Un sueño con la muerte del mundo, en una casa hecha de sombra, hecha de idea pura, adonde lleva una senda, la empinada senda del pasado. Hecha bajo el cielo, barbecho y desierto del cielo. Piedra, o quizá cristal, que alguien, sin rostro, sin nombre, tiró a la ventana, la ventana nocturna. ¿Qué hace la lámpara? Ilumina la isla de las tinieblas, ilumina las alas de la sombra que sobrevuela la casa en medio de la noche. El sabor nocturno del agua del grifo. Algo como el mercurio de un termómetro roto, la descomposición, el óxido.
Fotogramas de Stalker de Tarkovsky y Short fairy tale y Largo viaje hacia la noche de Bi Gan
Bezsenność
Sen o śmierci świata, w domu, który zbudowano z cienia, zbudowano z czystej idei, do którego prowadzi ścieżka, stroma ścieżka czasu przeszłego. Zbudowano pod niebem, ugorem, pustynią nieba. Kamień, a może kryształ, który ktoś, bez twarzy, bez imienia, rzucił w okno, nocne okno. Co czyni lampa? Ona oświetla wyspę mroku, oświetla skrzydła cienia, który krąży nad domem pośród nocy. Nocny smak wody z kranu. Coś jak rtęć z pękniętego termometru, rozpad, rdza.
Rodará una moneda, falsa, con dos águilas*. Se atascará en una grieta en el suelo, justo al lado de la estufa. Abrirás el libro del Apocalipsis, marcarás un párrafo con la uña. Todavía en tu mano se posa una secular mariposa, anterior a la catástrofe. Todavía cruje el eje de la tierra. Todavía en la palangana, olvidada sobre el tronco para trocear la carne, se sumerge el cielo. Regresa aquí, habita entre los tuyos. Regresa, sacúdete de la chaqueta el polvo de estrellas, responde a la pregunta planteada en un sueño. Regresa, esta ilusión viva es apenas una aproximación, apenas un columpio que se mece sobre el abismo. Apenas un balón para jugar al quemado que cae por las escaleras de buhardilla. Cuando la casa está tan desierta como un depósito de papeles viejos. Libro y música. Libro y arco iris sobre el huerto -son la señal-.
*el águila se encuentra en el anverso de la moneda polaca, esloty.
Fotogramas de Eleni (2004), I parte de la inacabada trilogía de Theo Angelopoulos (1935-2012)
Wróć
Potoczy się moneta, fałszywa, o dwóch orłach. Ugrzęźnie w szczelinie podłogi, tuż obok pieca. Otworzysz księgę z opisem Apokalipsy, zaznaczysz paznokciem akapit. Jeszcze na dłoń siada motyl, wiekowy, sprzed katastrofy. Jeszcze skrzypi ziemska oś. Jeszcze w miednicy, co na pniaku do rąbania mięsa, zanurza się niebo. Wróć tu, zamieszkaj wśród samych swoich. Wróć, otrzep marynarkę z gwiezdnego pyłu, odpowiedz na pytanie zadane we śnie. Wróć, ta jawa jest ledwie przybliżeniem, ledwie huśtawką, która kołysze się nad otchłanią. Ledwie piłeczką do gry w zabijanego, która spada ze schodów, co prowadzą na piętro. Gdy dom jest bezludny jak skład makulatury. Księga i muzyka. Księga i tęcza nad sadem – na znak.
