José Manuel Caballero Bonald

1926-2021, España

PROPIEDAD DEL PRISMA

Esa luz de cobalto acaso venga de iluminar
el polvo pardo de los cereales, un despacioso río
entre repechos pétreos, la indivisa montaña
de arrogantes estribos.

Esa luz codiciosa
es posible que venga de alumbrar
la parte de belleza que me corresponde,
el modelo inigual de las celebraciones
de ser libre.
                     Pauta retrospectiva,
esta armoniosa luz también consiste
en saber que ayer fui como seré mañana.
 
El fulgor del pasado enciende el porvenir.

Imagen propia

Trad. Ada Trzeciakowska

WŁAŚCIWOŚĆ PRYZMATU

To kobaltowe światło być może oświetlało
popielaty pył zbóż, powolną rzekę
pośród kamienistych stromizn, niepodzielną górę
o aroganckich zboczach.

To zachłanne światło
być może podświetlało
tę część piękna, która do mnie przynależy,
niezrównany model celebrowania
wolności.
                 Wskazówka z perspektywy czasu,
to harmonijne światło bierze się też
z wiedzy, że wczoraj byłem taki, jakim będę jutro.

Łuna przeszłości wznieca przyszłość.

Antonio Rodríguez Jiménez

1978 – , España (Albacete)

de la mera existencia

Tras la violencia de la cacería,
se reagrupa en un claro la manada.
Ya viene el aire limpio del olor del peligro
y amamantan las madres a sus crías.
Pacen tranquilamente los adultos y nadie
podría imaginar que hace muy poco
eran solo pavor, galope ciego.
 Atrás quedó la sangre de los miembros
menos afortunados, naturaleza muerta
alimentando el ciclo de la vida.
No hay espacio en la paz de los rumiantes
para albergar tristeza
ni para la memoria.
Esto es su tiempo: instantes sucesivos
de placidez y alarma. Es el decurso
de seres sin relato,
de la mera existencia.

del Los signos del derrumbe (2014)

Tłum. Ada Trzeciakowska

Najczystsze istnienie

Po brutalnej przemocy polowania,
stado przegrupowuje się na polanie.
Powietrze wolne od zapachu zagrożenia
a matki karmią piersią swoje młode.
Dorosłe pasą się spokojnie, trudno
wyobrazić sobie, że tuż przed chwilą
były tylko trwogą, ślepym galopem.
Została za nimi krew osobników
mających mniej szczęścia, martwa natura
bezwiednie podtrzymująca cykl życia.
W spokoju przeżuwaczy nie ma miejsca
na gromadzenie smutku
ani na kult pamięci.
To jest ich czas: sukcesywne momenty
beztroski i strachu. Upływ czasu
u stworzeń bez historii,
najczystszego istnienia.

Adam Zagajewski

1945 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

El mar dormía

El mar dormía y solo fugazmente sobre su
espalda enamorada de la infinitud
aparecía una trenza punzante del remolino, del escalofrío
-Oh, pensábamos con ternura, de la misma forma
sueñan los perros con correr-.
                                                                   Hablábamos poco
y en voz baja, pisando con cautela
la arena mojada; los sueños de los animales
nos envuelven como el futuro.

Dibujos de Dawid Planeta (1,2) y Elicia Edijanto (3-5)

Morze spało

Morze spało i tylko czasem na jego
rozkochanych w nieskończoności plecach
pojawiał się ostry warkocz wiru, dreszczu
— o, myśleliśmy z czułością, tak samo
psy śnią o biegu.
                                                                   Rozmawialiśmy mało
i cicho, ostrożnie stawialiśmy kroki
w mokrym piasku; sen zwierząt
otacza nas jak przyszłość.

