Adam Zagajewski

1945 – 2021 , Polonia

Trad. Jerzy Sławomirski y Anna Rubió

La poesía y la duda

La poesía y la duda se necesitan recíprocamente, coexisten como el roble y la hiedra, el perro y el gato. Pero su unión no es ni armónica ni simétrica. La poesía necesita la duda mucho más que la duda a la poesía. Gracias a la duda la poesía se purifica de la insinceridad retórica, de la palabrería, de la falsedad, de la logorrea juvenil y de la euforia vacía (que no de la verdadera). Sin la mirada severa de la duda, la poesía—sobre todo en nuestros tiempos lóbregos —podría degenerar en una canción sentimental, un canto exaltado pero estulto o una alabanza irreflexiva de cualquier forma del mundo.
Con la duda no pasa lo mismo. La duda rehúye la compañía de la poesía; la poesía es para ella un adversario peligroso. Diré más: una amenaza mortal. La poesía, incluso la trágica y oscura, siempre se eleva por encima de la duda y la aniquila, le quita la razón de ser. La duda enriquece y dramatiza la poesía, pero la poesía anula la duda o por lo menos la debilita tanto que los escépticos pierden la cabeza y cierran la boca o bien se convierten en artistas.
La duda es más inteligente que la poesía, ya que nos dice algo malicioso sobre el mundo, algo que sabíamos desde siempre, pero que no queríamos ver; pero la poesía excede los límites de la inteligencia, señalándonos lo que no podemos saber.
La duda es narcisista: lo contemplamos todo críticamente, incluso a nosotros mismos, y tal vez nos sintamos aliviados. En cambio, la poesía da muestras de confianza en el mundo, nos saca con fuerza de la escafandra demasiado estrecha del yo, cree en la posibilidad de que la belleza exista y en su dimensión trágica.
La controversia entre la poesía y la duda no tiene nada que ver con el debate superficial entre el optimismo y el pesimismo.
El gran drama del siglo XX creó dos tipos de mentalidad: la resignada y la inquisidora. La duda es la poesía de los resignados. En cambio, la poesía es una búsqueda y un interminable peregrinaje.
La duda es un túnel; la poesía, una espiral.
El gesto preferido de la duda es el de cerrar, y el de la poesía, el de abrir.
La poesía ríe y llora; la duda ironiza.
La duda es la embajadora plenipotenciaria de la muerte y su sombra más larga y más graciosa; la poesía corre hacia un fin desconocido.
Por qué uno elige la poesía y otro la duda no lo sabemos y no lo sabremos jamás. No sabemos por qué uno nace Cioran y otro Milosz.