Dime, ¿tú crees en Dios? Snaut me echó una mirada inquieta. —¿Qué?… ¿Quién cree todavía?… Yo adopté un tono desenvuelto. —No es tan sencillo. No se trata del Dios tradicional de las religiones de la Tierra. No soy especialista en historia de las religiones y tal vez no haya inventado nada. ¿Sabes, por casualidad, si existió alguna vez una fe en un dios… imperfecto? Snaut frunció las cejas. —¿Imperfecto? ¿Qué quieres decir? En cierto sentido, todos los dioses eran imperfectos, una suma de atributos humanos magnificados. El Dios del Antiguo Testamento, por ejemplo, exigía sumisión y sacrificios, y tenía celos de los otros dioses… Los dioses griegos, de humor belicoso, enredados en disputas de familia, eran tan imperfectos como los hombres. Lo interrumpí. —No, no pienso en dioses nacidos del candor de los seres humanos, sino en dioses de una imperfección fundamental, inmanente. Un dios limitado, falible, incapaz de prever las consecuencias de un acto, creador de fenómenos que provocan horror. Es un dios… enfermo, de una ambición superior a sus propias fuerzas, y él no lo sabe. Un dios que ha creado relojes, pero no el tiempo que ellos miden. Ha creado sistemas o mecanismos, con fines específicos, que han sido traicionados. Ha creado la eternidad, que sería la medida de un poder infinito, y que mide sólo una infinita derrota. Snaut titubeó, pero ya no me mostraba esa desconfiada reserva de los últimos tiempos. —El maniqueísmo, antaño… Lo interrumpí. —Ninguna relación con el principio del Bien y del Mal. Este dios no existe fuera de la materia, quisiera librarse de la materia, pero no puede… Snaut reflexionó un instante. —No conozco ninguna religión de ese tipo. Esta especie de religión nunca fue… necesaria. Si te comprendo, y temo haberte comprendido, piensas en un dios evolutivo, que se desarrolla en el tiempo, crece, y es cada vez más poderoso, aunque sabe también que no tiene bastante poder. Para tu dios, la condición divina no tiene salida; y habiendo comprendido esa situación, se desespera. Sí, pero el dios desesperado ¿no es el hombre, mi querido Kelvin? Es del hombre de quien me hablas.. Tu dios no es sólo una falacia filosófica, sino también una falacia mística. —No, no se trata del hombre —insistí—. Es posible que en ciertos aspectos el hombre se acomode a esta definición provisional, y también deficiente. El hombre, a pesar de las apariencias, no inventa metas. El tiempo, la época, se las imponen. El hombre puede someterse a una época o sublevarse; pero el objeto aceptado o rechazado le viene siempre del exterior. Si sólo hubiese un hombre, quizá pudiera tratar de inventarse una meta; sin embargo, el hombre que no ha sido educado entre otros seres humanos no llega a convertirse en hombre. Y el ser que yo… que yo concibo… no puede existir en plural ¿comprendes? Snaut señaló la ventana. —Ah —dijo—, entonces… —No, él tampoco. En el proceso de desarrollo, habrá rozado sin duda el estado divino, pero se encerró en sí mismo demasiado pronto. Es más bien un anacoreta, un eremita del cosmos, no un dios… El océano se repite, Snaut, y mi dios hipotético no se repetiría jamás. Tal vez esté ya en alguna parte, en algún recoveco de la Galaxia, y muy pronto, en un arrebato juvenil, apagará algunas estrellas y encenderá otras… Nos daremos cuenta al cabo de un tiempo. —Ya nos hemos dado cuenta —dijo Snaut con acritud—. ¿Las novas y las supernovas serían entonces los cirios de un altar? —Si tomas lo que digo al pie de la letra… —Y Solaris es quizá la cuna de tu divino infante —continuó Snaut, con una sonrisa que le multiplicó las arrugas alrededor de los ojos—. Solaris es tal vez la primera fase de ese dios desesperado… Quizá esta inteligencia pueda desarrollarse inmensamente… Todas nuestras bibliotecas de solarística pueden no ser otra cosa que un repertorio de vagidos infantiles… —Y durante un tiempo —proseguí— habremos sido los juguetes de ese bebé. Es posible. ¿Tú sabes lo que acabas de hacer? Has ideado una hipótesis enteramente nueva sobre el tema de Solaris. Felicitaciones. De pronto, todo se explica, la imposibilidad de establecer un contacto, la ausencia de respuestas, el comportamiento extravagante; todo corresponde a la conducta de un niño pequeño… De pie frente a la ventana, Snaut refunfuñó: —Renuncio a la paternidad de la hipótesis… Contemplamos un rato las olas tenebrosas; una mancha pálida, oblonga, se dibujaba al este, en la bruma que velaba el horizonte. Sin apartar los ojos del desierto centelleante, Snaut preguntó de pronto: —¿De dónde sacaste esa idea de un dios imperfecto? —No sé. Me parece muy verosímil. Es el único dios en el que yo podría creer, un dios cuya pasión no es una redención, un dios que no salva nada, que no sirve para nada: un dios que simplemente es.