Vladimir Nabokov

1988-1977, Rusia/Estados Unidos

Trad. David Molinet

Ada o el ardor

Recapitulemos.
 Fisiológicamente, el sentido del Tiempo es un sentido de continuo devenir, y, si el «devenir» tuviera voz, ésta podría ser, de modo bastante natural, una vibración sostenida; pero, por el amor del Leño, no confundamos el Tiempo con el Zumbido de oídos, ni el rumor de caracola marina de la duración con las pulsaciones de nuestra sangre. Por otra parte, el Tiempo, filosóficamente, no es sino el origen del recuerdo. La vida de cada individuo supone, desde la cuna a la tumba, la elaboración y consolidación progresivas de esa espina dorsal de la consciencia que es el Tiempo de los fuertes. «Ser», quiere decir saber que se «ha sido». «No. ser» implica la única «nueva» especie de (falso) tiempo: el futuro. Lo descarto. La vida, el amor, las bibliotecas, no tienen futuro.
 El Tiempo es cualquier cosa menos este tríptico popular: un pasado que ya no existe, el punto sin duración del «presente», y un «todavía no» que puede no llegar jamás. No. No hay más que dos paneles. El Pasado (existente para siempre en mi espíritu) y el Presente (al que mi espíritu confiere duración, y, en consecuencia, realidad). Si consideramos un tercer panel de la esperanza satisfecha: lo previsto, lo predestinado, la capacidad de previsión, de pronóstico perfecto, seguimos aplicando el espíritu al Presente.
 Si se percibe el Pasado como un almacenamiento del Tiempo, y si el Presente es el proceso de esa percepción, el futuro, por el contrario, no es un elemento del Tiempo, no tiene nada que ver con el Tiempo y la gasa vaporosa de su textura física El futuro no es más que un charlatán en la corte del Tiempo. Hay pensadores, pensadores sociales, que imagi nan un Presente distendido más allá de sí mismo hacia un «futuro» aún no realizado, pero eso es una utopía enteramente utópica, política progresista. Los sofistas de la tecnología demuestran que, aprovechando las Leyes de la Luz, utilizando nuevos telescopios capaces de descifrar tipos de imprenta ordinarios a distancias cósmicas a través de los ojos nostálgicos de nuestros agentes en algún otro planeta, tenemos realmente la posibilidad de ver nuestro propio pasado (el descubrimiento del Goodson por Goodson y cosas por el estilo), incluidos documentos que prueban que no sabíamos lo que el porvenir nos reservaba (y que sabemos ahora), y que, por consiguiente, el futuro existía ayer, de donde podemos inducir que existe hoy, Quizás eso sea buena física, pero es una malísima lógica, y la Tortuga del Pasado no alcanzará nunca al Aquiles del Porvenir, cualquiera que sea el modo que tengamos de analizar las distancias en nuestras brumosas pizarras.
 En el mejor de los casos, lo que hacemos cuando postulamos el futuro (en el peor de los casos no hacemos sino trucos triviales) es extender desmesuradamente el presente especioso, hasta hacerle impregnarse de cualquier cantidad de tiempo con todas las especies posibles de información, de anticipación, de precognición. En el mejor caso, el «futuro» es la idea de un hipotético presente basado en nuestra experiencia de la sucesión, en nuestra fe en la lógica y en la costumbre. Por supuesto que, en realidad, nuestras esperanzas no consiguen provocar su existencia más de lo que nuestras añoranzas consiguen cambiar el Pasado. Este último tiene al menos el sabor, la sal, el estilo de nuestro ser individual. Pero el futuro está fuera del alcance de nuestros sueños y de nuestras sensaciones. En cada instante, es una infinidad de posibles bifurcaciones. Un esquema determinista aboliría la noción misma de tiempo (aquí el comprimido hizo flotar su primera nubecilla). Lo desconocido, lo no experimentado, lo inesperado, y todas sus deslumbrantes intersecciones, son partes integrantes de la vida humana. El esquema preciso, arrebatando a la aurora su elemento de sorpresa, rasuraría por ese mismo hecho todos los rayos del sol.
El Favodormo comenzaba a obrar en serio. Van acabó de ponerse el pijama (operación que había necesitado una buena hora de tanteos y de gestos torpes, generalmente inacabados) y se metió no menos torpemente en la cama. Soñó que hablaba en la sala de conferencias de un trasatlántico, y que un hippie que se parecía al autoestopista de Hilden le preguntaba burlonamente cómo podía explicar el hecho de que en los sueños sabemos que vamos a despertar; ¿no era ésa una certeza análoga a la de la muerte, y, en ese caso, a la del futuro…?
(…)
—Ada, no te rías de nuestra prosa filosófica —le reconvino su amante—. Lo único que ahora importa es que yo he dado una nueva vida al Tiempo amputándole de su hermano siamés el Espacio y del falso futuro. Mi propósito era escribir una especie de novela en forma de tratado sobre la Textura del Tiempo, un estudio sobre el velo de su substancia, ilustrado con metáforas crecientemente numerosas, que construirían progresivamente una historia de amor lógica, progresando desde el pasado hacia el presente y desplegándose en un relato concreto, y anularían progresivamente las analogías para volver a desintegrarse en una dulce abstracción.
 —Me pregunto —dijo Ada —si esa tentativa de descubrimiento se merece la policromía de una vidriera. Podemos saber el tiempo que hemos tomado. Podemos saber el tiempo que hemos dado. Pero no podemos saber lo que es el Tiempo. Sencillamente, nuestros sentidos no han sido hechos para percibirlo. Es como…