en Defensa del fervor

Poezja i wątpienie

Poezja i wątpienie potrzebują siebie nawzajem, współżyją ze sobą jak dąb i bluszcz, jak pies i kot. Ale ich związek nie jest ani harmonijny, ani symetryczny. Poezja potrzebuje wątpliwości dużo bardziej niż wątpliwość poezji. Dzięki wątpieniu poezja oczyszcza się – z retorycznej nieszczerości, z gadulstwa, z fałszu, z młodzieńczego rozgadania, z pustej euforii (nie z euforii prawdziwej). Pozbawiona surowego spojrzenia wątpliwości poezja – zwłaszcza w naszych ciemnych czasach – mogłaby się łatwo wyrodzić w sentymentalną piosenkę, w egzaltowaną ale niemądrą pień, w bezmyślną pochwałę każdej postaci świata.
Inaczej z wątpliwością: ucieka ona od towarzystwa poezji; poezja jest dla niej groźnym przeciwnikiem, ba, więcej, śmiertelnym zagrożeniem. Poezja, nawet tragiczna, ciemna, zawsze wyrasta ponad wątpliwość, unicestwia ją, odbiera jej rację bytu. Wątpienie wzbogaca i udramatycznia poezję, ale poezja likwiduje wątpliwość – albo przynajmniej osłabia ją tak bardzo, że sceptycy tracą głowę i milkną, lub też zamieniają się w artystów.
Wątpliwość jest inteligentniejsza od poezji, jako że mówi nam o świecie coś złośliwego, coś, co zawsze wiedzieliśmy, lecz ukrywaliśmy przed sobą; poezja jednak przekracza inteligencję, wskazując na to, czego nie możemy wiedzieć.
Wątpliwość jest narcystyczna: patrzymy na wszystko, także na nas samych, krytycznie – być może przynosi nam to ulgę. Poezja natomiast okazuje zaufanie światu, wyrywa nas z ciasnego skafandra naszego ja, wierzy w możliwość istnienia piękna i w jego tragiczność.
Spór poezji z wątpliwością nie ma nic wspólnego z płytką debatą optymizmu i pesymizmu.
Wielki dramat XX wieku sprawił, że mamy obecnie do czynienia z dwoma rodzajami umysłów: z umysłem zrezygnowanym i z umysłem poszukującym. Wątpliwość jest poezją zrezygnowanych. Poezja natomiast jest poszukiwaniem, wędrówką bez końca.
Wątpliwość jest tunelem, poezja – spiralą.
Ulubionym gestem wątpliwości jest zamykanie, poezji -. otwieranie.
Poezja śmieje się i płacze, Wątpliwość ironizuje.
Wątpliwość jest ambasadorem pełnomocnym śmierci, najdłuższym i najdowcipniejszym jej cieniem; poezja biegnie w stronę nieznanego celu.
Dlaczego kto wybiera poezję, a kto inny – wątpliwość, tego nie wiemy i nie będziemy wiedzieli. Nie wiemy, dlaczego kto jest Cioranem, a kto Miłoszem

w Obrona żarliwości

Bronisław Maj

1953 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

***

Mirar y ver en el ojo amarillo de una flor todo
que hay: estatuas de la ciudad y de las nubes, interior de los mares,
sinuosos caminos de los hombres rajando la piel viva de la tierra. Andar por todos
los caminos, atravesar las ciudades, el mar y la memoria. Mirar y encontrarse
por fin frente a frente con el diminuto ojo de una flor.
Entonces mirar, ver y perder de vista
las formas del: lirio, cúmulo, rascacielos y arce. Ver
lo que son, libres de ellas: flor, nube, casa y árbol.
Su unidad y homogeneidad. Si la hay.

Cuadro de Arkhip Kuindzhi, fotograma de Solaris, autorretrato del pintor Nicola Samori.

***

Tak patrzeć by w żółtym oczku kwiatu zobaczyć wszystko
co jest: rzeźby miasta i chmur, wnętrze mórz, kręte drogi ludzi
we wszystkich kierunkach tnące żywą skórę ziemi. Idąc wszystkimi
drogami, przez miasta, morze i pamięć – tak patrzeć, aby stanąć
nareszcie oko w oko z maleńkim oczkiem kwiatu.
Wtedy tak patrzeć, by widząc, stracić z oczu
formy: konwalii, kumulusa, wieżowca i klonu. Ujrzeć
czym są, wolne od nich: kwiat, obłok, dom i drzewo.
Ich jedność i jednorodność. Jeżeli tylko jest.

Tomas Tranströmer

1931-2015, Suecia

Trad. F. J. Uriz

Bálticos V

30 de julio. La ensenada ha devenido excéntrica –por primera vez en años hoy las medusas bullen en el mar, avanzan hinchándose lenta y considerablemente, pertenecen a la misma compañía naviera: AURELIA, andan sin rumbo como flores después de un entierro en el mar, si se las saca del agua pierden completamente su forma, como cuando se arranca del silencio una verdad indescriptible y se formula convirtiéndola en gelatina muerta, sí, son intraducibles, tienen que permanecer en su elemento.

2 de agosto. Algo quiere ser dicho pero las palabras se niegan.
Algo que no puede decirse,
afasia,
no hay palabras, pero tal vez sí un estilo…
 
A veces uno se despierta por la noche
y garabatea rápido unas palabras
en el papel que más a mano tiene, en el margen de un periódico
(¡las palabras irradian significado!)
pero por la mañana: esas mismas palabras ya no dicen nada, garabatos, lapsus                     linguae.
¿O fragmentos del gran estilo nocturno que pasó de largo?
 