Powiedz mi, czy… wierzysz w Boga? Spojrzał na mnie bystro. – Co ty? Kto wierzy jeszcze dziś… W jego oczach tlał niepokój. – To nie jest takie proste – powiedziałem umyślnie lekkim tonem – bo nie chodzi mi o tradycyjnego Boga ziemskich wierzeń. Nie jestem religiologiem i może niczego nie wymyśliłem, ale nie wiesz przypadkiem, czy istniała kiedyś wiara w Boga… ułomnego? – Ułomnego? – powtórzył unosząc brwi. – Jak to rozumiesz? W pewnym sensie bóg każdej religii był ułomny, bo obarczony ludzkimi cechami, powiększonymi tylko. Bóg Starego Testamentu był na przykład żądnym czołobitności i ofiar gwałtownikiem, zazdrosnym o innych bogów… greccy bogowie przez swą kłótliwość, waśnie rodzinne byli nie mniej po ludzku ułomni… – Nie – przerwałem mu – mnie idzie o Boga, którego niedoskonałość wynika nie z prostoduszności jego ludzkich stwórców, ale stanowi jego najistotniejszą, immanentną cechę. Ma to być Bóg, ograniczony w swojej wszechwiedzy i wszechmocy, omylny w przewidywaniu przyszłości swoich dzieł, którego bieg ukształtowanych przezeń zjawisk może wprawić w przerażenie. Jest to Bóg… kaleki, który pragnie zawsze więcej, niż może, i nie od razu zdaje sobie z tego sprawę. Który skonstruował zegary, ale nie czas, jaki odmierzają. Ustroje czy mechanizmy, służące określonym celom, ale one przerosły te cele i zdradziły je. I stworzył nieskończoność, która z miary jego potęgi, jaką miała być, stała się miarą jego bezgranicznej klęski. – Niegdyś, manicheizm… – zaczął wahając się, Snaut. Podejrzliwa rezerwa, z jaką zwracał się do mnie w ostatnim czasie, znikła. – Ale to nie ma nic wspólnego z pierwiastkiem dobra i zła – przerwałem mu natychmiast. – Ten Bóg nie istnieje poza materią i nie może się od niej uwolnić, a tylko tego chce… – Podobnej religii nie znam – powiedział po chwili milczenia. – Taka nie była nigdy… potrzebna. Jeśli cię dobrze rozumiem, a obawiam się, że tak, to myślisz o jakimś bogu ewoluującym, który rozwija się w czasie i dorasta, wznosząc się na coraz to wyższe piętra potęgi, do świadomości jej bezsiły? Ten twój Bóg to istota, która weszła w boskość jak w sytuację bez wyjścia, a pojąwszy to, oddała się rozpaczy. Tak, ale Bóg rozpaczający to przecież człowiek, mój drogi? Chodzi ci o człowieka… To nie tylko kiepska filozofia, to nawet kiepska mistyka. – Nie – odpowiedziałem z uporem – nie chodzi mi o człowieka. Może być, że pewnymi rysami odpowiadałby tej prowizorycznej definicji, ale to tylko dlatego, że jest pełna luk. Człowiek wbrew pozorom nie stwarza sobie celów. Narzuca mu je czas, w którym się urodził, może im służyć albo buntować się przeciw nim, ale przedmiot służby czy buntu jest dany z zewnątrz. Aby doświadczyć całkowitej wolności poszukiwania celów, musiałby być sam, a to się nie może udać, gdyż człowiek nie wychowany wśród ludzi nie może się stać człowiekiem. Ten… mój to musi być istota pozbawiona liczby mnogiej, wiesz? – Ach – powiedział – że ja od razu… I wskazał ręką za okno. – Nie – sprzeciwiłem się – i on nie. Najwyżej jako