Vladimir Nabokov

Tłum. Leszek Engelking

Ada albo żar

Zreasumujmy.
Fizjologicznie poczucie Czasu to poczucie ciągłego stawania się, a jeśli „stawanie się» ma głos, to może nim być, co nie byłoby nienaturalne, ciągła wibracja; ale na Loga, nie mylmy Czasu z Brzęczeniem w uszach ani jakby dobywającego się z muszli szumu trwania z pulsowaniem naszej krwi. Z drugiej strony, ujmując rzecz filozoficznie, Czas to tylko pamięć w trakcie powstawania. W każdym indywidualnym życiu od kolebki do śmiertelnego łoża przebiega formowanie i wzmacnianie tego k r ę g o s ł u p a ś w i a d o m o ś c i, który jest czasem silnych. „Być» znaczy wiedzieć, że „byłeś». „Nie być» zakłada tylko nowy rodzaj (fałszywego) czasu: przyszłość. Odrzucam go. Życie, miłość, biblioteki nie mają przyszłości.  
Czas to wszystko, co chcecie, tylko nie popularny tryptyk: nieistniejąca już Przeszłość, pozbawiony trwania punkt Teraźniejszości i „jeszcze nie», które może nigdy nie nadejść. Nie. Są tylko dwa skrzydła. Przeszłość (zawsze istniejąca w moim umyśle) i Teraźniejszość (której mój umysł nadaje trwanie, a więc realność). Nawet dorzucając trzecią część, skrzydło spełnionych oczekiwań, przewidzianego, przeznaczonego, zdolność przeczucia, doskonałą prognozę, ciągle zwracamy nasz umysł do Teraźniejszości.
 Przeszłość postrzegana jest jako magazynowanie Czasu, a Teraźniejszość to proces owego postrzegania, przyszłość zaś nie jest elementem Czasu, nie ma nic wspólnego z Czasem ani z mglącą gazą jego struktury fizycznej. Przyszłość jest szarlatanem na dworze Chronosa. Myśliciele, myśliciele społeczni odczuwają Teraźniejszość jako dążenie za granice siebie samej ku na razie nieurzeczywistnionej „przyszłości», ale to topienie się w utopii, lewicowa polityka. Technologiczni Sofiści dowodzą, że korzystając z Praw światła, używając nowoczesnych teleskopów odczytujących zwykły druk w kosmicznych dalach, oczami naszych nostalgicznych przedstawicieli na innej planecie, możemy w istocie zobaczyć własną przeszłość (Goodson odkrywający Goodsona i tego typu rzeczy) w tym dokumentalne świadectwo naszej niewiedzy o tym, co trzymano dla nas w zapasie (i naszej wiedzy t e r a z), w konsekwencji czego Przyszłość istniała wczoraj , z czego wolno wyciągnąć wniosek, że istnieje dzisiaj. Może to i dobra fizyka, ale logika obrzydliwa, i Żółw Przeszłości nigdy nie przegoni Achillesa przyszłości, niezależnie od tego, jak zanalizujemy odległości na naszych zamglonych szkolnych tablicach.   
