Annie Ernaux

1940 – , Francia

Trad. Lydia Vázquez Jiménez

Los años

Más que nunca las mujeres constituían un grupo vigilado, cuyos comportamientos, gustos y deseos eran objeto de un discurso asiduo, de una atención inquieta y triunfante. Tenían fama de haber «obtenido todo», de «estar en todas partes» y de «alcanzar en la escuela mejores resultados que los chicos». Como de costumbre, los indicios de su emancipación se buscaban en sus cuerpos, en su audacia vestimentaria y sexual. Que digan «ligarme a un tío», que desvelen sus fantasmas y se pregunten en Elle si «tenían buen rollo en la cama» era la prueba de su libertad y de su igualdad con los hombres. La ofrenda perpetua de sus pechos y sus muslos en la publicidad tenía que ser apreciada como un homenaje a su belleza. El feminismo era una vieja ideología vengadora y carente de humor, que las jóvenes no necesitaban ya, que ellas mismas contemplaban con condescendencia, pues ya no dudaban ni de su fuerza ni de su igualdad. (Pero seguían leyendo más novelas que los hombres como si tuvieran que dar una forma imaginaria a sus vidas.) «Gracias a los hombres por amar a las mujeres», titulaba un periódico femenino. El olvido de sus luchas era total, única memoria que no fue recuperada oficialmente.
Con la píldora, se habían convertido en las dueñas de la vida, pero eso no se aireaba.
Nosotras que habíamos abortado en las cocinas, que nos habíamos divorciado, que habíamos creído que nuestros esfuerzos servirían para liberar a las demás, nos sentíamos cansadas. Ya no sabíamos si se había producido la revolución de las mujeres. Cincuenta años después seguíamos pendientes de la sangre pero ya no tenía el mismo color ni el mismo olor, era como una sangre ilusoria. No obstante, esa segmentación regular del tiempo que podíamos mantener hasta la muerte nos daba confianza. Llevábamos vaqueros y mallas, camisetas como las chicas de quince años, decíamos como ellas «mi chico» para hablar de nuestro amante de tumo. A medida que envejecíamos dejábamos de tener una edad. Escuchábamos Only you o Capri c’est finí en Radio Nostalgie, una juvenil dulzura nos invadía, el presente se estiraba hasta nuestros twenties. En comparación con nuestras madres, encerradas en sí mismas y sudorosas en su menopausia, teníamos la impresión de ganarte la batalla al tiempo.
 (Las mujeres jóvenes soñaban con encontrar al hombre de su vida, las de más de cincuenta que ya habían tenido uno no querían más.)
 A los hijos, los varones sobre todo, les costaba mucho abandonar el domicilio familiar, el frigorífico lleno, la ropa lavada, el ruido de fondo de las cosas de la infancia. Hacían el amor con toda inocencia en el dormitorio contiguo al nuestro. Se instalaban en una prolongada juventud, el mundo no los esperaba. Y nosotros, al alimentarlos, al seguir ocupándonos de ellos, teníamos la impresión de seguir en la misma época, sin ruptura.
Es la foto de una mujer tomada de frente hasta las caderas en un jardín lleno de maleza. La melena larga rubia-pelirroja cae suelta sobre el cuello de un abrigo negro, amplio, ostentoso. Una parte de la bufanda rosa pastel extrañamente estrecha para ese abrigo, cae por encima de su hombro izquierdo. Tiene en brazos un gato blanco y negro de la especie más común y sonríe al objetivo, con la cabeza ligeramente inclinada, en una actitud de ternura seductora. Los labios están muy sonrosados, sin duda realzados por un brillo a juego con la bufanda. La raya más clara que separa los cabellos indica un crecimiento de la raíz. El rostro oval y lleno, los pómulos elevados contrastan por su juventud con las ojeras y el fino entramado de arrugas en la frente. La amplitud del abrigo no permite determinar la complexión pero las manos y las muñecas que asoman por las mangas para sostener el gato son finas, con las articulaciones marcadas. Es una foto de invierno, con la luz de un sol pálido sobre la piel de la cara y las manos, los matorrales de hierbas secas, las ramas deshojadas delante de un fondo borroso de vegetación y una línea lejana de edificios. En el dorso, Cerg y. 3 de febrero 1992.
Se desprende de ella una impresión de dejadez controlada, de «plenitud» como dice la prensa femenina para las mujeres entre cuarenta y cincuenta y cinco años. La foto ha sido tomada en el jardín de la casa donde vive sola con el gato, en realidad una gata de un año y medio. Hace diez años vivían aquí su marido, dos adolescentes, su madre de vez en cuando. Era el centro de un círculo que no habría podido funcionar sin ella, desde la decisión de cuándo lavar las sábanas a las reservas de hoteles para las vacaciones. Su marido está lejos, se ha vuelto a casar y ha tenido un hijo, su madre se ha muerto, sus hijos se han independizado. Constata esa desposesión serenamente, como una trayectoria ineluctable. Cuando hace las compras en Alcampo, no necesita coger un carro, le basta con una cesta. Solo recupera su función de madre nutricia los fines de semana cuando sus hijos vuelven a casa. Aparte de sus obligaciones laborales, clases y corrección de exámenes, dedica su tiempo a la gestión de sus gustos personales y de sus deseos, lectura, cine, teléfono, correspondencia y aventuras amorosas. La constante inquietud material y moral por los demás que caracterizaba su vida conyugal y familiar se ha alejado de ella. Un interés por las causas humanitarias la ha sustituido, más liviano. Sumida en esa disolución de las obligaciones y esa apertura de posibles, se siente coincidente con el movimiento de la época tal como lo presentan Elle o Mane Claire para las mujeres treintañeras de clase media alta.
A veces se observa desnuda, en el espejo del cuarto de baño, el torso y el pecho menudos, la cintura muy marcada, el vientre ligeramente abombado, los muslos pesados con una hinchazón justo encima de las rodillas, el sexo bien visible ahora que el vello le clarea, una raja pequeña en comparación con las exhibidas en las películas X. Pequeños surcos azules cerca de la ingle, huella de las estrías de sus embarazos. Se asombra: es el mismo cuerpo desde que dejó de crecer, alrededor de los dieciséis años.
En ese momento en el que está mirando con ternura el objetivo (sin duda es un hombre el que hace la foto), se piensa como una mujer que ha vivido hace tres años una pasión violenta por un ruso. Su estado de deseo y de dolor ha desaparecido, sigue sintiendo la forma, pero la figura de ese hombre le resulta cada vez más lejana y penosa. Querría acordarse de cómo pensaba en él cuando se fue de Francia para siempre, qué ola de imágenes suyas la sumergía y encerraba su presencia dentro de ella como en un tabernáculo.

