1953 – , España (León)
… avara somnolencia,
de vacíos laureles y jardines,
agrias tardes eternas
que tienen del olvido
la misteriosa rueca!
AT
La carta
He encontrado la casa
donde te llevaré a vivir. Es grande,
como las casas viejas. Tiene altos
los techos y en el suelo,
de tarima de enebro, duerme siempre
un rumor de hojas secas
que los pasos avivan. A los ocres
de las paredes nada ya parece
retenerles aquí. Igual que frágiles
pétalos, largo tiempo olvidados
en un libro, amarillean todos.
Entre rejas, trenzado,
un rosal sin podar.
En el jardín pequeño, una fuente
y un fauno. Y me dicen
que también unos mirlos.
Cuando en los meses fríos de otoño,
al escuchar sus silbos
cobren vida tus ojos, en el verde
del agua miraré contigo
cómo mueren los días.
Cómo se vuelve polvo en los muebles
oscuros tu silencio
que azotará la lluvia
allí donde te encuentres.
Tłum. Ada Trzeciakowska
… zachłanna ospalość,
pustych wawrzynów i ogrodów,
cierpkie wieczne popołudnia,
które posiadły zapomnienia
sekretną kądziel!
AT
List
Znalazłem dom
gdzie zamieszkamy. Jest duży,
jak to stare domy. Ma wysoki
strop a na podłodze,
na ławie z jałowca, śpi zawsze
pomruk suchych liści,
podsycane przez kroki. Ochry
ścian chyba już nic
tu nie trzyma. Tak jak i delikatnych
płatków, dawno temu zapomnianych
w książce, pożółkły wszystkie.
Wpleciony między kraty,
Nieprzycięty krzak róży.
W małym ogrodzie, fontanna
I faun. Mówią,
że są też kosy.
Kiedy w chłodzie jesiennych miesięcy,
Słysząc ich pogwizdywania,
nabiorą życia twoje oczy, w zieleni
wody będę patrzył z tobą
jak umierają dni.
Jak pokrywa kurzem ciemne
meble twoje milczenie,
smagane deszczem
gdziekolwiek jesteś.
Fotos propias
Dieu sait quoi es una obra maestra de la etapa madura del director francés Jean- Daniel Pollet. Es una meditación poética sobre el trabajo de Francis Ponge, un escritor que siempre ha sido inseparable de la fascinación por el “mundo silencioso” que recorre las películas de Pollet. “Es un cine sin escenarios como una mesa que se ha limpiado. Es un cine donde las piedras, el agua, el fuego y las cosas vuelven a una nueva vida y viven una existencia que aún no se ha visto ni escuchado …” (Pascal Bonitzer, 1996).