Postulując przyszłość w najlepszym przypadku (w najgorszym uciekamy się do trywialnych trików), niezmiernie rozszerzamy zwodniczą teraźniejszość, każąc jej wypełnić dowolną ilość czasu wszelkiego rodzaju informacjami, przewidywaniami i przeczuciami. W najlepszym wypadku „przyszłość» to idea hipotetycznej teraźniejszości oparta na naszym doświadczeniu następstwa, na naszej wierze w logikę i nawyk. W istocie, rzecz jasna, nasze nadzieje nie w większym stopniu mogą powołać ją do życia niż nasze żale zmienić Przeszłość. Ta ostatnia ma przynajmniej smak, strój i styl naszego indywidualnego jestestwa. Natomiast przyszłość jest daleka od naszych wyobrażeń i uczuć. W każdej chwili przedstawia ona nieskończoność rozwidlających się możliwości. Determinizm zlikwidowałby samo pojęcie czasu (w tym momencie nadpłynęła pierwsza chmurka wypuszczona przez pigułkę). To, co nieznane, jeszcze niedoświadczone i niespodziewane, wszystkie wspaniałe iksy wzajemnych przecięć stanowią nieodłączną część ludzkiego życia. Determinizm, ogałacając wschód słońca z niespodzianki, wymazałby wszystkie słoneczne promienie…
Pigułka zaczęła naprawdę działać. Skończył się przebierać, wkładać piżamę, co polegało na serii ruchów, na ogół dotąd niedokończonych, które zaczął godzinę wcześniej, i wśliznął się do łóżka. Przyśniło mu się, że wygłasza jakiś tekst w sali wykładowej transatlantyku i że jakiś włóczęga podobny do autostopowicza z Hilden szyderczo pyta, jak wykładowca wyjaśni fakt, że w snach mamy świadomość czekającego nas obudzenia, czy nie jest to analogiczne do pewności śmierci, a jeśli tak, to przyszłość…
(…)
– Nie wyśmiewaj się, moja Ado, z naszej prozy filozoficznej – zaprotestował jej kochanek. – Wszystko, co w tej chwili ważne, to fakt, że dałem nowe życie Czasowi, odcinając od niego jego siostrę syjamską Przestrzeń oraz fałszywą przyszłość. Moim celem było napisanie swego rodzaju długiego opowiadania w formie traktatu o Fakturze Czasu, studium jego woalowatej substancji, ilustrowanego metaforami, coraz liczniejszymi, bardzo stopniowo tworzącymi logiczną historię miłosną, rozwijającą się od 673 przeszłości do teraźniejszości, rozkwitającą jako konkretna opowieść, i równie stopniowo odwracającą analogie i rozpadającą się znów w bezbarwną abstrakcję. – Zastanawiam się – powiedziała Ada – czy próba odkrycia tych rzeczy warta jest barw witrażu. Możemy poznać czas, możemy poznać jakiś czas. Nigdy nie zdołamy poznać Czasu. Nasze zmysły po prostu nie nadają się do jego percepcji. To tak, jakby…