Fotograms de El tercer hombre de Carol Reed

Tłum. Krzysztof Jarosz i Magdalena Budzińska

Lata

Kobiety bardziej niż kiedykolwiek podlegały nadzorowi, ich zachowania, upodobania i pragnienia stanowiły przedmiot zażartych dyskusji, niespokojnej i triumfującej uwagi. Twierdzono, że „dostały wszystko”, „są wszędzie”, a w szkole „osiągają lepsze wyniki niż chłopcy”. Jak zawsze oznak ich emancypacji dopatrywano się w ich ciele, w zuchwałych ubiorach i zachowaniu seksualnym. To, że mówią „podrywać chłopców”, opowiadają o swoich fantazjach i na łamach „Elle” zastanawiają się, czy są „dobre w łóżku”, było dowodem ich wolności i równouprawnienia. Bezustanne wykorzystywanie w reklamach ich piersi i ud miało być doceniane jako hołd składany ich pięknu. Feminizm był starą, mściwą i pozbawioną poczucia humoru ideologią, której młode kobiety już nie potrzebowały, patrzyły na nią pobłażliwie, nie wątpiąc o swojej sile i równości. (Ale ciągle czytały więcej powieści niż mężczyźni, jakby potrzebowały nadać swojemu życiu wyimaginowaną formę). Dzięki wam, mężczyźni, że kochacie kobiety – taki tytuł zamieści pewna kobieca gazeta. Ich walkę pokrywał cień zapomnienia, jedyna pamięć, której oficjalnie nie podsycano.
Wraz z pigułką stały się paniami życia, lecz tego się nie rozgłaszało.
Nas, które przeszłyśmy aborcje w kuchniach, rozwiodłyśmy się i łudziłyśmy, że nasze wysiłki zmierzające do wyzwolenia samych siebie posłużą też innym, ogarniało wielkie znużenie. Nie wiedziałyśmy już, czy rewolucja kobiet naprawdę się odbyła. Po pięćdziesiątce wciąż jeszcze krwawiłyśmy. Ta krew nie miała już tej samej barwy ani zapachu co przedtem, była jakby iluzoryczna, uspokajała nas jednak regularność odmierzania czasu, którą można było utrzymać aż do śmierci. Nosiłyśmy dżinsy, legginsy i T-shirty jak piętnastoletnie dziewczyny, jak one mówiłyśmy „mój chłopak” na naszego stałego kochanka. Gdy w Radiu Nostalgia słyszałyśmy Only You czy Capri, c’est fini, ogarniało nas młodociane rozmarzenie, teraźniejszość rozszerzała się wstecz aż na lata, gdy byłyśmy po dwudziestce. W porównaniu z naszymi matkami, zamkniętymi w sobie i pocącymi się w swojej menopauzie, my miałyśmy wrażenie, że wygrywamy z czasem.
(Młode kobiety marzyły o tym, żeby się związać z mężczyzną, czego nie chciały już te po pięćdziesiątce, które kiedyś były w stałym związku).
Dzieci, zwłaszcza chłopcy, niechętnie opuszczały gniazdo rodzinne, pełną lodówkę, czyste ubrania, znane od dzieciństwa domowe odgłosy. Niewinnie kochały się w pokoju sąsiadującym z naszym. Mościły w przedłużonej młodości, świat na nie nie czekał. A my karmiłyśmy je, w dalszym ciągu troszczyłyśmy się o nie, miałyśmy wrażenie, że żyjemy ciągle w tym samym nieprzerwanym czasie.
Oto kobieta sfotografowana od głowy po biodra w ogrodzie pełnym krzewów. Jej długie rudoblond włosy leżą na kołnierzu grubego, czarnego, obszernego płaszcza, który wygląda na drogi. Na lewe ramię zarzuciła koniec landrynkowo różowego szalika, dziwnie wąskiego w zestawieniu z płaszczem. Na rękach trzyma czarno-białego kota pospolitej rasy, uśmiecha się, spoglądając w obiektyw, i przechyla głowę w pozie pełnej uwodzicielskiej słodyczy. Wargi ma bardzo różowe, bez wątpienia uwydatnione błyszczkiem dobranym pod kolor szalika. Jaśniejszy pas włosów wzdłuż przedziałka sygnalizuje odrosty. Kształtny, młody owal jej twarzy i wysokie kości policzkowe kontrastują z workami pod oczami i delikatną siatką zmarszczek na czole. Obszerny płaszcz nie pozwala określić figury, lecz dłonie wystające z rękawów i trzymające kota są chude, z widocznymi ścięgnami. To zdjęcie zrobiono zimą: blade światło słoneczne na skórze twarzy i dłoni, kępy suchej trawy, bezlistne gałęzie na tle niewyraźnej roślinności, w oddali linia bloków. Na odwrocie: „Cergy, 3 lutego ’92”.
Emanuje z niej wrażenie powściąganego rozluźnienia, aura kobiety „spełnionej”, jak kolorowe magazyny określają panie między czterdziestym a pięćdziesiątym piątym rokiem życia. Zdjęcie zrobiono w ogrodzie koło domu, w którym mieszka sama z półtoraroczną kotką. Dziesięć lat temu mieszkali tu jej mąż, dwóch dorastających synów i od czasu do czasu także jej matka. Kobieta była osią koła, które bez niej nie mogło się obracać – od podjęcia decyzji o zrobieniu prania po rezerwację hotelu na wakacje. Jej mąż jest teraz daleko, ożenił się powtórnie i ma dziecko, matka zmarła, synowie mieszkają gdzie indziej. Spokojnie akceptuje swoją samotność jako nieunikniony etap życia. Gdy robi zakupy w Auchan, nie musi już brać wózka, wystarcza jej koszyk. Funkcję żywicielki odzyskuje tylko w weekendy, gdy synowie wracają do domu. Poza obowiązkami zawodowymi, prowadzeniem lekcji i poprawą prac pisemnych, swój czas poświęca na zaspokajanie osobistych upodobań i pragnień, lekturę, filmy, telefonowanie, korespondencję i przygody miłosne. Nie musi już przejawiać bezustannej materialnej i moralnej troski o innych, co charakteryzowało jej życie małżeńskie i rodzinne. Zastąpiło ją mniej absorbujące zainteresowanie działalnością humanitarną. Ten zanik poczucia obowiązku i otwarcie na nowe możliwości sprawiają, że czuje się w zgodzie z trendami epoki, wyrażanymi w „Elle” czy „Marie Claire”, magazynach czytanych przez ponadtrzydziestoletnie kobiety z klasy średniej i wyższej.
Zdarza się jej obserwować siebie nagą w łazienkowym lustrze, szczupły tors i drobne piersi, wcięta talia, brzuch lekko zaokrąglony, ciężkie uda z wypukłością nad kolanami, płeć dobrze widoczna teraz, gdy włosy łonowe są rzadsze, szpara mała w porównaniu z tymi, które pokazują w filmach pornograficznych. Dwa podłużne niebieskie rowki blisko pachwin, ślady rozstępów po ciążach. Dziwi się: to jest to samo ciało, odkąd mniej więcej w wieku szesnastu lat przestała rosnąć.
W tej chwili, gdy zalotnie spogląda w obiektyw – bez wątpienia zdjęcie robi mężczyzna – myśli o sobie jako o kobiecie, która trzy lata wcześniej przeżyła namiętny związek z pewnym Rosjaninem. Stan pożądania i bólu, w jakim się wtedy pogrążyła, zniknął. Kobieta czuje ciągle jego zarys, lecz twarz tego mężczyzny staje się coraz bardziej odległa i zniekształcona. Chciałaby sobie przypomnieć, jak o nim myślała, gdy opuścił Francję, przywołać ciąg obrazów, który wypełniał ją całkowicie i sprawiał, że jego obecność była w niej zamknięta niczym w tabernakulum.

Annie Ernaux, collage propio

María Ángeles Pérez López

Enhorabuena a María Ángeles Pérez López quien acaba de ganar el Premio Nacional de la Crítica Literaria en poesía castellana por el poemario Incendio mineral.

1967 – , España (Valladolid)

***

 ¿Y si eres nadie?
 Miras dentro de ti y solo hay un inmenso páramo en el que nada se oye. Ni siquiera la respiración agitada en el incendio de aquello que fuiste. ¿Adónde irás cargando tu vacío?
 Nada pesa lo que no tienes, pero no hay ligereza posible para ti porque el vacío te arrastra hacia sus pies. Ha arrasado con toda la flora, los días sin viento, las reservas de agua y de pardales. Quedan muchos más pájaros atrapados contra las vallas: vencejos, cormoranes, petirrojos. Un viejísimo albatros sacude su cabeza como si se hubiera atragantado con un mal verso. Entre ellos se disputan las raspas del sol y todos los poemas sobre ruiseñores o palomas que han sido capaces de digerir. Disputan también con quienes han quedado crucificados contra esas vallas, atrapados en la larga migración del hambre, de la guerra.
  Y mientras, tú sobre tu páramo vacío.
Te asomas con miedo al brocal de la boca y solo se ve un espejo negro que parece saludarte desde el fondo. También alguna mano de gente difusa tras tantas pantallas entreabiertas. Nada se oye sino la frugalidad de la desgana.
 A lo lejos, tal vez el agua pida que abras la puerta de tu cuerpo. ¿O vas a conformarte con ser páramo? ¿Eriazo que no habilitan las hormigas? ¿Pedregal que golpea con su sed?
 ¿Y si nadie somos todos? Pájaro perro, pájaro persona, población y polluelo enardecido. ¿Qué harás en el tránsito de las taxonomías?
 En ti están los cien mil caracteres hereditarios que te atan dulcemente a los demás, los tres mil millones de letras del genoma humano que has aprendido sin esfuerzo y silbas con felicidad al levantarte, veinticuatro de los noventa elementos químicos, todas las maletas que quedan extraviadas frente a las aduanas y las noches de Ítaca y Caronte.
 En ti, partículas lejanísimas de estrellas y otros parientes, piedras, peces, patronímicos, banderas deslucidas y otros trapos del dolor. Incluso meteoros en el festejo de la luz.
 Todos ellos te bendicen y completan.
 Bendicen cada una de las capas freáticas que alimentas con tu desesperación y tu amor radical a esta extrañeza que llamaron vivir, estar viviendo.
 Porque tú no eres suficiente para ti.
 Desconoces quién eres y no importa.
 De pronto apremian la vida y los tendones. De pronto estallan granos rojísimos de luz sobre la superficie torpe de tu lengua. Algunos estorninos los disputan y te besan con su canción de alambre.
 ¿Cómo dejar entonces que el día colisione? ¿Que haya personas aparcadas como muebles mientras viajan las mesas en primera?
 Alguna vez recibiste en herencia un baúl y una silla de esparto pero hoy todo ha sido arrasado por el fuego, hasta el flequillo que desordenó los días y la expiación y nota a lápiz del convenio laboral, mientras hay personas aparcadas como muebles y están dentro de ti, son tu apellido. Con el agua que mana de sus letras humedeces tu frente y te levantas.

                         con Fernando Pessoa
                          y Antonio Machado

                   (De Incendio mineral)

1.2.Fotos propias 3. Laura Makabresku

Tłum. Ada Trzeciakowska

***

 A co, jeśli jesteś nikim?
Spoglądasz w głąb siebie samego, a tam rozciąga się tylko niezmierzone pustkowie, gdzie nie posłyszysz nic, nawet wzburzonego oddechu w ogniu tego, czym byłeś.  Dokąd się udasz obciążony pustką?
Nie waży nic, to czego nie masz, ale lekkość nie jest ci dana, pustka ciągnie cię i wlecze ku sobie. Wyniszczyła całą florę, skończyła z bezwietrznymi dniami, zasobami wody i wróbli. W ogrodzeniach ugrzęzło wiele ptaków: jerzyków, kormoranów, rudzików. Stary albatros potrząsa głową, jakby zadławił się złym wierszem. Sprzeczają się między sobą o słoneczne łuski i wszystkie wiersze o słowikach czy gołębiach, które zdołały przetrawić. Prowadzą też dysputy z tymi, którzy zostali ukrzyżowani na tych palisadach, uwięzieni w długiej wędrówce głodu i wojny.
 A ty tymczasem tkwisz na swym pustkowiu.
Zaglądasz z obawą w czeluść ust i dostrzegasz jedynie czarne lustro, które zdaje się witać Cię od dołu. Także czyjaś ręka niewyraźna za tyloma przymkniętymi ekranami. Nie dobiega nic poza umiarkowanym zniechęceniem.
W oddali, być może woda prosi cię, byś otworzył drzwi do swego ciała. A może zadowolisz się tym pustkowiem? Byciem nieużytkiem, którego nie przystosują mrówki? Kamienistą ziemią, która uderza swoim pragnieniem?
 A co, jeśli każdy z nas jest nikim? Pies-ptak, osoba-ptak, społeczeństwo i pobudzone pisklę – Co zrobisz w czasie przepływu taksonomii?
Kryje się tobie sto tysięcy znaków dziedzicznych słodko wiążących cię z innymi, trzy miliardy liter ludzkiego genomu, których nauczyłeś się bez wysiłku i wygwizdujesz z rozkoszą, gdy wstajesz, dwadzieścia cztery z dziewięćdziesięciu pierwiastków chemicznych, wszystkie walizki, które przepadły przed odprawą celną, noce Itaki i Charona.
W tobie – najodleglejsze drobiny gwiazd i innych krewnych, kamienie, ryby, odojcowskie imiona, wypłowiałe chorągwie i inne łachmany bólu. Nawet meteory wielbiące światło.
 Wszystkie one błogosławią cię i dopełniają.
 Błogosławią każdą strefę freatyczną wykarmioną twoją rozpaczą i radykalną miłością do tej dziwności, którą nazwali życiem, byciem żywym.
 Bo sam sobie nie wystarczasz.
 Nie wiesz, kim jesteś i nie ma to znaczenia.
 Nagle życie i ścięgna napierają. Nagle krwistoczerwone ziarenka światła wybuchają na zdrętwiałej powierzchni języka. Kilka szpaków toczy o nie spory i całuje cię swą drucianą piosenką.
Jak zatem można pozwolić, by dzień stał w sprzeczności? By ludzie byli upychani jak meble, podczas gdy stoły podróżują pierwszą klasą?
Dawno temu dostałeś w spadku kufer i krzesło z esparto, lecz dziś wszystko strawił ogień, nawet grzywkę, która splątała dni, i pokutę, i zapisaną ołówkiem stronę umowy o pracę, podczas gdy ludzie upchnięci jak meble istnieją, a ty nosisz ich w sobie, są twoim nazwiskiem. Wodą, która tryska z ich liter, zwilżasz sobie czoło i wstajesz.

z Fernando Pessoa
                          i Antonio Machado

                   (Z Incendio mineral)

María Ángeles Pérez López

Enhorabuena a María Ángeles Pérez López quien acaba de ganar el Premio Nacional de la Crítica Literaria en poesía castellana por el poemario Incendio mineral.