La música le llega a un hombre, es compositor, se interpretan sus obras, hace carrera,        llega a ser director del conservatorio.
Cambia la situación, las autoridades lo condenan.
Nombran como fiscal a su alumno K***.
Es amenazado, degradado, relegado.
Pasan algunos años y su desgracia va cediendo, es rehabilitado.
Llega entonces el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho con afasia, solo              entiende frases cortas, dice palabras equivocadas.
Por consiguiente no le afectan ni honores ni condenas.
Pero la música sigue en él, continúa componiendo en su propio estilo,
se convierte en una sensación médica el tiempo que le queda por vivir.
 
Puso música a textos que ya no entendía–
de la misma manera
expresamos algo con nuestras vidas
en el coro que tararea los lapsus linguae.
Las conferencias sobre la muerte duraron varios trimestres. Yo asistía junto con              compañeros que no conocía
(¿quiénes sois?)
–después cada uno se iba a lo suyo, perfiles.
 
Miré hacia el cielo y hacia la tierra y de frente
y desde entonces estoy escribiendo una larga carta a los muertos
en una máquina de escribir que no tiene cinta sino una estría en el horizonte,
así que las palabras repiquetean en vano y no queda nada grabado.
 
Estoy con la mano en el picaporte de la puerta, le tomo el pulso a la casa.
Las paredes están tan llenas de vida
(los niños no se atreven a dormir solos en el cuartito de arriba –lo que a mí me da              tranquilidad a ellos los intranquiliza).
 
3 de agosto. Allí fuera en la hierba húmeda
se arrastra un saludo de la Edad Media: el caracol de Borgoña,
un caracol que resplandece sutilmente, en su gris amarillento, con su casa a cuestas,
trasplantado por monjes que gustaban de escargots– sí, aquí hubo franciscanos,
abrieron canteras y quemaron piedra caliza, la isla fue suya en 1288, donación del rey              Magnus
(«Esas limosnas y otras parecidas / lo esperarán en el reino de los cielos»),
cayeron los bosques, ardían los hornos, la cal navegaba rumbo a los conventos en              construcción…
El hermano caracol
está casi inmóvil en la hierba, sus tentáculos se retraen
y se desarrollan, perturbaciones y dudas…
¡Cómo se parece a mí en mi búsqueda!
 
El viento que ha soplado con tanta meticulosidad todo el día
–en los arrecifes más lejanos están contadas todas las briznas de hierba–
ha amainado en el interior de la isla. La llama de la cerilla se yergue vertical.
La pintura marina y la pintura del bosque oscurecen juntas.
También el follaje de los árboles de cinco pisos se vuelve negro.
«Cada verano es el último». Palabras vacías, sin sentido
para los seres que viven en la media noche de finales de verano
cuando los grillos cosen a máquina como desesperados
y el Báltico está cerca
y el solitario grifo de agua se levanta entre el rosal silvestre
como una estatua ecuestre. El agua sabe a hierro.

Fotogramas de Como en un espejo/ Jak w zwierciadle / Såsom i en spegel (1961) de Ingmar Bergman

Tłum. Leonard Neuger

morza bałtyckie v

30 lipca. Zatoka zrobiła się ekscentryczna — dzisiaj zaroiło się od meduz po raz pierwszy od lat. Pompują się w przód spokojnie i litościwie, należą do tego samego armatora: AURELIA, dryfują jak kwiaty po pogrzebie morza; gdy je wyjąć z wody znika cały ich kształt jak nieopisana prawda wyciągnięta z ciszy i przeformułowana w martwą galaretkę. No tak, są nieprzekładalne. Muszą pozostać w swoim żywiole.

2 sierpnia. Coś chce się wypowiedzieć lecz słowa nie zgadzają się na to.
Coś czego nie da się powiedzieć
afasia
nie ma słów ale być może styl…
 
Bywa że człowiek budzi się nocą
i rzuca szybko kilka słów
na pierwszą lepszą kartkę, na margines gazety
(słowa tryskają sensem!)
lecz rankiem: te same słowa nie mówią już nic. Gryzmoły. Przejęzyczenia.
A może fragmenty wielkiego nocnego stylu który obok przeciągał?
 