to, co ominęło w swoim rozwoju szansę boskości, zbyt wcześnie zasklepiwszy się w sobie. On jest raczej anachoretą, pustelnikiem kosmosu, a nie jego bogiem… On się powtarza, Snaut, a ten, o którym myślę, nigdy by tego nie zrobił. Może powstaje właśnie gdzieś, w którymś zakątku Galaktyki, i niebawem zacznie w przystępie młodzieńczego upojenia gasić jedne gwiazdy i zapałać inne zauważymy to po jakimś czasie… – Jużeśmy zauważyli – rzekł kwaśno Snaut. – Novae i Supernovae… czy to są według ciebie świeczki jego ołtarza? – Jeżeli chcesz to, co mówię, traktować tak dosłownie… – A może właśnie Solaris jest kolebką twego boskiego niemowlęcia – dorzucił Snaut. Coraz wyraźniejszy uśmiech otoczył jego oczy cienkimi zmarszczkami. – Może on jest właśnie w twoim rozumieniu pierwociną, zalążkiem Boga rozpaczy, może jego witalne dziecięctwo przerasta jeszcze o góry jego rozumność, a to wszystko, co zawierają nasze biblioteki solarystyczne, jest tylko wielkim katalogiem jego niemowlęcych odruchów… – My zaś przez pewien czas byliśmy jego zabawkami – dokończyłem. – Tak, to możliwe. I wiesz, co ci się udało? Stworzyć zupełnie nową hipotezę na temat Solaris, a to naprawdę nie byle co! I od razu masz wytłumaczenie niemożliwości nawiązania kontaktu, braku odpowiedzi, pewnych – nazwijmy je tak – ekstrawagancji w postępowaniu z nami; psychika małego dziecka… – Rezygnuje z autorstwa – mruknął stając przy oknie. Przez dłuższą chwilę patrzyliśmy w czarne falowanie. U wschodniego horyzontu rysowała się we mgle blada, podługowata plamka. – Skąd ci się wzięła ta koncepcja ułomnego Boga? – spytał nagle, nie odrywając oczu od zalanej blaskiem pustyni. – Nie wiem. Wydała mi się bardzo, bardzo prawdziwa, wiesz? To jedyny Bóg, w którego byłbym skłonny uwierzyć, którego męka nie jest odkupieniem, niczego nie zbawia, nie służy niczemu, tylko jest.
Un pájaro llega a la ventana. Es un error considerarlos solamente pájaros, muy a menudo son mensajeros. Por eso, una vez se precipitan sobre el alfeizar, se quedan perfectamente quietos, para burlarse de la paciencia, alzando la cabeza para cantar pobrecita, pobrecita, un aviso de cuatro notas, para volar luego del alfeizar al olivar como una nube oscura. ¿Pero quién enviaría a una criatura tan liviana a juzgar mi vida? Tengo ideas profundas y mi memoria es larga; ¿por qué iba a envidiar esa libertad cuando tengo humanidad? Aquellos que tienen el corazón más diminuto son dueños de la mayor libertad.
Ptak podleciał do okna. To błąd uważać go za ptaka, tak często są przecież posłańcami. Dlatego opadłszy na parapet, siedzą idealnie nieruchome, podnosząc główkę by zaśpiewać biedulko, biedaczynko, swoje trzynutowe ostrzeżenie, a potem sfruwają jak czarna chmura z parapetu do gaju oliwnego. Ale kto mógłby wysłać tak nieważkie stworzenie by osądzić moje życie? Myśli moje są głębokie a pamięć długotrwała; jaki powód mam by zazdrościć mu wolności jeśli dane mijest człowieczeństwo? Ci, których serca są najmniejsze największą cieszą się wolnością.