 

Adam Zagajewski

1945 – , Polonia

Trad. Elżbieta Bortkiewicz

Antaño

Antaño sabíamos creer en cosas
invisibles, en sombras y sus sombras,
en la luz oscura y rosada como el párpado.
Ah, la mandíbula de la cámara de fotos
muerde las imágenes. De manera que ya sólo
sabemos creer en antaño, al igual que el pobre
antaño había creído en nosotros, nietos y biznietos,
soñando con escapar de la trampa que
en cada generación escenifican Danton
y Robespierre, Beria y otros discípulos
ambiciosos. Puesto que no hay asilo,
hay asilo. Porque también las cosas invisibles
existen y los sonidos
que nadie oye. No hay
consuelo y hay consuelo bajo
el codo del deseo, allí donde las perlas
crecerían si las lágrimas tuviesen memoria.
No obstante, el patinador no pierde el equilibrio
alejándose del precipicio. No obstante
el alba y el lechero se levantan por la mañana
y corren por la nieve dejando blancas huellas
que se llenan de agua. Un pajarillo bebe
de esa agua y canta, y una vez más
salva el desorden de las cosas, nos salva a ti y a mí
y al canto.

1 Serguéi Eisenstein y su teoría del montaje de atracciones. 2 Fotograma propio (Videopoema Toast) 3 Póster de Wiesław Wałkuski de la película Danton

“El montaje será precisamente una de las respuestas fundamentales a ese problema de construcción de la historicidad. Porque no está orientado sencillamente, el montaje escapa de las teleologías, hace visibles las supervivencias, los anacronismos, los encuentros de temporalidades contradictorias que afectan a cada objeto, cada acontecimiento, cada persona, cada gesto. Entonces, el historiador renuncia a contar ‘una historia’ pero, al hacerlo, consigue mostrar que la historia no es sin todas las complejidades del tiempo, todos los estratos de la arqueología, todos los punteados del destino.” El montaje, de esta manera, permite establecer una relación crítica entre las imágenes que ayuda a escapar de la cadena de los estereotipos, de los clichés de la mirada que impiden ver muchas cosas.

De la entrevista con Georges Didi Huberman.

Dawniej

Dawniej potrafiliśmy wierzyć w rzeczy
niewidzialne, w cienie i ich cienie,
w światło ciemne i różowe jak powieka.
Ach, szczęka aparatu fotograficznego
gryzie obrazy. Więc umiemy wierzyć już
tylko w dawniej, tak samo jak biedne
dawniej wierzyło w nas, wnuków i prawnuków.
marząc, że wyjdziemy z pułapki, którą
w każdym pokoleniu inscenizują Danton
i Robespierre, Beria i inni ambitni
uczniowie. Ponieważ nie ma schronienia,
jest schronienie. Bo także rzeczy
niewidzialne istnieją i dźwięki,
których nikt nie słyszy. Nie ma
pocieszenia i jest pocieszenie pod
łokciem pragnienia, tam gdzie rosłyby
perły, gdyby łzy obdarzone były pamięcią.
A jednak łyżwiarz nie traci równowagi,
odpychając się od przepaści. A jednak
i świt i mleczarz zrywają się rano
i biegną w śniegu, zostawiając białe ślady,
które wypełniają się wodą. Tę wodę pije
mały ptak i śpiewa i jeszcze raz
ocala nieporządek rzeczy i ciebie i mnie
i śpiew.

W. H. Auden

1907-1973, Inglaterra/EE.UU.

*Un análisis exhaustivo del poema

Trad. Ada Trzeciakowska

¿Progreso?

Arraigada, ciega
la Planta se complace enteramente
con lo Adyacente.

Movilizada, vidente,
La Bestia puede distinguir Aquí y Ahora
de Allí y Aún No.

Locuaz, ansioso,
Hombre puede imaginar Lo Ausente
y No-Existente.

Tłum. S. Barańczak

Postęp?

Wkorzeniona i niewidząca,
Roślina zadowala się w pełni
tym, co Bezpośrednio Przyległe.

Obdarzone ruchem i wzrokiem,
Zwierzę potrafi odróżnić
Tu od Tam i Już od Jeszcze Nie.

Gadatliwy i niespokojny,
człowiek umie sobie przedstawić
Nieobecne i Nieistniejące.

Cuadro de Guillermo Pérez Villalta «El agua oculta»

«(…) quería contar era cómo la realidad exterior penetra, a través de los sentidos, en tu mundo interior y cómo, a partir de ese material, vas fraguando el pensamiento. Dándole vueltas, llegué a la conclusión de que el mundo de nuestros pensamientos es bastante más denso y complejo que las percepciones que recibimos del exterior. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de la cabeza como contenedor de una especie de líquido amniótico, un líquido que no es sino una condensación del pensamiento, incluso de aquel pensamiento que ni dominas ni controlas: del subconsciente, de todo ese mundo freudiano, de todo ese mundo junquiano cuyos posos ni tú mismo conoces… Un líquido en el que está flotando tu modo de ser».

Progress?

Sessile, unseeing,
the Plant is wholly content
with Adjacent.

Mobilised, sighted,
the Beast can tell Here from There
and Now from Not-Yet.

Talkative, anxious,
Man can picture the Absent
and Non-Existent.

Mark Strand

1934- 2014, Canadá/Estados Unidos

Trad. Dámaso López García

2.