1967 – , España (Valladolid)

***(Por las mañanas marcho a cazar el bisonte)

Por las mañanas marcho a cazar el bisonte,
me cubro con la piel primera de mi mundo,
las flechas son del hombre que acompaña
su sueño y lo acompasa con el mío,
él marcha por su lado y su vereda
para escribir su parte de la historia.
En la mía estoy sola como siempre,
oliendo el miedo atroz y ese reguero
de huellas que conducen al combate.
Esas otras mujeres no cazaban
-las que miran desde antes y sonríen-,
alentaban el fuego y su videncia
ocultas en la sombra de su vientre,
maternas y cubiertas de maíz.
Pero ahora los tiempos son distintos,
la tribu no conoce la memoria,
he aprendido las marcas del venablo
y entonces hago mío el sufrimiento
de atrapar, de arrojar al animal
hasta su muerte escrita desde siempre
y llevarlo arrastrando, desollada,
también yo desteñida de su sangre.
Cuando vuelvo a la tarde me siento a llorar
porque advertí que el miedo es infinito,
y traigo roturadas sobre el rostro
las mías, las heridas de la lucha.
Soy responsable entonces de un pedazo
inmenso del dolor de la contienda,
de que cumplan su plazo algunas leyes
como la universal ferocidad,
de un trozo de la carne y de la lágrima
con que el bisonte sirve mi sustento.

Fotograma de Langosta de Yorgos Lanthimos

Tłum. Ada Trzeciakowska

***(Nad ranem wyruszam upolować bizona)

Nad ranem wyruszam upolować bizona,
okrywam się pradawną skórą mego świata,
strzały są mężczyzny, który podziela
jego sen synchronizując go z moim,
on idzie swoją ścieżką, w swoja stronę
by zapisać swoją kartę w historii.
W mojej jestem bowiem jak zawsze sama,
wietrząc dziki fetor lęku i smugę
śladów prowadzących na pole walki.
Nie, tamte kobiety nie polowały
– patrzą z tamtych czasów uśmiechając się-,
dbały o ogień i o dar widzenia,
zawsze skryte w cieniu swojego brzucha,
troskliwe i pokryte kukurydzą.
Teraz jednak nadeszły inne czasy,
plemię straciło wspomnienia i pamięć,
przyszło mi nauczyć się blizn po włóczni
i uczynić moimi ból i trudy
pochwycenia, wrzucenia zwierzęcia w śmierć,
która była mu pisana od zawsze
i wlokę je za sobą, obdarta
ze wstydu, cała zbroczona jego krwią.
Kiedy wracam wieczorem zasiadam do płaczu
zrozumiawszy, że trwoga nie ma końca,
i, że mam już wyorane na twarzy
moje i tylko moje bitewne rany.
I ja też jestem odpowiedzialna za
ogrom cierpienia wpisanego w walkę,
za dopełnienie się pewnych prawideł
jak ogólne okrucieństwo i dzikość,
za kęs tego oto mięsa i za łzę
dopóki bizon służy mi za strawę.

Neil Young

1945 – , Canadá

«En primera persona, un hombre aparentemente anciano y solitario divaga sobre la necesidad de encontrar una sirvienta que mantenga su casa limpia, le prepare la comida y se vaya. Al contrario de lo que se ha escrito sobre la frivolidad de esta canción, en ella Young habla de lo terriblemente engañosa que puede ser la soledad que nace del dolor y la pena, capaz de convencer a quien está sumido en ella de que permanecer al margen del mundo y no comprometerse con nadie es la única forma de no volver a sufrir.
When will I see you again?”, pregunta en dos ocasiones aisladas la persona que nos habla sin dirigirse a ningún interlocutor en concreto, quizá recordando a un ser amado a quien extraña tanto que, en su pesar, se niega a tener que perder para siempre a nadie más y se conforma con alguien que le ayude en su vejez sin establecer vínculo afectivo alguno.
A Man Needs a Maid es el duro y amargo relato de los miedos y el dolor de quien espera la muerte en soledad, magistralmente convertido en canción y fantásticamente orquestado». (artículo completo)

Trad. Ada Trzeciakowska

Un hombre necesita una mujer que lo ayude

Mi vida está cambiando de muchas maneras.
Ya no sé en quién confiar.
Hay una sombra que atraviesa mis días
como un mendigo que va de puerta en puerta.

Estaba pensando: y si me busco a una mujer que me ayude…
Encuentro un lugar cerca para que se quede.
Sólo a alguien que mantenga mi casa limpia,
prepare las comidas y luego se vaya.

Una mujer. Un hombre necesita una mujer que lo ayude.
Una mujer.

Es difícil hacer ese cambio
cuando la vida y el amor se vuelven extraños y fríos.

Para dar bien el amor tienes que vivir el amor.
Para vivir el amor tienes que ser parte de él.
¿Cuándo te volveré a ver?

Hace un tiempo en algún lugar,
no sé exactamente cuándo
estaba viendo una película con un amigo.
Me enamoré de la actriz.
Ella interpretaba un papel que pude entender.

Una mujer. Un hombre necesita una mujer que lo ayude.
Una mujer.

¿Cuándo te volveré a ver?

Mężczyzna potrzebuje kobiety

Moje życie zmienia się na tak wiele sposobów.
Nie wiem już, komu mogę zaufać.
Cień biegnący poprzez me dni,
Jak żebrak chodzący od drzwi do drzwi.

Pomyślałem, że może znajdę sobie kobietę do pomocy
Znajdę niedaleko miejsce by się zatrzymała.
Po prostu kogoś, kto utrzymywałby porządek w domu,
przygotowywał posiłki i odchodził co dzień.

Kobieta. Mężczyzna potrzebuje kobiety do pomocy.
Kobiety.

Ciężko jest wprowadzić zmianę, kiedy życie i miłość
stają się dziwnie zimne i obce.

By dać miłość, musisz żyć miłością.
Aby żyć miłością, musisz być jej częścią.
Kiedy zobaczę cię znowu?

Jakiś czas temu, nie wiem kiedy,
Oglądałem film z moim przyjacielem.
Zakochałem się w aktorce.
Ona grała rolę, którą mogłem zrozumieć.

Kobieta. Mężczyzna potrzebuje kobiety do pomocy.
Kobiety.

Kiedy zobaczę cię znowu?

A Man needs a maid

My life is changing in so many ways
I don’t know who to trust anymore
There’s a shadow running thru my days
Like a beggar going from door to door.

I was thinking that maybe I’d get a maid
Find a place nearby for her to stay.
Just someone to keep my house clean,
Fix my meals and go away.

A maid. A man needs a maid.
A maid.

It’s hard to make that change
When life and love turns strange.
And cold.

To give a love, you gotta live a love.
To live a love, you gotta be part of
When will I see you again?

A while ago somewhere, I don’t know when,
I was watching a movie with a friend.
I fell in love with the actress.
She was playing a part
that I could understand.

A maid. A man needs a maid.
A maid.

When will I see you again?

Edward Stachura

1937-1979, Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

La amaré con el poder de la voluntad (frg.)

– La primera vez que te vi fue de paso. Seguramente no sabes ni dónde ni cuándo. Es una historia extraña, una historia extraña muy bonita, que quizá te cuente algún día.
        Hizo una pausa, miró a la ventana y a mí de nuevo.
         – Sí, todo lo que pienso de ti lo he imaginado. Bueno, varias personas me ayudaron un poco a imaginarte. Me ayudaron en el sentido de que hablaron de ti de forma desfavorable o incluso negativa. O incluso hostil. Y eso es lo que me ha gustado. Si hubieran hablado bien de ti, eso me habría molestado. De verdad. Porque los conozco un poco, al menos los conozco lo suficiente para saber que esa gente no puede hablar bien de ti. Si eres como te imaginaba, sólo pueden hablar mal de ti. Y eso es lo que comentaron y me cuadró. De mí también dicen todo tipo de cosas poco alentadoras sólo porque tengo una opinión sobre determinadas cosas diferente a la suya. Pero da igual. Son tonterías, lo sabes mejor que yo.
        Hizo una pausa y volvió a mirar por la ventana. Saqué un cigarrillo de la cajetilla, lo encendí y pensé: ¿cómo puede saber esta chica cosas tan distintas: pequeñas y grandes? ¿Y quién es ella? ¿Y cuándo y dónde, fugazmente, como dice ella, nos conocimos? ¿En algún sueño?
         – Me gusta verte fumar – dijo ella. – El humo te envuelve levemente y a pesar de ello me resultas más real, o mejor dicho: menos irreal.      
No sabía cómo comportarme después de estas palabras y procuré sonreír.
         – Y a este hombre me gustaría darle, simplemente, -como un regalo del día del santo o un regalo de cumpleaños- toda mi vida. Por completo. Me gustaría estar a su lado y viajar con él y esperarle cuando no pueda llevarme con él. Me gustaría mantener la casa limpia para él y hacer provisiones para el invierno, compotas, mermeladas, setas en escabeche, pepinos agrios, embotellar la acedera, tomates, preparar chucrut y otras maravillas. Me encantaría tejerle una bufanda larga y cálida y un jersey cálido, y unos guantes cálidos, y un gorro cálido, y unos calcetines muy cálidos, y todo eso. Porque, sí, puedes hacer algo para ti, pero para otra persona puedes hacer algo increíblemente hermoso, todo. Todo. Y, no sé… tal vez mañana el sol se apague, es posible, tal vez; o puede que lo cubra, para siempre, algún terrible y monstruoso hongo… Es posible también.
        Qué cosas más increíbles cuenta esa chica -pensé-. Cómo ha podido preservarse y salvar un pensamiento tan anticuado en este mundo, entre gente que -al no poder amar ellos mismos con tanta fuerza y sencillez- hace todo lo posible por humillar ese amor, por deshonrarlo, por pisotearlo, por destruirlo, por asesinarlo (porque la alteridad irrita la uniformidad). Y con este propósito destructivo y asesino idearon unas prácticas especiales, una filosofía especial, un arte especial, unos especialistas-artistas especiales, todo un mundo especial. Y, sí, sí, después de todo, el sol puede apagarse mañana o puede taparlo algún terrible y monstruoso hongo. Para siempre, mañana, pasado mañana, para siempre, puede pasar.
   – Y sabes -retomó-, tal vez sea obvio para ti, pero yo también quiero decírtelo, decirte directamente, que estoy a favor de la fidelidad, de la fidelidad absoluta…
        Un pájaro libre es la criatura más fiel de este mundo – me dije pensando. Pero no sabía realmente por qué había dicho esa frase en mi mente, ni sabía lo que esa frase -en toda su extensión, en toda su dimensión alada- significaba.
         – …y a este hombre, por supuesto, le sería absolutamente fiel. De este modo, que probablemente sea la única manera de ser fiel a mí misma. Sería la que quiero ser y la que realmente soy. Lo sé. Lo siento. Este hombre me ayudaría en esto, me ayudaría a ser esta y no otra, y yo igual, trataría de ayudarlo en todo. Porque, creo, que ciertamente no le molestaría en nada. Es muy difícil hablar de estas cosas y muy incómodo. Y creo que es mejor no insistir en algo, porque es cuando parece sospechoso. 
  