A bird comes to the window. It’s a mistake to think of them as birds, they are so often messengers. That is why, once they plummet to the sill, they sit so perfectly still, to mock patience, lifting their heads to sing poor lady, poor lady, their three-note warning, later flying like a dark cloud from the sill to the olive grove. But who would send such a weightless being to judge my life? My thoughts are deep and my memory long; why would I envy such freedom when I have humanity? Those with the smallest hearts have the greatest freedom.
De ala a ala, abierta, la medida del ave para el horizonte.
De mano a mano, en la cruz clavada, la medida del hombre para el Universo.
Tłum. Seweryn Pollak
Ukrzyżowanie czyli wymiary
Od skrzydła do skrzydła rozpięci – miara horyzontu dla ptaka.
Od dłoni do dłoni przygwożdżeni – miara wszechświata dla człowieka.
Hazlo tú mismo escultura que se encuentra en la fachada de la iglesia de Santa Isabel, cerca de la Plaza Mayor en Breslavia, inspirada en la obra de Eugeniusz Get-Stankiewicz del año 1977 con la cual que pretendía profundizar en el tema de la responsabilidad personal, en este caso concreto, de la crucifixión de Jesús. Foto: halcón por Jack Wolf
Lava al hombre de la tierra; quita la costra humana. Veinte pies más abajo hay tierra fría e íntima tan limpia.
Lava el hombre de la mujer: el sudor ajeno de su piel, las cenizas de su cabello. Ponla a secar al sol las marcas azules en su pecho se borrarán.
Mujer y mundo, aún no tan limpios como la gata que salta al alféizar con un pescado entre sus dientes; sus ojos fijos y curiosos reflejan la habitación mugrienta, ella comienza a lavar el agua del pescado.
Mycie
Tłum. Jerzy Jarniewicz
Zmyj człowieka z ziemi; zedrzyj Tę ludzką skorupę, Dwadzieścia stóp w głąb jest gęsta, zimna ziemia, Taka czysta.
Zmyj mężczyznę z kobiety: Obcy pot z jej skóry, popioły z jej włosów. Rozłóż ją w słońcu, by wyschła, A zanikną na piersiach jej sine znamiona.
Kobieta i świat nie są jeszcze Tak czyste jak kotka, Która skacze na parapet z rybą w zębach; W jej płaskich oczach odbija się ten nędzny pokój. Kotka zmywa wodę z ryby.
Fotografía de Arno Rafael Minkkinen (1949 – , Finlandia)
Wash
Wash man out of the earth; shear off The human shell. Twenty feet down there´s close cold earth So clean.
Wash the man out of the woman: The strange sweat from her skin, the ashes from her hair. Stretch her to dry in the sun The blue marks on her breast will fade.
Woman and world not yet Clean as the cat Leaping to the windowsill with a fish in her teeth; Her flat curious eyes reflect the squalid room, She begins to wash the water from the fish.
Cómo sería si alcanzásemos la Tierra Prometida si nos respetan las tormentas de asteroides si nos ignoran las estrellas que agonizan si al final llegamos y conseguimos levantar un campamento tomar fuerzas producir oxígeno creer de veras que podemos hacer todo y volver a componer las sinfonías las pirámides de Egipto o el amor libre y puro de los hippies
cómo se hace cómo programar un vídeo antiguo sin el manual de instrucciones australopitecus intentando manejar un smartphone
volver a empezar de nuevo haber de reconquistar nuestras propias almas arrancarlas de las garras de nuestros apegos olvidar las fotos de los padres el día de su boda las tardes que pasábamos con ella junto al río los besos secuestrados en la madrugada tener que redibujar todos los mapas que miden el tiempo deber querer desear tener una soga y la gravedad de algún planeta la tentación constante de salir afuera desnudos dejarse amar por el vacío
si alguien nos dijera cómo regresar a casa meter la marcha atrás dar media vuelta nosotros nunca soñamos haber sido una constelación de estrellas no queríamos ser dioses tan sólo anhelábamos dormir de nuevo en nuestra cama.