Muzyka przychodzi do człowieka. Jest kompozytorem, grają go, robi karierę, zostaje              szefem konserwatorium.
Koniunktura się zmienia. Zostaje wyklęty przez władze.
Na głównego oskarżyciela powołuje się jego ucznia Ch***.
Grożą mu, degradują, zsyłają.
Po kilku latach mija niełaska łagodnieje. Zostaje przywrócony.
 
I wtedy przychodzi wylew: paraliż prawostronny z afazją. Pojmuje tylko krótkie frazy. Przekręca słowa.
Jest więc nieosiągalny dla awansów i potępień.
Lecz muzyka pozostała. Wciąż komponuje we własnym stylu,
staje się sensacją medyczną w tym czasie, który mu jeszcze pozostał do życia.
 
Pisał muzykę do tekstów, których już nie rozumiał —
w identyczny sposób
wyrażamy coś naszym życiem
w nucącym chórze przejęzyczeń.
Wykłady śmierci trwały wiele semestrów. Byłem obecny wraz z kolegami, których nie             znałem
(cóż z was za jedni?)
— potem każdy powrócił do swego. Profile.
 
Spoglądałem w niebo i w ziemię i na wprost
i od tamtej pory piszę długi list do umarłych
na maszynie nie posiadającej barwnej taśmy tylko pasek horyzontu
więc słowa na próżno łomoczą i nic nie pozostaje.
 
Stoję z ręką na klamce. Mierzę domowi puls.
Ściany mają w sobie tyle życia
(dzieci boją się same spać w izbie na piętrze — to co mnie daje poczucie             bezpieczeństwa, wzbudza w nich niepokój).
 
3 sierpnia. Na dworze w wilgotnej trawie
pełza pozdrowienie ze średniowiecza: winniczek
delikatny błyszczący żółtoszaro ślimak z dachem na kotwicy
wyhodowany przez mnichów, którzy lubili escatgots — tak, franciszkanie tu byli
wydobywali kamień i palili wapno, wyspa weszła w ich posiadanie w 1288 roku z             nadania króla Magnusa
(„Tito jełmożny jako też ine togo rodzayu / tenraz ji potykayą w niebyeskim rayu”)
las padał, piece płonęły, wapno spławiano do zabudowań klasztornych…
Brat ślimak
stoi prawie nieruchomo w trawie, wystawia i chowa
rożki. Zakłócenia i wahanie…
Jakże on przypomina mnie w moim poszukiwaniu!
 
Wiatr który tak starannie wiał cały dzień
— na najdalszych szkierach wszyściutkie źdźbła są policzone —
spoczął spokojnie gdzieś na wyspie. Płomień zapałki prosto świeci.
Obraz marynistyczny i obraz sylwiczny razem ciemnieją.
Czernieje też zieleń pięciopiętrowych drzew.
„Każde lato jest ostatnim”. To puste określenia
tych stworzeń nocy letniej,
gdy świerszcze szyją na maszynie jak najęte
i Morze Bałtyckie jest blisko
i samotna studnia wznosi się pośród krzewów dzikiej róży
jak posąg jeźdźca. Woda ma smak żelaza.
 

Transl. Robin Fulton

Baltics V

July 30th. The strait has become eccentric – swarming with jellyfish today for the first time in years, they pump themselves forward calmly and patiently, they belong to the same lint: Aurelia, they drift like flowers after a sea-burial, if you take them out of the water all their form vanishes, as when an indescribable truth is lifted out of silence and formulated to an inert mass, but they are untranslatable, they must stay in their own element.  
 
August 2nd. Something wants to be said but the words don’t agree.
Something which can’t be said,
aphasia,  
there are no words but perhaps a style…
 
You can wake up in the small hours
jot down a few words   
on the nearest paper, a newsprint margin
(the words radiate meaning!)
but in the morning: the same words now say nothing, scrawls, slips-of-the-tongue.
Or fragments of the high nocturnal style that drew past?
 
