayor en Breslavia, inspirada en la obra de Eugeniusz Get-Stankiewicz del año 1977 con la cual que pretendía profundizar en el tema de la responsabilidad personal, en este caso concreto, de la crucifixión de Jesús. Foto: halcón por Jack Wolf

Eiléan Ní Chuilleanáin

1942 – , Irlanda

Lavado

Trad. Silvia Camerotto

Lava al hombre de la tierra; quita
la costra humana.
Veinte pies más abajo hay tierra fría e íntima
tan limpia.

Lava el hombre de la mujer:
el sudor ajeno de su piel, las cenizas de su cabello.
Ponla a secar al sol
las marcas azules en su pecho se borrarán.

Mujer y mundo, aún no
tan limpios como la gata
que salta al alféizar con un pescado entre sus dientes;
sus ojos fijos y curiosos reflejan la habitación mugrienta,
ella comienza a lavar el agua del pescado.

Mycie

Tłum. Jerzy Jarniewicz

Zmyj człowieka z ziemi; zedrzyj
Tę ludzką skorupę,
Dwadzieścia stóp w głąb jest gęsta, zimna ziemia,
Taka czysta.

Zmyj mężczyznę z kobiety:
Obcy pot z jej skóry, popioły z jej włosów.
Rozłóż ją w słońcu, by wyschła,
A zanikną na piersiach jej sine znamiona.

Kobieta i świat nie są jeszcze
Tak czyste jak kotka,
Która skacze na parapet z rybą w zębach;
W jej płaskich oczach odbija się ten nędzny pokój.
Kotka zmywa wodę z ryby.

Fotografía de Arno Rafael Minkkinen (1949 – , Finlandia)

Wash

Wash man out of the earth; shear off
The human shell.
Twenty feet down there´s close cold earth
So clean.

Wash the man out of the woman:
The strange sweat from her skin, the ashes from her hair.
Stretch her to dry in the sun
The blue marks on her breast will fade.

Woman and world not yet
Clean as the cat
Leaping to the windowsill with a fish in her teeth;
Her flat curious eyes reflect the squalid room,
She begins to wash the water from the fish.

Ángel M. Alcalá

1981- , España (Albacete)

La Tierra prometida

Cómo sería si alcanzásemos
              la Tierra Prometida
si nos respetan las tormentas de asteroides
si nos ignoran las estrellas que agonizan
si al final llegamos
y conseguimos levantar un campamento
tomar fuerzas
              producir oxígeno
creer de veras que podemos hacer todo
y volver a componer las sinfonías
las pirámides de Egipto
o el amor libre y puro de los hippies

cómo se hace
cómo programar un vídeo antiguo
              sin el manual de instrucciones
australopitecus
intentando manejar un smartphone

volver a empezar
de nuevo
haber de reconquistar nuestras propias almas
arrancarlas
de las garras de nuestros apegos
olvidar las fotos de los padres el día de su boda
las tardes que pasábamos con ella junto al río
los besos secuestrados en la madrugada
tener que redibujar todos los mapas que miden el tiempo
deber
querer
desear tener una soga y la gravedad de algún planeta
la tentación constante de salir afuera desnudos
dejarse amar por el vacío

si alguien nos dijera cómo regresar a casa
meter la marcha atrás
dar media vuelta
nosotros
nunca soñamos haber sido
una constelación de estrellas
no queríamos ser dioses
tan sólo anhelábamos dormir de nuevo
              en nuestra cama.

Fotogramas de High Life (2018) de Claire Denise

Tłum. Ada Trzeciakowska

Ziemia Obiecana

Jak byłby gdybyśmy dotarli do
          Ziemi Obiecanej
jeśli oszczędzą nas burze asteroidów
jeśli ominą nas agonizujące gwiazdy
jeśli ostatecznie dotrzemy tam
i uda się nam wznieść stację
zebrać siły
                  wytworzyć tlen
naprawdę uwierzyć, że możemy uczynić wszystko
i znów tworzyć symfonie
piramidy egipskie
wolną i czystą miłość hipisów

jak to się robi
jak zaprogramować stare wideo
                  bez instrukcji
australopitecus
próbujący użyć smartfona

zacząć
od nowa
musieć podbić nasze własne dusze
wyrwać je
ze szponów naszego przywiązania
wymazać z pamięci zdjęcia ślubne rodziców
popołudnia spędzone z nią nad rzeką
pocałunki skradzione o świcie
musieć nakreślić na nowo mapy
odmierzające czas
musieć
chcieć
pragnąć sznura i siły ciążenia jakieś planety
nieustanna pokusa by wybiec na zewnątrz nadzy
dać się kochać pustce

gdyby ktoś powiedział nam jak wrócić do domu
wrzucić wsteczny bieg
zawrócić
myśmy
nigdy nie śnili by być
konstelacją gwiazd
myślmy nie chcieli być bogami
jedyne czego pragnęliśmy to znów zasypiać
                  w naszych łóżkach.

Marcin Świetlicki

1961 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

El lunes negro

El instante en el que se encienden a la vez todas
las farolas de la ciudad. El instante cuando dices
aquel inconcebible ´no´ y de repente no sé qué hacer
a continuación: ¿morir? ¿salir? ¿no reaccionar?
El instante al sol cuando te observo desde la ventana del autobús,
tu cara es distinta a la que tienes cuando sabes que te miro
-ahora no me ves, miras la nada, el cristal
brillante detrás del que se supone que estoy yo-.
No más yo, no conmigo, no de esta forma, no aquí.
Puede pasar de todo, porque aquí pasa de todo.
Todo lo determinan tres posturas básicas:
hombre sobre mujer, mujer sobre hombre o la de ahora
-mujer y hombre separados por la luz.