   Hizo una pausa, respiró profundamente y volvió a mirar a la ventana, como dándome así la oportunidad de calmarme después de cada oleada de sus confidencias, y a ella misma como si extrajese de allí, de la ventana o desde detrás de la ventana, alguna fuerza que le hacía falta. Ella miraba a la ventana, y yo la miraba a ella, su perfil y pensaba: con el corazón no podría, porque una vez tuve un corazón y se me partió tremenda y completamente, y no fui capaz de pegar las cáscaras de esa jarra, ni con lágrimas -con ese pegamento blanco-, ni con la sangre -con ese pegamento rojo-, y por eso no tengo corazón, no lo tengo, entonces con el corazón no podría, pero sí podría amar a tal ser con el PODER DE LA VOLUNTAD. Con mi primero, virgen, enorme y libre amor de la voluntad. De dónde ha salido esta chica, aquí, delante de mí, casi al alcance de la mano, ella, que es así, como si la hubiera creado algún anhelo desgarrador e indecible, ya no el anhelo del corazón, sino de otra cosa, no sé de qué… El anhelo del espíritu. Mi anhelo.
        La chica apartó los ojos de la ventana y me miró. Pero seguía guardando silencio. Miraba. Volvió a haber en esa mirada lo que hubo al principio, cuando empezó a hablarme, algo parecido a cuando uno está en un muelle y mira un barco que se desliza lentamente hacia el embarcadero, pero todavía está un poco lejos y con los ojos desnudos y anhelantes, sin recurrir al uso de unos pequeños prismáticos, no puede distinguir los rasgos faciales de los pasajeros que están en el puente. Guardé silencio como ella. De repente me di cuenta de que no había dicho una palabra en todo este tiempo.

Fotograma de Adiós, hasta mañana (1960) de Jerzy Morgenstern y cartel de Cómo ser amada (1962) de Wojciech Jerzy Has

Pokocham ją siłą woli (frg.)

– Pierwszy raz zobaczyłam cię przelotnie. Ty na pewno nawet nie wiesz gdzie i kiedy. To dziwna historia, bardzo ładnie dziwna, o której ci kiedyś może opowiem.
        Przerwała, spojrzała w okno i znowu na mnie.
         – Tak, wszystko, co myślę o tobie, to sobie wyobraziłam. No, trochę mi dopomogli w wyobrażeniu sobie ciebie różni tacy ludzie. Dopomogli mi w tym sensie, że mówili o tobie niezbyt przychylnie lub wręcz źle. Lub wręcz wrogo. I to mnie właśnie ucieszyło. Gdyby mówili o tobie dobrze, to by mnie właśnie zmartwiło. Naprawdę. Bo ja ich trochę znam, w każdym razie znam na tyle, że wiem, że ci ludzie nie mogą mówić o tobie dobrze. Jeżeli jesteś taki, jakiego ja sobie ciebie wyobraziłam, to oni mogą mówić o tobie tylko źle. Tak też mówili i to mi się zgadzało. O mnie też opowiadają różne nie budujące rzeczy tylko dlatego, że myślę o pewnych sprawach inaczej niż oni. Ale co tam. To wszystko głupstwa, o czym wiesz lepiej ode mnie.
        Przerwała i znowu spojrzała w okno. Ja wyciągnąłem z paczki papierosa, zapaliłem i myślałem: skąd ta dziewczyna wie takie różne rzeczy: małe i duże? I kim ona jest? I kiedy i gdzie, przelotnie, jak mówi, pierwszy raz się spotkaliśmy? We śnie jakimś?
         – Lubię patrzeć, jak palisz – powiedziała. – Dym cię leciutko osnuwa, ale pomimo to jesteś dla mnie wtedy bardziej realny lub raczej: mniej nierealny.
        Zupełnie nie wiedziałem, jak po tych jej słowach się zachować, i spróbowałem jakoś tam się uśmiechnąć.
         – Wiesz, temu jednemu mężczyźnie chciałabym dać, tak zwyczajnie, tak najzwyczajniej w świecie – jak podarek imieninowy czy urodzinowy – całe moje życie. Bez reszty. Chciałabym być z nim i podróżować z nim, i czekać na niego wtedy, kiedy nie mógłby mnie ze sobą zabierać. Chciałabym dla niego utrzymywać dom w czystości i robić zapasy na zimę, kompoty, konfitury, marynować grzyby, kwasić ogórki, butelkować szczaw, pomidory, kisić kapustę i inne wspaniałości. Chciałabym mu zrobić na drutach albo na szydełku długi długi ciepły szalik i ciepły sweter, i ciepłe rękawiczki, i ciepłą czapkę, i bardzo ciepłe skarpety, i w ogóle. Bo to tak jest, że dla siebie, owszem, można coś tam zrobić, ale dla drugiego człowieka to już można coś niesamowicie pięknego zrobić, wszystko. Wszystko. I, czy ja wiem… może jutro zgaśnie słońce, przecież może; albo nam je przesłoni, na zawsze, jakiś straszny potworny grzyb… Przecież może.
        Jakże niesamowicie mówi ta dziewczyna – myślałem. Jakim sposobem ona uchowała się i uchowała takie myślenie niemodne w świecie tym, wśród ludzi tych, którzy – sami nie potrafiąc tak mocno i prosto kochać – wszystko robią, żeby taką miłość poniżyć pognębić zhańbić zdeptać zniszczyć zamordować (bo inność drażni jednakowość). I specjalne obyczaje w tym niszczycielskim morderczym celu stworzyli, specjalną filozofię, specjalną sztukę, specjalnych specjalistów-artystów, cały specjalny świat. I, no tak, no tak, przecież może jutro zgasnąć Słońce albo może nam je przesłonić jakiś straszny potworny grzyb. Na zawsze, jutro, pojutrze, na zawsze, przecież może się to stać.
         – I wiesz – podjęła ona – może to dla ciebie oczywiste, ale też ci chcę o tym powiedzieć, powiedzieć wprost, że jestem za wiernością, za wiernością absolutną…
        Wolny ptak jest najwierniejszym stworzeniem tego świata – powiedziałem do siebie w myśli. Ale nie bardzo wiedziałem, po co mi się to zdanie w myśli powiedziało, ani nie wiedziałem, co to zdanie – w całej swojej rozciągłości, w całej swojej skrzydlatości – oznacza.
         – …i temu jednemu mężczyźnie byłabym oczywiście absolutnie wierna. W ten sposób, w ten chyba jedyny sposób byłabym też sobie wierna. Byłabym taka, jaka chcę być i jaka naprawdę jestem. Ja to wiem. Ja to czuję. Ten mężczyzna by mi pomógł w tym, by mi pomógł taką a nie inną być, a ja bym się starała tak samo we wszystkim mu pomóc. Bo, myślę, że na pewno bym mu w niczym nie przeszkadzała. Ogromnie ciężko jest o takich sprawach mówić i ogromnie niezręcznie. I raczej nie powinno się zapewniać o czymś, bo to wtedy właśnie wygląda podejrzanie.

        Przerwała, zaczerpnęła głęboko powietrza i znowu spojrzała w okno, jak gdyby dając mi w ten sposób możność ochłonięcia po każdej fali swoich wynurzeń, a sama jak gdyby czerpiąc stamtąd, z okna lub zza okna, jakieś potrzebne jej siły. Patrzyła w okno, a ja patrzyłem na nią, na jej profil i myślałem: sercem nie mógłbym, bo serce miałem kiedyś jedno i mi się potrzaskało straszliwie i doszczętnie, i nie udało się pokleić skorupek tego dzbanka, ani łzami – tym klejem białym, ani krwią – tym klejem czerwonym, i tak nie mam serca, nie mam, więc sercem nie mógłbym, ale mógłbym taką istotę pokochać SIŁĄ WOLI. SIŁĄ WOLI pokochać istotę taką mógłbym. Pierwszą dziewiczą i wielką i wolną miłością wolnej mojej woli. Skąd ona wzięła się, ta dziewczyna, tu, przede mną, prawie na wyciągnięcie ręki, ona, co jest taka, jak gdyby ją stworzyła jakaś niewysłowiona rozdzierająca tęsknota, już nie serca tęsknota, ale czegoś innego, nie wiem czego… Ducha tęsknota. Moja tęsknota.
        Dziewczyna odwróciła oczy od okna i spojrzała na mnie. Ale dalej milczała. Patrzyła. Było w tym patrzeniu znowu to, co było na początku, kiedy zaczęła do mnie mówić, coś z tego jak kiedy się stoi na nabrzeżu portowym i się patrzy na wolno sunący ku kei statek, ale jest on jeszcze trochę daleko i stęsknionymi nagimi oczami, bez pomocy małej lornetki, nie można rozróżnić rysów twarzy stojących na mostku pasażerów. Milczałem jak ona. Zdałem sobie nagle sprawę, że przez-ten-cały-czas nie powiedziałem ani jednego słowa.