Music comes to a man, he’s a composer, he’s played, makes a career, becomes                         Conservatory Director.
The climate changes, he’s condemned by the authorities.
His pupil K. is set up as prosecutor.
He’s threatened, degraded, removed.
After a few years the disgrace lessens, he’s rehabilitated.
Then, cerebral haemorrhage: paralysis on the right side with aphasia, can grasp only             short phrases, says the wrong words.
Beyond the reach of eulogy or execration.
But the music’s left, he goes on composing in his own style,
for the rest of his days he becomes a medical sensation.
 
He wrote music to texts he no longer understood –
in the same way
we express something through our lives
in the humming chorus full of mistaken words.
 
The death-lectures went on for several terms. I attended
together with people I didn’t know
(who are you?)
– then each went his own way, profiles.
 
I looked at the sky and at the earth and straight ahead
and since then I’ve been writing a long letter to the dead
on a typewriter with no ribbon just a horizon line
so the words knock in vain and nothing sticks.
 
I pause with my hand on the door-handle, take the pulse of the house.
The walls are so full of life
(the children don’t dare to sleep alone in the little room upstairs – what makes me             safe makes them uneasy).
 
August 3rd. Out there in the damp grass
a greeting shuffles from the Middle Ages, the Edible Snail,
subtle gleaming grey-and-yellow, with his house aslant,
introduced by monks who liked their escargots – the Franciscans were here,  
broke stone and burned lime, the island became theirs in 1288, a gift of King Magnus
(‘Almes fordoth all wykkednes / And quenchyth synne and makyth hyt les’)  
the forest fell, the ovens burned, the lime was shipped in for the building of the                         monastery…  
                            Sister snail
almost motionless in the grass, the antennae are sucked in
and rolled out, disturbances and hesitation…
How like myself in my searching!  
 
The wind that’s been blowing carefully all day
– the blades of grass on the outer skerries are all counted –
has lain down peacefully at the heart of the island. The match-flame stands straight.  
The sea-painting and the forest-painting darken together.
The foliage on the five-storey trees turns black.
‘Each summer is the last.’ Empty words
for the creatures in the late summer midnight
where the crickets whirr their sewing-machines frantically
and the Baltic is close
and the lonely water-tap rises among the wild roses
like the statue of a horseman. The water tastes of iron.

Pär Lagerkvist

1891-1974, Suecia

Trad. Ada Trzeciakowska

1.
Me gustaría ser otro,
no sé quién.
Alguien extraño, parado, de espaldas a mí, con la frente
alzada hacia la casa de las estrellas en llamas.
Nunca encontraré sus ojos,
nunca veré su cara.

Me gustaría ser otro,
extraño, no ser yo.

2.
Como las nubes
como una mariposa,
como la luz que respira en el espejo-

Accidental,
pasajero,
presente solo un instante.

Señor sobre todos los cielos, todos los mundos,
todos los hados,
¿qué querías decir a través de mí?

Foto propia

Tłum. Piotr Sommer

1.
Chciałbym być kimś innym,
ale nie wiem kim.
Ktoś obcy stoi odwrócony tyłem do mnie, z czołem
naprzeciw płonącego domu gwiazd.
Nie spotkam nigdy jego oczu,
nigdy nie zobaczę jego rysów.

Chciałbym być kimś innym,
obcym, nie mną.

2.
Jak chmury,
jak motyl,
jak światło oddychające na lustrze —

Przypadkowym,
przejściowym,
obecnym przez ułamek chwili.

Panie nad wszystkimi niebami, wszystkimi światami,
wszystkimi losami,
co chciałeś powiedzieć przeze mnie?