Fotogramas de High Life (2018) de Claire Denise
Tłum. Ada Trzeciakowska
Ziemia Obiecana
Jak byłby gdybyśmy dotarli do Ziemi Obiecanej jeśli oszczędzą nas burze asteroidów jeśli ominą nas agonizujące gwiazdy jeśli ostatecznie dotrzemy tam i uda się nam wznieść stację zebrać siły wytworzyć tlen naprawdę uwierzyć, że możemy uczynić wszystko i znów tworzyć symfonie piramidy egipskie wolną i czystą miłość hipisów
jak to się robi jak zaprogramować stare wideo bez instrukcji australopitecus próbujący użyć smartfona
zacząć od nowa musieć podbić nasze własne dusze wyrwać je ze szponów naszego przywiązania wymazać z pamięci zdjęcia ślubne rodziców popołudnia spędzone z nią nad rzeką pocałunki skradzione o świcie musieć nakreślić na nowo mapy odmierzające czas musieć chcieć pragnąć sznura i siły ciążenia jakieś planety nieustanna pokusa by wybiec na zewnątrz nadzy dać się kochać pustce
gdyby ktoś powiedział nam jak wrócić do domu wrzucić wsteczny bieg zawrócić myśmy nigdy nie śnili by być konstelacją gwiazd myślmy nie chcieli być bogami jedyne czego pragnęliśmy to znów zasypiać w naszych łóżkach.
El instante en el que se encienden a la vez todas las farolas de la ciudad. El instante cuando dices aquel inconcebible ´no´ y de repente no sé qué hacer a continuación: ¿morir? ¿salir? ¿no reaccionar? El instante al sol cuando te observo desde la ventana del autobús, tu cara es distinta a la que tienes cuando sabes que te miro -ahora no me ves, miras la nada, el cristal brillante detrás del que se supone que estoy yo-. No más yo, no conmigo, no de esta forma, no aquí. Puede pasar de todo, porque aquí pasa de todo. Todo lo determinan tres posturas básicas: hombre sobre mujer, mujer sobre hombre o la de ahora -mujer y hombre separados por la luz.
Fotogramas de My Blueberry Nights (2007) de Wong Kar-Wai
Czarny Poniedziałek
Moment, kiedy się zapalają jednocześnie wszystkie lampy uliczne w mieście. Moment, kiedy mówisz to niepojęte «nie» i nagle nie wiem co z tym robić dalej: umrzeć? wyjechać? nie zareagować? Moment w słońcu, kiedy cię obserwuję z okna autobusu, masz inną twarz niż w chwilach, kiedy wiesz, że patrzę -a teraz mnie nie widzisz, patrzysz w nic, w błyszczącą szybę, za którą niby jestem. Już nie ja, nie ze mną, nie ten sposób, nie tutaj. Może zdarzyć się wszystko, bo wszystko się wydarza. Wszystko określają trzy podstawowe pozycje: mężczyzna na kobiecie, kobieta na mężczyźnie albo to, co teraz -kobieta i mężczyzna przedzieleni światłem.
Grillos, oh, una infinidad, los cogíamos, juntándolos en parejas artificiales los movíamos, se movían, movían, muy grandes, muy verdes, el amor es un actividad hermosa -y lo hacían, el amor, oh, oh, una infinidad de amor, hasta dejar la hierba viscosa, una infinidad de hierba, los agitamos y derramamos, observando, prenderles fuego, prender, ardía el suelo, la infancia era después, es ahora en todos los recuerdos, antes había solo una infinidad, los grillos, esa no es, no es, memoria a corto plazo – nos han juntado, nos han derramado por la tierra, estamos tiritando, tiritando, los grillos se están vengando-.
