1892-1938, Perú
Avestruz
Melancolía, saca tu dulce pico ya;
no cebes tus ayunos en mis trigos de luz.
Melancolía, basta! Cuál beben tus puñales
la sangre que extrajera mi sanguijuela azul!
No acabes el maná de mujer que ha bajado;
yo quiero que de él nazca mañana alguna cruz,
mañana que no tenga yo a quién volver los ojos,
cuando abra su gran O de burla el ataúd.
Mi corazón es tiesto regado de amargura;
hay otros viejos pájaros que pastan dentro de él…
Melancolía, deja de secarme la vida,
y desnuda tu labio de mujer…!
Tłum. Ada Trzeciakowska
Struś
Melancholio, wyjmij już swój słodki dziób;
nie czyń zadość postom w moich łanach światła.
Melancholio, basta! Jakże piją krew twoje sztylety,
jakby ssała moja błękitna pijawka!
Nie tamuj ożywczych soków schodzącej kobiety,
chcę by z nich narodził się jutro jakiś krzyż,
jutro, gdy nie będę miał na kogo spojrzeć,
kiedy trumna otworzy swoje pełne drwiny O.
Moje serce to skorupa podlana goryczą;
są tam inne stare ptaki pasące się wewnątrz…
Melancholio, nie wysysaj ze mnie życia,
i odsłoń swoje kobiece usta…!
1.Buster Keaton 2 y 3. Luis Buñuel, fotograma de El perro andaluz y La edad de oro.
Le Chien Andalou. Los chicos de la Residencia de Estudiantes eran unos pijos, muy brillantes, unos genios. Federico concitaba las envidias de Buñuel, otro genio, que dispuso a Dalí contra el granaíno porque tenía celos de él y no aguantaba que Lorca le restara protagonismo frente a Salvador. Dalí no era homosexual, “era un mueble inerte”, según palabras de Pepín Bello. Le tenían que ayudar a cruzar una calle cuando salían de marcha, camino del Palace, porque a Dalí le daba miedo todo lo que fuera relación social urbana. El guion de Le Chien Andalou lo escribió Dalí y Buñuel lo filmó pidiendo dinero a su mamá. Salva se retiró a Cadaqués absolutamente deslumbrado por la perturbadora Gala. Un genio virgen y una odalisca devoradora de muchachos. Se cuenta que cuando se estrenó Le Chien Andalou, Buñuel se llenó los bolsillos de guijarros para arremeter contra los críticos a los que no gustara la película. La película gustó a todo el mundo y Buñuel no tuvo que sacarse los pedruscos de la chaqueta. Y sí, Le Chien Andalou era Lorca, el perro andaluz al que Buñuel (muy machote él) quería condenar a los ojos de Salva. Y el que quiera saber más del asunto, de fechas, de personajes y demás zarandajas que se lea a Ian Gibson, que es un tipo cojonudo y sabe un huevo de los chicos de la Residencia de Estudiantes. Au revoir.
Muchas gracias por esta suculenta colaboración con un lujo de detalles y referencias.