Luis Miguel Sanmartín

1967 – , España (Alicante)

abismo de sofá

he querido fingir todo este tiempo
fingir que no soy nadie y que no existo
fingir en los poemas
que sufro realmente

que vuelo sin el aire

he querido el abismo en los sillones
la odisea en la ducha
el personaje dentro de la ropa

he pretendido (profano jugador)
la exactitud sin apostar

y cuando el día acabe
tendré
otra lección sobre la mesa

non diligamus verbo
nec lingua sed opere et veritate

no quieras nada
no esperes nada

inventa otros adagios

abraza la emoción

alumno aventajado entre tus dudas

del poemario Frost (Escarcha)

Tłum. Ada Trzeciakowska

w Czeluściach kanapy

chciałem udawać przez cały ten czas
udawać że jestem nikim i że mnie nie ma
udawać w wierszach,
że cierpię prawdziwie

zawsze w locie choć bez skrzydeł

pragnąłem przepaści pod fotelem
odysei pod prysznicem
bohatera w bieliźnie

żądałem (ja światowy gracz)
precyzji nie stawiając na nic

nim dzień dobiegnie końca
czekać mnie będzie
kolejna lekcja do odrobienia

non diligamus verbo
nec lingua sed opere et veritate

nie pragnij niczego
na nic nie czekaj

wymyślaj inne adagia

nie unikaj wzruszenia

uczniu wybitny w godzinie zwątpienia

z tomiku Frost (Szron)

Fotgrafías de Philip-Lorca diCorcia

Bronisław Maj

1953 – , Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

***

Por qué no estás para mí. Por qué no veo
el rastro de Tu mano en la construcción tan inhumanamente
repleta de sentido de una brizna de hierba. Para mí
este canto del mirlo no es de nadie -no oigo tu oír-. No oigo
voz que traspase el bullicio del día. Y por la noche,
ahogado en su inmenso aliento, siento que todo surge
de mí: entre una ciega estrella y yo
transcurre un camino glacial del temor, mi medida
de lo infinito que concluirá conmigo. Más allá
no veo nada. No veo, porque creo poco
en que veo? A lo mejor es solo sed
de ver y que no hay nada más salvo aquella sed
que de golpe me traspasa en el bullicio del día, en la catedral
de hierba, bajo el ojo muerto de la estrella.

Fotogramas de Jauja de Lisandro Alonso

***

Dlaczego nie ma Cię dla mnie. Dlaczego nie widzę
 śladu Twojej ręki w nieludzko sensownej konstrukcji
 źdźbła trawy. Ten śpiew kosów jest dla mnie tylko
 bezpański, nie słyszę Twojego słyszenia. Nie słyszę
 głosu przeszywającego zgiełk dnia. I nocą
 utopiony w jej ogromnym oddechu czuję, że wszystko
 dzieje się ze mnie: pomiędzy mną a ślepą gwiazdą
 przebiega mroźna droga trwogi, moja miara
 nieskończoności, która skończy się ze mną. Dalej nic
 nie widzę. Nie widzę, bo za mało wierzę,
 że widzę? A może to jest tylko tym głodem
 ujrzenia i nie ma nic oprócz tego głodu
 przeszywającego nagle w zgiełku dnia, w katedrze
 trawy, pod martwym okiem gwiazdy.

Juan José Castro

1977 – , España (Granada)

Puentes de Heidelberg

En su perpetua marcha hacia las cosas
va capturando el agua
la dormida estampa del castillo.
Tras su sueño boscoso sabe
que la existencia es repetirse
es dejarse arrastrar onda tras onda en el silencio.
Yo miré las barcazas deslizarse
tristes sobre la fiera mudanza de su música.

Sobre los puentes, Heidelberg se asoma
a las honduras de mi cuerpo.
Nunca antes supo cómo decir el largo engaño
su margen prisionera y fugitiva.
Los puentes sobre el río pasan de mí hasta mí,
de una orilla a la otra,
sin otro oficio que albergar la noche
turbia del alma, su caudal dormido.

Su azul es un errante diálogo de cada imagen
con su reflejo. Existe aquí mi sed
porque sigue pidiendo mis preguntas,
porque por las orillas se combate
por otra luz más pura.
                              El Néckar,
de una a otra llamándome, sigue mirando en sus espejos
mi fuga inmóvil por hacerla mía,
incontenida muerte que de mi cuerpo fluye.