Ahora que el gran perro al que adoré durante años
Se ha convertido nada menos que en mí mismo, puedo mirar hacia dentro
Y ladrar y puedo mirar a las montañas calle abajo
Y ladrarles a ellas también. Soy un ojo que se ve a sí mismo
Mirar hacia atrás, una nariz que sigue la huella de las sombras
Al caer, un oído que oye los sonidos
Antes de que nazcan. Soy el último de los perros cobradores
Con el pelo de color platino, el último de una raza gloriosa.
Pero no consuela nada ser quien soy.
Doy vueltas por ahí considerando las aboliciones del destino
Hasta que mis ojos se llenan de lágrimas y me digo: «Ah, Rex,
Olvida. Olvida. Se han apagado las estrellas. Se desliza la luna de mármol».

«Cinco perros» en Tormenta de uno

Fotografías propias; cuadro de Pepe Enguídanos

Tłum. Ada Trzeciakowska

2.

Teraz kiedy wielki pies, którego uwielbiałem przez lata
stał się mną właśnie, mogę zajrzeć do środka
I szczekać i mogę patrzeć na góry na końcu ulicy
i je też oszczekać. Jestem okiem, które widzi siebie
patrzącego wstecz, nosem, śledzącym tropy padających
cieni, słuchem, który zbiera dźwięki zanim
jeszcze narodzą się. Jestem ostatnim z platynowych
retrieverów, zakończeniem wspaniałej linii.
Ale nie znajduję pociechy w byciu kim jestem.
Krążę po okolicy rozważając unieważnienia dokonane przez los,
Aż oczy napełniają się łzami i powtarzam sobie „Och Rex,
Zapomij. Zapomnij. Gwiazdy zgasły. Sunie marmurowy księżyc.”

«Pięć psów» w Blizzard of One

2.

Now that the great dog I worshipped for years
Has become none other than myself, I can look within
And bark, and I can look at the mountains down the street
And bark at them as well. I am an eye that sees itself
Look back, a nose that tracks the scent of shadows
As they fall, an ear that picks up sounds
Before they’re born. I am the last of the platinum
Retrievers, the end of a gorgeous line.
But there’s no comfort being who I am.
I roam around and ponder fate’s abolishments
Until my eyes are filled with tears and I say to myself, “Oh Rex,
Forget. Forget. The stars are out. The marble moon slides by. ”

«Five dogs» in Blizzard of One

Mark Strand

1934- 2014, Canadá/Estados Unidos

Trad. Eduardo Chirinos

Mapas negros

Ni la presencia de las piedras,
ni el aplauso del viento,
te dejarán saber
que has llegado,

ni el mar que sólo celebra
las partidas,
ni las montañas,
ni las moribundas ciudades.

Nada te dirá
dónde te encuentras.
Cada momento es un lugar
donde nunca has estado.

Puedes caminar
creyendo que arrojas
tu luz alrededor.
¿Pero cómo lo sabrás?

El presente es siempre oscuro.
Sus mapas son negros,
ascienden de la nada,
describen,

en su lenta ascensión
hacia ellos mismos,
sus propios viajes,
su vacío,

su triste y resignada
necesidad de completarse.
Como se elevan hacia el ser
son como el aliento.

Si los estudias un poco
será sólo para descubrir,
muy tarde, que todo aquello
que te importaba

no existe.
En ninguno de ellos
figura tu casa
tampoco la de tus amigos

que te esperan para aparecer,
ni la de tus enemigos
que enumeran tus faltas.
Sólo tú estás allí,

diciendo hola
a aquello que serás,
y el pasto negro
sostiene las estrellas negras.

Fotos propias. Povedilla.

Tłum. Agnieszka Kołakowska

Czarne mapy

Ani orszak kamieni
ani oklaski wiatru
nie powiedzą ci nigdy,
że oto już dotarłeś.

Nie powie ci tego morze,
co czci jedynie odjazdy.
Nie powiedzą ci góry
ani ginące miasta.

Nic ci nie powie, gdzie jesteś.
Każda chwila to miejsce,
w którym jeszcze nie byłeś:
jesteś tu po raz pierwszy.

Możesz iść w przekonaniu,
że idziesz otoczony
blaskiem jakiegoś światła.
Ale jak masz to stwierdzić?