Kenneth Rexroth

1905-1982, Estados Unidos

Trad. Carlos Manzano

Fugitiva

Traes destellos de lluvia en los cabellos
Brillantes que te cubren la frente;
Tienes húmedos los ojos, los labios mojados
Y gélidas y rígidas las mejillas del
Frío. ¿Por qué has estado ausente tanto tiempo?
¿Por qué no has venido a mí hasta las
Tantas de la noche, tras caminar durante horas
Contra viento y lluvia? Quítate el vestido
y las medias, siéntate en este sillón profundo
Junto al fuego. Te voy a calentar los
Pies en mis manos. Te voy a calentar senos y
Muslos a besos. Ojalá pudiese encender
Un fuego en tu interior que nunca se extinguiese.
Ojalá pudiera estar seguro de que llevas
Bien dentro un imán que siempre te traerá a casa.

Tłum. Teresa Truszkowska

Uciekinierka

Krople deszczu lśnią na błyszczących
Włosach nad twoim czołem;
Twoje włosy są wilgotne a usta
Mokre i chłodne, policzek zziębnięty.
Dlaczego przebywałaś tak długo
Poza domem, dlaczego przyszłaś
Do mnie późno w noc
Po dalekiej wędrówce na wietrze i deszczu?
Zdejm suknię i pończochy.
Siądź w fotelu przed ogniem.
Ogrzeję twoje stopy swymi dłońmi.
Ogrzeję twe piersi i uda pocałunkami.
Chciałbym wzniecić w tobie
Ogień, co nigdy nie zagaśnie.
Chciałbym mieć pewność, iż głęboko ukryty
Jest w tobie magnes, co cię przyciąga do domu

Fotografía de Laura Makabresku

Runaway

There are sparkles of rain on the bright
Hair over your forehead;
Your eyes are wet and your lips
Wet and cold, your cheek rigid with cold.
Why have you stayed
Away so long, why have you only
Come to me late at night
After walking for hours in wind and rain?
Take off your dress and stockings;
Sit in the deep chair before the fire.
I will warm your feet in my hands;
I will warm your breasts and thighs with kisses.
I wish I could build a fire
In you that would never go out.
I wish I could be sure that deep in you
Was a magnet to draw you always home.

Denise Levertov

1923-1997, Inglaterra/Estados Unidos

Trad. Lisa Rose Bradford

Los mudos

Esos gruñidos que los hombres usan 
al cruzarse con una mujer en la calle 
o en la escalera del subte

para decirle que es hembra
y que su carne lo reconoce,

¿son una especie de melodía,
un canto algo feo, cantado
por un pájaro de lengua partida

pero lanzados en pos de música?

¿O son rugidos asfixiados
de un sordomudo atrapado en un edificio
que lentamente se llena de humo?

Ambos, tal vez.

Esos hombres por lo general
no parecen ser capaces de hacer más que gemir,
sin embargo, una mujer, a pesar de sí misma,

sabe que le rinden homenaje:
si careciera de toda gracia
pasarían en silencio:
entonces no es sólo para decirle que ella es
un cálido agujero. Es una palabra

en lengua-pena, nada que ver con lo
primitivo o una lengua-prima;
una lengua magullada, contagiada, precipitada

hacia la decrepitud. Ella quisiera
deshacerse del homenaje, dis-
gustada, y no puede,

sigue zumbando en sus oídos,
cambia el ritmo de su andar, 
los afiches rotos en un pasillo vacío

le hacen eco,
rechinan con el estertor del tren que arriba.
Su pulso reticente

se acelera,
pero bajan de velocidad los vagones
y se sacuden al detenerse mientras su comprensión

sigue traduciendo:
«vida tras vida tras otra vida pasa

sin poesía,
sin decoro,
sin amor.»

Tłum. Czesław Miłosz

Głuchoniemi

Te chrząknięcia mężczyzn
kiedy mijają kobietę
na ulicy albo przy wejściu do metra.

mające jej powiedzieć, że pleć jej żeńska,
i że ich ciało wic o tym,

czy są rodzajem melodii,
brzydką pieśnią śpiewaną
przez ptaka z rozciętym językiem,

choć miała być muzyką?

Albo stłumionym rykiem
głuchoniemych zamkniętych w budynku,
ktory wypełnia się dymem?

Pewnie i jedno i drugie.

Zdaje się, że tak chrząkać
to wszystko, co mogą zrobić,
ale kobieta, wbrew sobie

wie, że to wyraz hołdu,
gdyby nie to, że ma wdzięk
minęliby ją milcząc.

Bo jednak nie tylko jej mówią,
że jest ciepłą dziurką. To pomruk
żalu, nic prymitywna
mowa jaskini. Język pokorny,
pobity, niezdarny,

w rozkładzie. Ona chciałaby
odrzucić ten hołd, który ją brzydzi
i nie może.

Idzie, a to brzęczy jej w uchu,
zmienia rytm jej kroków. Podarte plakaty
w dudniących korytarzach

powtarzają to, i to zgrzyta, dygoce
kiedy nadjeżdża pociąg.
Nagle jej puls

przyśpiesza, ale wagony
zwalniają i już przystanek,
kiedy jej zrozumienie

tłumaczy ten dźwięk na słowa:
życie, jedno po drugim, mija

bez poezji,
bez urody,
bez miłości.


Robert Doisneau, Le Muguet du Métro, 1953.

The mutes

Those groans men use
passing a woman on the street
or on the steps of the subway

to tell her she is a female
and their flesh knows it,

are they a sort of tune,
an ugly enough song, sung
by a bird with a slit tongue

but meant for music?

Or are they the muffled roaring
of deafmutes trapped in a building that is
slowly filling with smoke?

Perhaps both.

Such men most often 
look as if groan were all they could do,
yet a woman, in spite of herself,

knows it’s a tribute:
if she were lacking all grace
they’d pass her in silence:

so it’s not only to say she’s
a warm hole. It’s a word

in grief-language, nothing to do with
primitive, not an ur-language;
language stricken, sickened, cast down

in decrepitude. She wants to
throw the tribute away, dis-
gusted, and can’t,

it goes on buzzing in her ear,
it changes the pace of her walk,
the torn posters in echoing corridors

spell it out, it
quakes and gnashes as the train comes in.
Her pulse sullenly

had picked up speed,
but the cars slow down and
jar to a stop while her understanding

keeps on translating:
‘Life after life after life goes by

without poetry,
without seemliness,
without love.’

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Seminario de sueños

Cuatro mil millones de personas en la tierra.
Y todos duermen, todos sueñan.
En cada sueño se apiñan los rostros y los cuerpos
—las personas soñadas son más que nosotros.
Pero no ocupan lugar…
Sucede que te duermes en el teatro.
En medio de la pieza se hunde el instante.
Un breve segundo de doble exposición: el escenario.
allí al frente, es aventajado por un sueño.
Luego, ya no hay más escenario; eres tú.
¡Teatro en la sincera profundidad!
¡El misterio de un director teatral
agotado!
Continuo aprendizaje de memoria…
Un dormitorio. Es de noche.
El cielo oscuro se desliza dentro de la habitación.
El libro que alguien dejó al quedarse dormido
todavía está abierto
y permanece abatido al borde de la cama.
Los ojos del durmiente se mueven,
siguen el texto sin letras
en otro libro
—con iluminaciones, antiguo, rápido.
Una commedia vertiginosa que se impregna
dentro de los muros de convento del párpado.
Un solo ejemplar. ¡Existe en este instante!
Mañana, todo estará tachado.
¡Misterio de este gran derroche!
Eliminación… Como cuando el turista es detenido
por sospechosos hombres de uniforme
—abren la cámara, desenrollan su película
y dejan que el sol mate las imágenes:
así son los sueños oscurecidos por la luz del día,
¿Eliminados o solo invisibles?
Hay un soñar-fuera-del-alcance
que siempre está pasando. Luz para otros ojos.
Una zona donde pensamientos que reptan aprenden a andar.
El rostro y las imágenes se reorganizan.
Nos movemos en una calle, entre gente,
en la canícula.
Pero tantos, o más,
que no vemos,
están dentro de los oscuros edificios
que se alzan a ambos lados.
A veces alguno de ellos se acerca a la ventana
y arroja una mirada sobre nosotros.

Ilustración propia

Tłum. Leonard Neuger

Seminarium oniryczne

Cztery miliardy ludzi na ziemi.
I wszyscy śpią i wszystkim śni się.
W każdym śnie tłoczą się twarze i ciała —
ludzi którzy się śnią jest więcej niż nas.
Za to nie zajmują miejsca…
Zdarza się, że zaśniesz na spektaklu.
W połowie sztuki powieki opadają.
Podwójna ekspozycja krótkiej chwili: scena
tam z przodu oskrzydlana przez sen.
Potem już nie ma sceny. Ty nią jesteś.
Teatr w zacnej głębi!
Misterium z przepracowanym
dyrektorem teatru!
Nieprzerwane wyuczanie się roli od nowa…
Sypialnia. Noc.
Mroczne niebo przepływa przez pokój.
Książka, nad którą ktoś zasnął,
jest jeszcze otwarta
i leży raniona na brzegu łóżka.
Oczy śpiącego poruszają się
wodząc po pozbawionym liter tekście
w innej książce —
iluminowanej, starodawnej, szybkiej.
Zawrotna commedia spisywana
wewnątrz klasztornych murów powiek.
Jedyny egzemplarz. Dostępny właśnie teraz!
Jutro wszyściutko zniknie.
Misterium z ogromną rozrzutnością!
Unicestwienie… Jak gdy turysta zostaje zatrzymany
przez podejrzliwych mundurowych —
otwierają aparat fotograficzny, wyjmują film
i pozwalają słońcu zamordować zdjęcia:
tak zaciemniane są sny przez światło dzienne.
Unicestwione czy tylko niewidzialne?
Istnieje śnienie-poza-zasięgiem-wzroku,
które trwa nieprzerwanie. Światło dla innych oczu.
Sfera gdzie raczkujące myśli uczą się chodzić
Twarze i postaci przegrupowują się.
Poruszamy się po ulicy, wśród ludzi
w spiekocie słońca.
Lecz równie wielu, albo i więcej,
których nie widzimy,
jest wewnątrz tych mrocznych zabudowań
wznoszących się po obu stronach.
Czasami ktoś z nich podchodzi do okna
i rzuca spojrzenie. W dół. Na nas.

