Francisco Brines

1932 – 2021, España (Oliva)

Experiencia con K.

Has salido al centro de la noche
con la cabeza desolada,
y has abierto los ojos para sentirte ciego,
mientras las ruinas de los vientos te iban destruyendo los labios.
Y has entrado con el talón izquierdo en el vacío,
donde esperabas ser feliz, o tener paz;
mira, percibes todavía, sin piedad, un mayor abandono.
Vuelves, por un momento, al adorado Dios que quiso hacer el mundo para ti,
y ves su sinrazón,
y la piedad que a ti te niegas a Él se la concedes.
Ahora has entrado en la dura punta de la estaca del vacío,
y lo has hecho por el derecho riñón,
con agudo dolor y sin lágrimas.
Y así rueda la tarde en esta habitación, que no es de amor,
mientras un cuerpo duerme a ti abrazado.
Mira cómo la vida es poca muerte, aunque su gesto quiera complacerte,
y en la esterilidad abocas el amor, que solo tuyo es, y pudo ser la dicha,
y vale en el rincón como un poco de polvo.

Y has regresado de la noche, porque pudiste ver,
pues el ángel más torpe, el que no existe,
le ha devuelto a tus ojos, con un tizón desnudo,
el poder de las aguas,
y lloras como el niño que, perdido en el bosque, no quiso haber nacido,
y el cuerpo que te abraza, con fingido calor, sigue aún destruyendo tu envejecido cuerpo.

Todas las imágenes ha sido generadas mediante IA (Stable Diffusion)

Tłum. Ada Trzeciakowska

Doznanie z K.

Wyszedłeś i trafiłeś w oko nocy
udręczony szeroko
otworzyłeś oczy, by poczuć się ślepym,
gdy ruiny wiatrów powoli zdzierały ci wargi.
A lewą piętą wdepnąłeś w pustkę,
tam, gdzie miałeś znaleźć szczęście lub spokój;
Spójrz, wciąż dostrzegasz, bezlitosne, jeszcze więcej opuszczenia.
Wracasz, na chwilę, do uwielbianego Boga, chciał stworzyć świat dla ciebie,
a widzisz tylko jego nierozsądek,
litością, której odmawiasz sobie, obdarzasz Jego.
Teraz wszedłeś na twardy szpic kołka pustki,
i zrobiłeś to prawą nerką,
boleśnie i bez łez.
I tak wieczór toczy się w tym pokoju, bez miłości
podczas gdy jakieś ciało śpi w twoich ramionach.
Przyjrzyj się w jaki sposób życie to błaha śmierć, choć swym gestem chciałoby ci dogodzić,
i sterylnie przelewasz miłość, która jest tylko twoja, a mogła być szczęściem,
zaś warta jest w ukryciu tyle, co pyłek kurzu.

Wróciłeś z jądra nocy, bo mogłeś widzieć,
wtedy, najbardziej nieudolny anioł, ten, który nie istnieje,
nagą klingą przywrócił twoim oczom
moc płynącej wody,
i płaczesz jak dziecko, które, zgubiwszy się w lesie, nie chciało się urodzić,
a ciało obejmujące cię z udawanym żarem, wciąż pustoszy twoje stetryczałe ciało.

Autor: Ada Trzeciakowska

Ada Trzeciakowska (Polonia, 1977). Hispanista, traductora y creadora audiovisual. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Breslavia; Máster en Investigación avanzada en literatura española e hispanoamericana en la Universidad de Salamanca, donde prepara su tesis doctoral dedicada al ensayo fílmico, género que practica como artista. En sus montajes pretende colisionar las capas visuales y textuales para hacer que surjan los significados latentes, con el método al que recurre el ensayo audiovisual. Trabaja con poemas y prosa poética. En paralelo, es autora del blog de traducciones de poesía adalirica.wordpress.com. Colabora con el portal literario mexicano Ablucionistas.com, con filmotecas, escribe reseñas, participa y conduce encuentros literarios.

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