„Teraz” zawsze jest ciemne.
Jego mapy są czarne,
wyrastają z nicości
i wznoszą się powoli

ku własnemu istnieniu,
opisując jedynie
swoją drogę, nie naszą,
pustkę, jaka tam zieje,

i smętny, beznamiętny,
nieodwołalny jej kres.
W tym ruchu
są jak oddech.

A gdybyś chciał je zbadać,
odkryjesz, lecz za późno,
że nie ma tam nic z tego,
co – jak ci się zdawało –

dotyczy ciebie. Nigdzie
o tobie nie ma nic.
Nie ma twojego domu
ani żadnych przyjaciół,

czekających na ciebie,
i nie ma żadnych wrogów,
liczących twoje wady.
Jesteś tam tylko ty,

witający sam siebie
nadchodzącego z przyszłości,
podczas gdy czarna trawa
podpiera czarne gwiazdy.

Black Maps

Not the attendance of stones,
nor the applauding wind,
shall let you know
you have arrived,

not the sea that celebrates
only departures,
nor the mountains,
nor the dying cities.

Nothing will tell you
where you are.
Each moment is a place
you’ve never been.

You can walk
believing you cast
a light around you.
But how will you know?

The present is always dark.
Its maps are black,
rising from nothing,
describing,

in their slow ascent
into themselves,
their own voyage,
its emptiness,

the bleak, temperate
necessity of its completion.
As they rise into being
they are like breath.

And if they are studied at all
it is only to find,
too late, what you thought
were concerns of yours

do not exist.
Your house is not marked
on any of them,
nor are your friends,

waiting for you to appear,
nor are your enemies,
listing your faults.
Only you are there,

saying hello
to what you will be,
and the black grass
is holding up the black stars.

Pascal Quignard

1948 – , Francia

La vida secreta (frag. del cap. XXXIII)

Trad. Encarna Castejón

Uno se cree liberado de los lugares que deja tras de sí. Pero el tiempo no es el espacio, y lo que está delante de nosotros es el pasado. Abandonarlo no nos aleja de él. Cada día nos acercamos un poco más a aquello de lo que huimos. Y, como somos criaturas interrumpidas, no abrazamos en el instante de la muerte aquello de lo que siempre hemos huido. (…)
No debemos creer en lo que vemos; se parece demasiado a lo que esperamos. Hay que cerrar los ojos en el ascensor, hay que cerrar los ojos delante del buzón, hay que cerrar los ojos en la calle, hay que cerrarlos ojos al cruzar la calle, en la oficina, en el restaurante, en el cine, etc. Si no lo hacemos, sólo veremos recuerdos.
Pero tampoco hay que creer en lo que vemos con los ojos cerrados cuando dormimos, se parece demasiado a los deseos.
Al final, no vemos nada. No hemos visto nada. Que es lo que dice la gente cuando muere.

Fotograma de La mirada de Ulises de Theo Angelopoulos (1995)

Tłum. Krzysztof Rutkowski

Życie sekretne (frag. roz. XXXIII)

Wierzy się w wyzwoliny od pozostawionych za sobą miejsc. Ale czas nie jest przestrzenią, a przeszłość jest przed nami. Pozostawienie od pozostawionego nie oddala. Każdego dnia wychodzimy na spotkanie tego, od czego uciekamy. A to, przed czym zawsze uciekaliśmy, my,
stworzenia przerwane, nie połączy się z nami w chwili śmierci. (…)
Nie trzeba wierzyć temu, co się widzi. Widziane za bardzo przypomina wyczekiwane. Trzeba zamykać oczy w windzie, trzeba zamykać oczy przed skrzynką na listy, trzeba zamykać oczy na ulicy, trzeba zamykać oczy przechodząc przez ulicę, w biurze, w restauracji, w kinie itd. W przeciwnym razie wszędzie zobaczy się wspomnienia. 
Ale nie trzeba też wierzyć temu, co widzi się z zamkniętymi oczyma, we śnie, bo ten widok za bardzo przypomina pragnienia. 
W końcu nie widzimy nic. Niczego nie widzieliśmy. Tak zresztą mówią ludzie, którzy umierają.