Transl. Robin Fulton

Dream Seminar

Four thousand million on earth.
They all sleep, they all dream.
Faces throng, and bodies, in each dream –
the dreamt-of people are more numerous
than us. But take no space …
You doze off at the theatre perhaps,
in mid-play your eyelids sink.
A fleeting double-exposure: the stage
before you out-manoeuvred by a dream.
Then no more stage, it’s you.
The theatre in the honest depths!
The mystery of the overworked director!
Perpetual memorising of new plays …
A bedroom. Night.
The darkened sky is flowing through the room.
The book that someone fell asleep from lies
still open
sprawling wounded at the edge of the bed.
The sleeper’s eyes are moving,
they’re following the text without letters
in another book –
illuminated, old-fashioned, swift.
A dizzying commedia inscribed
within the eyelids’ monastery walls.
A unique copy. Here, this very moment.
In the morning, wiped out.
The mystery of the great waste!
Annihilation. As when suspicious men
in uniforms stop the tourist –
open his camera, unwind the film
and let the daylight kill the pictures:
thus dreams are blackened by the light of day.
Annihilated or just invisible?
There is a kind of out-of-sight dreaming
that never stops. Light for other eyes.
A zone where creeping thoughts learn to walk.
Faces and forms regrouped.
We’re moving on a street, among people
in blazing sun.
But just as many – maybe more –
we don’t see
are also there in dark buildings
high on both sides.
Sometimes one of them comes to the window
and glances down on us.

W. H. Auden

1907-1973, Inglaterra/EE.UU.

*Un análisis exhaustivo del poema

Trad. Ada Trzeciakowska

¿Progreso?

Arraigada, ciega
la Planta se complace enteramente
con lo Adyacente.

Movilizada, vidente,
La Bestia puede distinguir Aquí y Ahora
de Allí y Aún No.

Locuaz, ansioso,
Hombre puede imaginar Lo Ausente
y No-Existente.

Tłum. S. Barańczak

Postęp?

Wkorzeniona i niewidząca,
Roślina zadowala się w pełni
tym, co Bezpośrednio Przyległe.

Obdarzone ruchem i wzrokiem,
Zwierzę potrafi odróżnić
Tu od Tam i Już od Jeszcze Nie.

Gadatliwy i niespokojny,
człowiek umie sobie przedstawić
Nieobecne i Nieistniejące.

Cuadro de Guillermo Pérez Villalta «El agua oculta»

«(…) quería contar era cómo la realidad exterior penetra, a través de los sentidos, en tu mundo interior y cómo, a partir de ese material, vas fraguando el pensamiento. Dándole vueltas, llegué a la conclusión de que el mundo de nuestros pensamientos es bastante más denso y complejo que las percepciones que recibimos del exterior. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de la cabeza como contenedor de una especie de líquido amniótico, un líquido que no es sino una condensación del pensamiento, incluso de aquel pensamiento que ni dominas ni controlas: del subconsciente, de todo ese mundo freudiano, de todo ese mundo junquiano cuyos posos ni tú mismo conoces… Un líquido en el que está flotando tu modo de ser».

Progress?

Sessile, unseeing,
the Plant is wholly content
with Adjacent.

Mobilised, sighted,
the Beast can tell Here from There
and Now from Not-Yet.

Talkative, anxious,
Man can picture the Absent
and Non-Existent.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Francisco Serrano

Abril y silencio

La primavera desolada.
Una zanja de terciopelo negro
repta a mi lado
sin reflejarse.

Las únicas que brillan
son estas flores gualdas.

Mi sombra me lleva
como un violín
en su estuche negro.

Todo lo que quería decir
reluce inaccesible
como la plata
en casa del usurero.

Fotos propias

Tłum. Leonard Neuger

Kwiecień i cisza

Wiosna leży odłogiem.
Ten rów aksamitnie mroczny
pełznie tuż koło mnie
bez odblasków.

Jedyne co lśni
to żółte kwiaty.

Jestem niesiony w moim cieniu
jak skrzypce
w czarnym pudle.

Jedyne co chcę powiedzieć
błyska niedosiężnie
jak srebro
w lombardzie.

Transl. Robin Fulton

April and silence

Spring lies desolate.
The velvet-dark ditch
crawls by my side
without reflections.

The only thing that shines
is yellow flowers.

I am carried in my shadow
like a violin
in its black box.

The only thing I want to say
glitters out of reach
like the silver
in a pawnbroker’s.

Eiléan Ní Chuilleanáin

1942 – , Irlanda

Lavado

Trad. Silvia Camerotto

Lava al hombre de la tierra; quita
la costra humana.
Veinte pies más abajo hay tierra fría e íntima
tan limpia.

Lava el hombre de la mujer:
el sudor ajeno de su piel, las cenizas de su cabello.
Ponla a secar al sol
las marcas azules en su pecho se borrarán.

Mujer y mundo, aún no
tan limpios como la gata
que salta al alféizar con un pescado entre sus dientes;
sus ojos fijos y curiosos reflejan la habitación mugrienta,
ella comienza a lavar el agua del pescado.

Mycie

Tłum. Jerzy Jarniewicz

Zmyj człowieka z ziemi; zedrzyj
Tę ludzką skorupę,
Dwadzieścia stóp w głąb jest gęsta, zimna ziemia,
Taka czysta.

Zmyj mężczyznę z kobiety:
Obcy pot z jej skóry, popioły z jej włosów.
Rozłóż ją w słońcu, by wyschła,
A zanikną na piersiach jej sine znamiona.

Kobieta i świat nie są jeszcze
Tak czyste jak kotka,
Która skacze na parapet z rybą w zębach;
W jej płaskich oczach odbija się ten nędzny pokój.
Kotka zmywa wodę z ryby.

Fotografía de Arno Rafael Minkkinen (1949 – , Finlandia)

Wash

Wash man out of the earth; shear off
The human shell.
Twenty feet down there´s close cold earth
So clean.

Wash the man out of the woman:
The strange sweat from her skin, the ashes from her hair.
Stretch her to dry in the sun
The blue marks on her breast will fade.

Woman and world not yet
Clean as the cat
Leaping to the windowsill with a fish in her teeth;
Her flat curious eyes reflect the squalid room,
She begins to wash the water from the fish.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Bajo presión

El estrépito del motor del cielo azul es fuerte.
Estamos presentes en un tembloroso lugar de trabajo
donde de pronto puede aparecer la profundidad del mar
-zumban caracoles y teléfonos.

La belleza, uno alcanza a verla fugazmente de perfil.
El denso cereal en el sembrado, muchos colores en un torrente amarillo.
Las inquietas sombras de mi cabeza son atraídas hacia allí.
Reptando, quieren meterse en el cereal y transformarse en oro.

Cae la oscuridad. A medianoche me voy a la cama.
Al barco más pequeño lo botan desde el más grande.
Se está solo en el agua.
El casco oscuro de la sociedad se aleja más y más.

William Kentridge Regreso de Ulises

Tłum.  Antoni Orzech

Pod ciśnieniem

Ogłuszający jest huk niebieskiej machiny.
Żyjemy tu w miejscu pracy, które całe drży,
Gdzie nagle może się objawić morska głębia-
muszle i telefony szumią.

Piękno można zobaczyć tylko przelotnie i z boku.
Gęste zboża na polach, mnóstwo kolorów w żółtym strumieniu.
Niespokojne cienie w mojej głowie, ciągnie tam.
Chcą wejść w zboże i zamienić się w złoto.

Zapada zmierzch. O północy idę spać.
Z większej łodzi, wypływa na fale mniejsza łódka.
Zostaję na wodzie sam.
Ciemny kadłub społeczeństwa, odpływa coraz dalej.

Transl. Robin Fulton

Under pression

The blue sky’s engine-drone is deafening.
We’re living here on a shuddering work-site
where the ocean depths can suddenly open up
shells and telephones hiss.

You can see beauty only from the side, hastily.
The dense grain on the field, many colours in a yellow stream.
The restless shadows in my head are drawn there.
They want to creep into the grain and turn to gold.

Darkness falls. At midnight I go to bed.
The smaller boat puts out from the larger boat.
You are alone on the water.
Society’s dark hull drifts further and further away.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Las piedras

Oigo caer las piedras que arrojamos,
transparentes como cristal a través de los años. En el valle
vuela la confusión de los actos
del instante, vociferantes, de copa
en copa de los árboles, se callan
en el aire más tenue que el presente, se deslizan
como golondrinas desde una cima
a otra de las montañas, hasta
alcanzar las mesetas ulteriores,
junto a la frontera del ser. Allí caen
todas nuestras acciones
claras como el cristal
no hacia otro fondo
que el de nosotros mismos

Fotogramas de Okuribito (2008) de Yōjirō Takita

Tłum.  Łukasz Winiarski

Kamienie

Kamienie przez nas rzucone słyszę
jak poprzez lata spadają szklano przejrzyste. W dole
latają pochopne uczynki wrzeszczące, oszołomione
ze szczytu drzewa na szczyt. Milkną
w powietrzu rzadszym niż nasze. Spływają
lotem jaskółek ze szczytu skały na szczyt,
aż sięgną dolin ostatnich leżących u granic bytu.
Tam wszystkie nasze działania
przejrzysto szklane spadają
w dół
gdzie nie ma żadnego dna
oprócz nas samych.

Transl. Patty Crane

The Stones

The stones we have thrown I hear
fall, glass-clear through the year. In the valley
confused actions of the moment
fly howling from tree-top
to tree-top, quieting
in air thinner than now’s, gliding
like swallows from mountain-top
to mountain-top till they
reach the furthest plateaus
along the edge of existence. Where
all our deeds fall
glass-clear
to no ending
except ourselves.

.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Vías

Dos de la madrugada: claro de luna. El tren se ha detenido
en plena llanura. Allá lejos los puntos luminosos de
         una ciudad,
brillando fríos en el horizonte.
Como cuando una persona ha entrado tan profundamente
         en un sueño
que jamás recordará que estuvo allí
una vez que vuelva a su habitación.
Y como cuando alguien ha entrado tan hondo en una
         enfermedad
que todo lo que fueron sus días se vuelven unos puntos
         centelleantes, un enjambre
frío y escaso sobre el horizonte.
El tren está absolutamente quieto.
Son las dos: fuerte claro de luna, pocas estrellas.