Fotogramas de My Blueberry Nights (2007) de Wong Kar-Wai

Czarny Poniedziałek

Moment, kiedy się zapalają jednocześnie wszystkie
lampy uliczne w mieście. Moment, kiedy mówisz
to niepojęte «nie» i nagle nie wiem co z tym robić
dalej: umrzeć? wyjechać? nie zareagować?
Moment w słońcu, kiedy cię obserwuję z okna autobusu,
masz inną twarz niż w chwilach, kiedy wiesz, że patrzę
-a teraz mnie nie widzisz, patrzysz w nic, w błyszczącą
szybę, za którą niby jestem. Już nie ja, nie ze mną,
nie ten sposób, nie tutaj. Może zdarzyć się
wszystko, bo wszystko się wydarza. Wszystko określają
trzy podstawowe pozycje: mężczyzna na kobiecie,
kobieta na mężczyźnie albo to, co teraz
-kobieta i mężczyzna przedzieleni światłem.

Marcin Świetlicki

1961 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Los grillos

Grillos, oh, una infinidad, los cogíamos, juntándolos en parejas artificiales
los movíamos, se movían, movían, muy grandes, muy
verdes, el amor es un actividad hermosa -y lo hacían, el amor,
oh, oh, una infinidad de amor, hasta dejar la hierba viscosa,
una infinidad de hierba, los agitamos y derramamos, observando,
prenderles fuego, prender, ardía el suelo, la infancia era después,
es ahora en todos los recuerdos, antes había solo una infinidad,
los grillos, esa no es, no es, memoria a corto plazo
– nos han juntado, nos han derramado por la tierra,
estamos tiritando, tiritando, los grillos se están vengando-.

Fotografías de André Kertész (1894-1985)

Świerszcze

Świerszcze, o, zatrzęsienie, zbieraliśmy je, łącząc w sztuczne pary
poruszaliśmy nimi, ruszały się, ruszały, bardzo duże, bardzo
zielone, miłość jest piękną czynnością – i robiły to, tę miłość,
o, o, zatrzęsienie miłości, trawy miały tak lepko, zatrzęsienie traw,
roztrząsaliśmy je, patrzyliśmy, podpalić; podpalić, płonęła
ziemia, dzieciństwo było potem, jest teraz w tych wszystkich
przypomnieniach, przedtem jedynie było zatrzęsienie, świerszcze,
to nie jest, nie jest, nie jest krótka pamięć – połączyli nas,
rozlali nas po ziemi, trzęsiemy się, trzęsiemy, to świerszcze się mszczą.

Stanisław Lem

1921-2006, Polonia

Solaris

Trad. Matilde Horne y F. A.

No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta como es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo; partimos en busca de un planeta, de una civilización superior a la nuestra, pero desarrollada de acuerdo con un prototipo: nuestro pasado primitivo. Por otra parte, hay en nosotros algo que rechazamos; nos defendemos contra eso, y sin embargo subsiste, pues no dejamos la Tierra en un estado de prístina inocencia, no es sólo una estatua del Hombre-Héroe la que parte en vuelo. Nos posamos aquí tal como somos en realidad, y cuando la página se vuelve y nos revela otra realidad, esa parte que preferimos pasar en silencio, ya no estamos de acuerdo.
Yo había escuchado pacientemente.
—Pero ¿de qué hablas?
—De lo que todos queríamos: el contacto con otra civilización. ¡Se ha establecido el contacto! ¡El microscopio ya puede mostrarnos nuestra horrible fealdad, nuestra locura, nuestra vergüenza!
La voz le temblaba de rabia.
—Entonces ¿tú crees que es… el océano? ¿Que el océano provoca… esto? Pero ¿por qué? Todavía no pregunto cómo, pregunto ¡por qué! ¿Crees seriamente que trata de jugar con nosotros, o castigarnos?… ¡Demonomanía primaria! El planeta gobernado por un enorme demonio, que satisface las exigencias de un humor satánico enviando súcubos a los miembros de una expedición científica… ¡Snaut, no es posible que creas en semejantes disparates¡

Cartel de Victo Ngai

Solaris

Nie potrzeba nam innych światów. Potrzeba nam luster. Nie wiemy, co począć z innymi światami. Wystarczy ten jeden, a już się nim dławimy. Chcemy znaleźć własny, wyidealizowany obraz; to mają być globy, cywilizacje doskonalsze od naszej, w innych spodziewamy się znowu znaleźć wizerunek naszej prymitywnej przeszłości. Tymczasem po drugiej stronie jest coś, czego nie przyjmujemy, przed czym się bronimy, a przecież nie przywieźliśmy z Ziemi samego tylko destylatu cnót, bohaterskiego posągu Człowieka!
Przylecieliśmy tu tacy, jacy jesteśmy naprawdę, a kiedy druga strona ukazuje nam tę prawdę – tę jej część, którą przemilczamy – nie możemy się z tym zgodzić!
Więc co to jest? – spytałem, wysłuchawszy go cierpliwie.
To, czegośmy chcieli: kontakt z inną cywilizacją. Mamy go, ten kontakt! Wyolbrzymiona jak pod mikroskopem nasza własna, monstrualna brzydota, nasze błazeństwo i wstyd!!!
W jego głosie drżała wściekłość.
Uważasz zatem, że to… ocean? Że to on? Ale po co? Mniejsza już w tej chwili o mechanizm, ale na miłość boską, po co?! Czy myślisz serio, że chce się z nami bawić? Albo karać nas?! To jest dopiero prymitywna demonologia! Planeta opanowana przez bardzo wielkiego diabła, który dla zaspokojenia swojej żyłki szatańskiego humoru podsuwa członkom naukowej ekspedycji succuby! Sam chyba nie wierzysz w tak skończony idiotyzm?!