Fotografías de Heidelberg donde seformaron los filósófos G.W. Hegel, K. Jaspers, H. Arendt, H.-G. Gadamer.

Mosty Heidelbergu

W swym odwiecznym marszu w stronę rzeczy
woda uchwyciła
uśpione odbicie zamku.
Gdzie za tym leśnym snem wie
że istnienie jest powtarzaniem się
to poddanie się fali za falą by uniosła nas w ciszę.
Widziałem barki ślizgające się
smutne na okrutnej zmienności jej muzyki.

Ponad mostami, Heidelberg przegląda się
w głębinach mojego ciała.
Nigdy wcześniej nie wiedział jak wyrazić długie złudzenie
jego brzeg zniewolony i ulotny.
Mosty nad rzeką rozciągają się ode mnie aż do mnie,
z jednego na drugi brzeg,
bez innego zajęcia niż danie schronienia mętnej
nocy duszy, jej uśpionym wodom.

Jego błękit jest błędnym dialogiem obrazów
z ich własnym odbiciem. Tutaj me pragnienie
bowiem ciągle upomina mnie o pytania,
bo gdzieś na brzegach toczy się walka
o inne światło, bardziej czyste.
                                           Neckar,
z jednego na drugi wzywa mnie, przegląda się w lustrach
ma nieruchoma fuga by uczynić ją moją,
niepowstrzymana śmierć, która z ciała mego wypływa.

Tadeusz Różewicz

1921-2014, Polonia

Trad. Ada Trzeciakowska

Recuerdo de un sueño de 1963

Soñé con
León Tolstói
tumbado en la cama
enorme como el sol
de melena
enmarañada

un león

Vi su
cabeza
rostro de chapa dorada ondulada
que irradiaba
sin cesar luz

De repente se apagó
oscureció
y la piel de sus manos y su cara
estaba áspera
agrietada
como la corteza de roble

le hice una pregunta
“qué debo hacer”

“nada”
respondió

de cada grieta
cada fisura
comenzó a fluir hacia mí la luz
una gran sonrisa radiante
se iba encendiendo poco a poco

León Tolstói en la fotografía de Carl Bulla («padre del fotorreportaje ruso»)

Wspomnienie snu z roku 1963

Śnił mi się 
Lew Toł­stoj 

le­żał w łóż­ku 
ogrom­ny jak słoń­ce 
w grzy­wie 
zmierz­wio­nych ku­dłów 

lew 

wi­dzia­łem jego 
gło­wę 
twarz ze zło­tej fa­lu­ją­cej bla­chy 
po któ­rej spły­wa­ło 
nie­prze­rwa­nie świa­tło 

na­gle zgasł 
po­czer­niał 
a skó­ra jego rąk i twa­rzy 
była szorst­ka 
spę­ka­na 
jak kora dębu 

za­da­łem mu py­ta­nie 
«co czy­nić» 

«nic» 
od­po­wie­dział 

wszyst­ki­mi ry­sa­mi 
pęk­nię­cia­mi 
po­pły­nę­ło do mnie świa­tło 
ol­brzy­mi pro­mien­ny uśmiech 
roz­pa­lał się 

Octavio Paz

1914-1998, México

Alba última

Tus cabellos se pierden en el bosque,
tus pies tocan los míos.
Dormida eres más grande que la noche
pero tu sueño cabe en este cuarto.
¡Cuántos somos qué poco somos!
Afuera pasa un taxi
con su carga de espectros.
El río que se va
                             siempre
está de regreso.

¿Mañana será otro día?

Fotogramas de Largo viaje hacia la noche de Bi Gan (2018)

Tłum. Krystyna Rodowska

Świt ostateczny

Twoje włosy zgubiły się w lesie,
twoje stopy dotykają moich.
Kiedy śpisz, jesteś większa niż noc,
ale twój sen mieści się w tym pokoju.
Jak bardzo jesteśmy w tak skąpym istnieniu!
Ulicą przejeżdża taksówka
z ładunkiem widziadeł.
Rzeka co dokądś płynie,
                                           zawsze
jest w drodze powrotnej.
 
Czy jutro będzie inaczej?