Tłum. Czesław Miłosz

Szyny

Druga w nocy, księżyc. Pociąg przystanął
pośrodku równiny. Daleko światełka miasta
mrugają, zimne, na horyzoncie.

Jak kiedyś ktoś zabrnie tak daleko w sen,
że, wróciwszy do pokoju,
już nigdy sobie nie przypomni, że był tam.

I jak kiedyś ktoś tak pogrąży się w chorobę,
że dni dawniej przeżyte są jak rój światełek
zimnych, wątłych, na horyzoncie.

Pociąg stoi zupełnie nieruchomo.
Druga. Pełnia księżyca, parę gwiazd.

El largo viaje hacia la noche de Bi Gan (2018)

Transl. Robert Bly

Tracks

Night, two o’clock, moonlight. The train has stopped
in the middle of the plain. Distant bright points of a town
twinkle cold on the horizon.

As when someone has gone into a dream so far
that he’ll never remember he was there
when he comes back to his room.

And as when someone goes into a sickness so deep
that all his former days become twinkling points, a swarm,
cold and feeble on the horizon.

The train stands perfectly still.
Two o’clock: full moonlight, few stars.

.

Czesław Miłosz

1911-2004, Polonia

Trad. de Jan Zych

Duermo mucho

Duermo mucho y leo a Tomás de Aquino 
La muerte de Dios (una obra protestante así). 

A la derecha la bahía como fundida del estaño, 
detrás de esta bahía la ciudad, detrás de la ciudad el 
océano, 
detrás del océano el océano, hasta el Japón. 
A la izquierda las colinas secas con hierba blanca, 
detrás de las colinas el valle irrigado donde se cultiva arroz, 
detrás del valle las montañas y los pinos ponderosa
detrás de las montañas el desierto y las ovejas. 

Cuando no he podido sin alcohol, viajaba con alcohol. 
Cuando no he podido sin cigarrillos y café, viajaba con 
cigarrillos y café. 
Fui valiente. Trabajador. Casi un ejemplo de virtud.
Pero esto no sirve de nada. 

Señor doctor, me duele. 
No aquí. No, no aquí. Ya no sé. 
Tal vez sea por exceso de islas y continentes, 
de palabras calladas, de bazares y flautas de madera, 
o por beber frente al espejo, sin gracia, 
aunque uno iba a ser alguien al estilo de un arcángel 
o San Jorge en el Bulevar de San Jorge. 

Señor curandero, me duele. 
Yo creía siempre en sortilegios y supersticiones. 
Naturalmente que las mujeres tienen sólo una, alma católica 
pero nosotros tenemos dos. Cuando bailas 
en el sueño visitas lejanos pueblos 
y hasta las tierras nunca vistas. 
Ponte, por favor, los amuletos de plumas, 
hay que socorrer a uno de los nuestros. 
He leído muchos libros pero no les creo. 

Cuando duele regresamos a las orillas de algunos ríos, 
me acuerdo de aquellas cruces con signos del sol y de la 
luna, 
y a los hechiceros, cómo trabajaban cuando la epidemia del
tifo. 
Manda tu otra alma detrás de las montañas, detrás del 
tiempo. 
Dime, voy a esperar, qué has visto.

Dużo śpię

Dużo śpię i czytam Tomasza z Akwinu 
Albo Śmierć Boga (takie protestanckie dzieło)

Na prawo zatoka jak odlana z cyny,
Za tą zatoką miasto, za miastem ocean,
Za oceanem ocean, aż do Japonii.
Na lewo suche pagórki z białą trawą,
Za pagórkami nawodniona dolina gdzie uprawia się ryż,
Za doliną góry i sosny ponderosa,
Za górami pustynia i owce.

Kiedy nie mogłem bez alkoholu, jechałem na alkoholu.
Kiedy nie mogłem bez papierosów i kawy, jechałem na papierosach i kawie.
Byłem odważny. Pracowity. Prawie wzór cnoty.
Ale to nie przydaje się na nic.

Panie doktorze, boli mnie.
Nie tu. Nie, nie tu. Sam już nie wiem.
Może to nadmiar wysp i kontynentów,
Niepowiedzianych słów, bazarów i drewnianych fletów,
Albo picia do lustra, bez urody,
Choć miało się być czymś w rodzaju archanioła
Albo świętego Jerzego na Świętojerskim Prospekcie.

Panie znachorze, boli mnie.
Zawsze wierzyłem w gusła i zabobony.
Naturalnie że kobiety mają tylko jedną, katolicką, duszę
Ale my mamy dwie. Kiedy zatańczysz,
We śnie odwiedzasz odległe pueblos
I nawet ziemie nigdy nie widziane.
Włóż, proszę ciebie, amulety z piór,
Poratować trzeba swojego.
Ja czytałem dużo książek ale im nie wierzę.

Kiedy boli powracamy nad jakieś rzeki,
Pamiętam tamte krzyże ze znakami słońca i księżyca,
I czarowników, jak pracowali kiedy była epidemia tyfusu.
Wyślij swoją drugą duszę za góry, za czas.
Powiedz, będę czekać, co widziałeś.

Los Selknam patagónicos, diezmados por los colonos, enfermedades y años de maltrato. Patricio Guzmán, el director chileno premiado este año en el Festival de Cannes, rodó una trilogía, la segunda parte, El botón de nácar, entre otros, cuenta la historia de estas tribus.

Nuala Ní Dhomhnaill

1952 – , Irlanda

Trad. Ada Trzeciakowska

Mirando al hombre

Quítatelos,
Sucesivamente
Los pantalones y tu gastada
Camiseta,
Deja las gafas
En el estante
Al lado del peine
Y el pañuelo.
Luego atraviesa el cuarto
Pasa a mi derecha,
Acércate a la cama
Para que pueda viajar
Con mis ojos de arriba para abajo
A través de los valles oscuros de tu piel,
Que mi mirada acaricie
Esos maravillosos huesos.
Y sé paciente
Conmigo esta noche,
No sugieras cómo debemos hacerlo,
Relájate, entiende
Que frente la verdad desnuda
No soy capaz
De saciar la vista
Ni cerrar a cal y canto mis ojos.
Hombre de largas
Extremidades,
Anchos brazos
Y cintura estrecha.
Eres bello y masculino
Desde el cabello hasta los dedos de los pies,
Y con el sexo
en su sitio,
A ti se te debería venerar
En los lugares públicos
A ti se te deberían entregar
Los trofeos y los cheques.
Eres un modelo
Para la mano del artista.
Y ahora estás delante de mí
Solamente llevas tu piel y el reloj en la mano.

Tłum. Jerzy Jarniewicz

Patrząc na mężczyznę

Zdejmij je,
Po kolei,
Spodnie i znoszony
Szary podkoszulek,
Okulary połóż
Na półce
Obok grzebienia
I chusteczki.
Potem przejdź po podłodze
Po mojej prawej stronie,
Podejdź do łóżka,
Żebym mogła oczyma
Wędrować z góry na dół
Po ciemnych dolinach skóry,
Niech mój wzrok głaszcze
Te cudowne kości.
I bądź cierpliwy
Ze mną dziś wieczór,
Nie podpowiadaj, jak mamy to zrobić,
Rozluźnij się, zrozum,
Że wobec nagiej prawdy
Nie umiem
Zaspokoić wzroku
Ani zamknąć na spust oczu.
Mężczyzno, o długich
Kończynach,
Szerokich ramionach.
I wąskiej talii,
Jesteś piękny i męski
Od włosów po palce u stóp,
I z przyrodzeniem
Na właściwym miejscu,
Ciebie powinno się czcić
W miejscach publicznych,
Tobie powinno się wręczać
Trofea i czeki.
Jesteś modelem
Dla dłoni artysty.
Stoisz teraz przede mną
W samej skórze, z zegarkiem na ręce.

Fotogramas de El vientre del arquitecto de P. Greenaway y Te querré siempre de R. Rossellini

Mi montaje de correspondencias inspirado en la canción I love in your tragic beauty

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Apuntes de fuego

Durante los meses tristes, centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo.
Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga- a medias puede uno seguir su camino
en la noche oscura del olivar.

Durante los meses tristes, estaba el alma desesperada y sin vida
pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugió.
Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos.

Fotograma en negativo de Historia de un pecado de W. Borowczyk y foto propia (Povedilla)

Tłum. Leonard Neuger 

Ogniste gryzmoły

W te ponure miesiące moje życie roziskrzyło się tylko gdy się z tobą kochałem.
Jak świetlik: zapala się i gaśnie, zapala się i gaśnie – w przebłyskach można iść w jego ślady
w mroku nocnym wśród drzew oliwnych.

W te ponure miesiące dusza siedziała skulona i bez życia
lecz ciało poszło prostą drogą do ciebie.
Ryczało nocne niebo.
Doiliśmy kosmos ukradkiem i przeżyliśmy.

Fire Jottings

Throughout the dismal months my life sparkled alive only when I made
love with you.
As the firefly ignites and fades out, ignites and fades out — in glimpses we
can trace its flight
in the dark among the olive trees

Throughout the dismal months the soul lay shrunken, lifeless,
but the body went straight to you.
The night sky bellowed.
Stealthily we milked the cosmos and survived.

.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. Roberto Mascaró

Arcos románicos

Dentro de la enorme iglesia románica se apiñaban los turistas en la penumbra.
Bóveda abierta tras bóveda y sin vista de conjunto.
Algunas llamas de cirios aleteaban.
Un ángel sin rostro me abrazó
y susurró por todo el cuerpo:
«!No te avergüences de ser hombre, sé altivo!
Dentro de ti se abre, interminablemente, bóveda tras bóveda.
Nunca estarás completo, y así ha de ser.»
Me cegaron las lágrimas,
fui empujado a la piazza que hervía bajo el sol
junto con Mr. y Mrs. Jones, el Señor Tanaka y la Signora Sabatini
y dentro de todos ellos se abría bóveda tras bóveda, interminablemente.