Fotografías de André Kertész (1894-1985)
Świerszcze
Świerszcze, o, zatrzęsienie, zbieraliśmy je, łącząc w sztuczne pary poruszaliśmy nimi, ruszały się, ruszały, bardzo duże, bardzo zielone, miłość jest piękną czynnością – i robiły to, tę miłość, o, o, zatrzęsienie miłości, trawy miały tak lepko, zatrzęsienie traw, roztrząsaliśmy je, patrzyliśmy, podpalić; podpalić, płonęła ziemia, dzieciństwo było potem, jest teraz w tych wszystkich przypomnieniach, przedtem jedynie było zatrzęsienie, świerszcze, to nie jest, nie jest, nie jest krótka pamięć – połączyli nas, rozlali nas po ziemi, trzęsiemy się, trzęsiemy, to świerszcze się mszczą.
No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta como es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo; partimos en busca de un planeta, de una civilización superior a la nuestra, pero desarrollada de acuerdo con un prototipo: nuestro pasado primitivo. Por otra parte, hay en nosotros algo que rechazamos; nos defendemos contra eso, y sin embargo subsiste, pues no dejamos la Tierra en un estado de prístina inocencia, no es sólo una estatua del Hombre-Héroe la que parte en vuelo. Nos posamos aquí tal como somos en realidad, y cuando la página se vuelve y nos revela otra realidad, esa parte que preferimos pasar en silencio, ya no estamos de acuerdo. Yo había escuchado pacientemente. —Pero ¿de qué hablas? —De lo que todos queríamos: el contacto con otra civilización. ¡Se ha establecido el contacto! ¡El microscopio ya puede mostrarnos nuestra horrible fealdad, nuestra locura, nuestra vergüenza! La voz le temblaba de rabia. —Entonces ¿tú crees que es… el océano? ¿Que el océano provoca… esto? Pero ¿por qué? Todavía no pregunto cómo, pregunto ¡por qué! ¿Crees seriamente que trata de jugar con nosotros, o castigarnos?… ¡Demonomanía primaria! El planeta gobernado por un enorme demonio, que satisface las exigencias de un humor satánico enviando súcubos a los miembros de una expedición científica… ¡Snaut, no es posible que creas en semejantes disparates¡
Cartel de Victo Ngai
Solaris
Nie potrzeba nam innych światów. Potrzeba nam luster. Nie wiemy, co począć z innymi światami. Wystarczy ten jeden, a już się nim dławimy. Chcemy znaleźć własny, wyidealizowany obraz; to mają być globy, cywilizacje doskonalsze od naszej, w innych spodziewamy się znowu znaleźć wizerunek naszej prymitywnej przeszłości. Tymczasem po drugiej stronie jest coś, czego nie przyjmujemy, przed czym się bronimy, a przecież nie przywieźliśmy z Ziemi samego tylko destylatu cnót, bohaterskiego posągu Człowieka! Przylecieliśmy tu tacy, jacy jesteśmy naprawdę, a kiedy druga strona ukazuje nam tę prawdę – tę jej część, którą przemilczamy – nie możemy się z tym zgodzić! Więc co to jest? – spytałem, wysłuchawszy go cierpliwie. To, czegośmy chcieli: kontakt z inną cywilizacją. Mamy go, ten kontakt! Wyolbrzymiona jak pod mikroskopem nasza własna, monstrualna brzydota, nasze błazeństwo i wstyd!!! W jego głosie drżała wściekłość. Uważasz zatem, że to… ocean? Że to on? Ale po co? Mniejsza już w tej chwili o mechanizm, ale na miłość boską, po co?! Czy myślisz serio, że chce się z nami bawić? Albo karać nas?! To jest dopiero prymitywna demonologia! Planeta opanowana przez bardzo wielkiego diabła, który dla zaspokojenia swojej żyłki szatańskiego humoru podsuwa członkom naukowej ekspedycji succuby! Sam chyba nie wierzysz w tak skończony idiotyzm?!