1928-1974, EE. UU.
El pez que andaba
Trad. Ada Trzeciakowska
Trad. Ben Clark
De entre las ostras
y las algas confusas,
de las lágrimas de Dios,
las lacerantes mareas,
vino.
Se hizo un buscador de raíces
y respiró como un hombre.
Peinó las hierbas
y se hizo conocido en el cielo.
Yo estaba a su lado y lo miraba todo.
Perdón, dijo,
vosotros tenéis buzos,
tenéis anzuelos y redes,
¿así que por qué no voy a entrar
por un momento en vuestro elemento?
Aunque es curioso, andar
aquí resulta muy torpe.
No tiene gracia.
No hay ritmo
en este país de tierra.
Y yo le dije:
De un país
que ya he extraviado
puedo evocar algunas cosas
Pero la luz de la cocina
me estorba.
Incluso había un baile allí
cuando yo amasaba el pan,
había una canción que mi madre
solía cantar…
Y la sal del vientre de Dios
donde yo flotaba en una copa de oscuridad.
Extraño tu país, pez.
El pez respondió:
Seguro que eres poeta,
una dama de mala suerte
deseando ser lo que no eres,
añorando quedarte
donde sólo puedes estar de visita.
De las ostras
y los confusos hierbajos,
de las lágrimas de Dios,
las destructoras mareas,
vino.
Se hizo un buscador de raíces
y respiró como un hombre.
Despeinó las hierbas
y se hizo conocido en el cielo.
Yo estaba a su lado y lo miraba todo.
Perdón, dijo,
vosotros tenéis buzos,
tenéis anzuelos y redes,
¿así que por qué no voy a entrar
por un momento en vuestro elemento?
Aunque resulta curioso que aquí
es extrañamente fatigoso moverse.
No tiene gracia.
No hay ritmo
en este país de mierda.
Y yo le dije:
De un país
que ya no encuentro
me acuerdo de algunas cosas
Pero la luz de la cocina
se me atraviesa.
Allí había baile
cuando yo amasaba el pan,
había una canción que mi madre
cantaba siempre…
Y la sal en la barriga de Dios
donde yo flotaba en una copa de oscuridad.
Siento nostalgia de tu país, pez.
El pez respondió:
Seguro que eres poeta,
una dama de mala suerte
deseando ser lo que no eres,
sintiendo nostalgia de estar
donde sólo llegaste de visita.

Cuadro de Pepe Enguídanos
The fish that walked
Up from oysters
and the confused weeds,
out of the tears of God,
the wounding tides,
he came.
He became a hunter of roots
and breathed like a man.
He ruffled through the grasses
and became known to the sky.
I stood close and watched it all.
Beg pardon, he said
but you have skin divers,
you have hooks and nets,
so why shouldn’t I
enter your element for a moment?
Though it is curious here,
usually awkward to walk.
It is without grace.
There is no rhythm
in this country of dirt.
And I said to him:
From some country
that I have misplaced
I can recall a few things…
but the light of the kitchen
gets in the way.
Yet there was a dance
when I kneaded the bread
there was a song my mother
used to sing…
And the salt of God’s belly
where I floated in a cup of darkness.
I long for your country, fish.
The fish replied:
You must be a poet,
a lady of evil luck
desiring to be what you are not,
longing to be
what you can only visit.
Tłum. Maria Korusiewicz
Ryba która chodziła
Spośród ostryg
i splątanych alg,
z płaczu Boga,
bolesnych przypływów –
przyszedł.
Został łowcą korzeni
i oddychał jak człowiek.
Szeleścił po trawach
i poznało go niebo.
Przyglądałam się temu, stojąc obok.
Przepraszam, powiedział,
ale wy macie swoich nurków,
swoje sieci i wędki,
więc czemu ja nie miałbym
wejść na chwilę w wasz żywioł?
Chociaż tu jest dziwacznie.
Szczególnie nienaturalny jest chód.
Zupełnie bez wdzięku.
Nie ma rytmu
w tej krainie prochu.
A ja odrzekłam:
Z pewnego kraju,
który zagubiłam,
pamiętam parę spraw…
ale przeszkadza mi
światło z kuchni.
Był tam jakiś bal,
kiedy ja miesiłam ciasto na chleb,
była piosenka, którą śpiewała zawsze
moja matka…
I sól Boskiego brzucha,
gdzie płynęłam w filiżance mroku.
Tęsknię za twoim krajem, rybo.
Odpowiedział:
Pewnie jestes poetką,
pechowa damo,
co pragniesz być tym, czym jesteś,
zostać tam,
gdzie możesz tylko bywać.