Habitación con vistas de James Ivory

Tłum. Leonard Neuger 

Łuki Romańskie

We wnętrzu ogromnego kościoła romańskiego cisnęli się turyści.
Rozpościerało się sklepienie za sklepieniem bez prześwitu.
Drgało kilka płomyków świec.
Objął mnie anioł bez twarzy
i zaszeptał przez całe ciało:
„Nie wstydź się tego, że jesteś człowiekiem, bądź dumny! 
W twoim wnętrzu otwiera się sklepienie za sklepieniem bez końca. 
Nigdy nie będziesz gotowy i tak jest słusznie.”
Byłem ślepy od łez
i wyprowadzono mnie na buzującą od słońca piazzę
wraz z Mr i Mrs Jones, Panem Tanaką i Signorą Sabatini
a we wnętrzu ich wszystkich otwierało się sklepienie za sklepieniem bez końca.

Colegiata de Santa María la Mayor en Toro

Transl. Robert Bly

Romanesque Arches

Tourists have crowded into the half-dark of the enormous Romanesque church.
Vault opening behind vault and no perspective.
A few candle flames flickered.
An angel whose face I couldn’t see embraced me
and his whisper went all through my body:
“Don’t be ashamed to be a human being, be proud!
Inside you one vault after another opens endlessly.
You’ll never be complete, and that’s as it should be.”
Tears blinded me
as we were herded out into the fiercely sunlit piazza,
together with Mr. and Mrs. Jones, Herr Tanaka and Signora Sabatini;
within each of them vault after vault opened endlessly.

Óscar Hahn

1938 – , Chile

Tractatus de sortilegiis

En el jardín había unas magnolias curiosísimas, oye
unas rosas re-raras, oh,
y había un tremendo olor a incesto, a violetas macho,
y un semen volador de picaflor en picaflor.
Entonces entraron las niñas en el jardín,
llenas de lluvia, de cucarachas blancas,
y la mayonesa se cortó en la cocina
y sus muñecas empezaron a menstruar.
Te pillamos in fraganti limpiándote el polen
de la enagua, el néctar de los senos, ¿ves tú?
Alguien viene en puntas de pie, un rumor de pájaros
pisoteados, un esqueleto naciendo entre organzas,
alguien se acercaba en medio de burlas y fresas
y sus cabellos ondearon en el charco
llenos de canas verdes.
Dime, muerta de risa, adónde llevas
ese panal de abejas libidinosas.
Y los claveles comenzaron a madurar brillosos
y las gardenias a eyacular coquetamente, muérete,
con sus dureza y blanduras y patas
y sangre amarilla, ¡aj!
No se pare, no se siente, no hable
con la boca llena
de sangre:
que la sangre sueña con dalias
y las dalias empiezan a sangrar
y las palomas abortan cuervos
y claveles encinta
y unas magnolias curiosísimas, oye,
unas rosas re-raras, oh.

La teta asustada de Claudia Llosa (2009)

Tłum. Ada Trzeciakowska

Tractatus de sortilegiis

W ogrodzie rosły najosobliwsze magnolie, czy słyszysz,
przedziwne róże, och,
i był też straszny zapach kazirodztwa, męskich okazów fiołka,
i spermy unoszącej się od kolibrem do kolibra.
Wówczas do ogrodu weszły dziewczyny,
pełne deszczu, białych karaluchów,
i majonez zwarzył się w kuchni
a ich nadgarstki zaczęły miesiączkować.
Przyłapaliśmy cię in fragranti strzepującą kwiatowy pył
z halki, nektar z piersi, czy ty widzisz?
Ktoś skrada się na palcach, zgiełk zdeptanych
ptaków, szkielet rodzący się wśród organzy,
ktoś zbliżał się pośród kpin i truskawek
a jej włosy zafalowały w kałuży
pełnej zazielenionych siwych włosów.
Powiedz mi, martwa ze śmiechu, dokąd zabierasz
plaster od lubieżnych pszczół.
A goździki rozpoczęły swoje połyskliwe dojrzewanie
zaś gardenie wyrzucały z kokieterią nasienie, obyś umarł,
wraz twoimi twardościami i tkliwościami i łapami
i żółtą krwią, aj!
Nie zatrzymuj się, nie siadaj, nie mów
z ustami pełnymi
krwi:
bo krew śni o daliach
a dalie zaczynają krwawić
i gołębie poroniły kruki
i brzemienne goździki
i najosobliwsze magnolie, czy słyszysz,
przedziwne róże, och.

Dies irae de C. T. Dreyer (1943)

Transl. Edith Grossman

Tractatus de sortilegiis

Listen, in the garden there were some very curious magnolias,
oh, some really strange roses,
and there was a tremendous smell of incest, of macho violets,
and semen flying from hummingbird to hummingbird.
Then the girls came into the garden,
full of rain, of white cockroaches,
and the mayonnaise separated in the kitchen
and their dolls began to menstruate.
We caught you in fraganti, see, cleaning the pollen
from your petticoat, the nectar from your breasts.
Someone is coming on tiptoe, a sound of trampled
birds, a skeleton being born among the organdy,
someone was approaching among the jokes and strawberries
and her hair full of green reeds
floated in the pool.
Tell me, dying of laughter, where are you taking
that honeycomb made by libidinous bees.
And the carnations began to ripen brilliantly
and the gardenias to ejaculate coquettishly, die,
with their hardness and softness and paws
and yellow blood, ah!
Don’t stop, don’t sit down, don’t speak
with your mouth full
of blood:
for your blood is dreaming of dahlias
and the dahlias are beginning to bleed
and the doves abort crows
and pregnant carnations
and listen, some very curious magnolias,
oh some really strange roses.

Nuala Ní Dhomhnaill

1952 – , Irlanda

Trad. Ada Trzeciakowska

Jerusalén

Cuando pienso en ti,
la leche me llena los pechos.
Soy Jerusalén, ciudad sagrada,
el país de las maravillas,
carbúnculos y zafiros
son mi fundamento, de rubíes,
bóvedas y vigas bajo el techo,
las puertas de cristal…

No voy a decir nada más,
te habrías engreído.
No te voy a complacer,
para que pienses que lo pasé tan mal.
Puedes estar seguro, para mi padecimiento
no hay cura.
Me declaro indefensa.
Digamos entonces: soy mujer,
la leche me llena los pechos.

Tłum. Jerzy Jarniewicz

Jeruzalem

Kiedy myślę o tobie,
mleko wypełnia mi piersi.
Jestem Jeruzalem, miasto święte,
mlekiem i miodem płynące,
karbunkuły i szafiry
są mi fundamentem, z rubinów,
stropy i belka pod stropem,
bramy z kryształu…

Już nic nie powiem,
woda uderzyłaby ci do głowy.
Nie dam ci też satysfakcji,
byś myślał, ze było mi aż tak bardzo źle.
Bądź pewien, na moją przypadłość
nie znamy lekarstwa.
Ogłaszam stan bezbronności.
Powiedzmy tak: jestem kobietą,
mleko wypełnia mi piersi.

Fotograma de la película ‘Pina’ de Wim Wenders

Anna Musiał

1987- , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Sobre el pez que nadaba en el acuario

todo empezó con el dolor en el pecho y mareos. el mundo giraba,
se suponía que era normal. cambió el centro de gravedad -decían-
a partir de ahora todo debería ir bien. pero no fue.

desde el primer abrir de los ojos nadaba en un enorme acuario.
era un pez sin escamas y todos me miraban.
señalaban con el dedo, intercambiaban sonrisas, bromas. decían
que sin escamas parecía una figurilla de barro,
a la que Dios no logró acabar.
después yo era cada vez menos, y menos. estaba cayendo
y no me pudiste detener, tomaba aliento como un pez.
a través del tejido cicatrizal dejaba pasar comidas, niños y sueños.
me escribía cartas y testamentos, le contaba a Dios de mí,
temiendo que entre otros peces sagrados no me reconociera.

de noche volvía a nadar en el acuario, mientras que alrededor crujía el bosque.
en el viento mudo las ramas se rompían y desmoronaban,
y tú tratabas de construir con ellas un refugio,
para captarme de nuevo.

Jeanne Moreau en Eva de Joseph Losey (1962)

O rybie, która pływała w akwarium

zaczęło się od bólu w piersi i zawrotów głowy. świat wirował,
podobno to normalne. zmienił się środek ciężkości ‒ mówili ‒
od teraz wszystko powinno być dobrze. nie było.

od pierwszego otwarcia oczu pływałam w wielkim akwarium.
byłam bezłuskową rybą i wszyscy patrzyli właśnie na mnie.
pokazywali palcami, wymieniali uśmiechy, żarty. mówili,
że bez łusek wyglądam jak gliniana figurka,
której Bóg nie zdążył do końca ulepić.

potem było mnie mniej, ciągle mniej. leciałam w dół
i nie mogłeś mnie zatrzymać, jak ryba łapałam oddech.
przez tkankę bliznowatą przepuszczałam posiłki, dzieci, sny.
pisałam do siebie listy i testamenty, opowiadałam Bogu o sobie,
bo bałam się, że wśród innych śniętych ryb mnie nie rozpozna.

nocą znów pływałam w akwarium, a dokoła trzeszczał las.
na bezdźwięcznym wietrze gałęzie łamały się, kruszyły,
a ty próbowałeś zbudować z nich schron,
by pojąć mnie na nowo.

Basilio Sánchez

1958 – , España

***

LA mañana 
camina hacia el milenio
de la mano de un niño
que va dejando migas en las piedras
para las lagartijas y los pájaros.

Ya nadie es inocente.
El lenguaje ha extraído bocados de caballos
de las fosas comunes de los hombres,
huesecillos de frutas,
semillas de palomas.

Los segadores cantan a lo lejos sobre la sangre del maíz.
El árbol que preserva
la conciencia del mundo
es un pequeño níspero al que ladran
por la noche los perros.

(en He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes)

Josef Sudek En el jardín, 1954-1959

Tłum. Ada Trzeciakowska

***

Ranek
zmierza w stronę tysiąclecia
prowadzony za rękę przez dziecko
zostawiające okruchy na kamieniach
dla jaszczurek i ptaków.

I nikt już nie jest niewinny.
Język wydobył końskie wędzidła
ze zbiorowych ludzkich mogił,
pestki z owoców,
ziarna z gołębi.

W oddali żniwiarze śpiewają o krwi kukurydzy.
Drzewo co strzeże
sumienia świata
to niewielka nieszpułka na którą szczekają
psy nocą.

(W Odziedziczyłem drzewo orzechowe na grobie krolów)

Josef Sudek

A %d blogueros les gusta esto: